La casa del lago [suspenso]

Prólogo

Cuando era una niña, mi abuela materna solía reunir a todos sus nietos en la sala de estar con el objetivo de contarnos historias de terror antes de dormir (para ella era mejor que un cuento de cuna) esto para evitar que nos escabulléramos por la noche, claro, aquella táctica dejo de funcionar cuando llego a nuestras vidas la etapa de la juventud (una etapa en la cual lo único aterrador era tener conocimiento del salario mínimo del país)

Dicho esto, en lo personal nunca creí en lo sobrenatural o en las películas de terror que son diseñadas para causar miedo en la población; mucho menos fui testigo de situaciones paranormales (confieso que de alguna manera esto me hace sentir bien) al menos así me sentí hasta que conocí aquel lugar que se encuentra a las afueras del pueblo de Sagrario, aquel lugar que albergaba tantos misterios dentro de sus aposentos. Una casa que te invita con su misterio a acercarse y ser consumido por ella, La casa del lago, como fue bautizada por mi hace muchos años atrás, había sido heredada a mi madre después del fallecimiento de su primo: un hombre solitario, amargado y por supuesto millonario, un sujeto peculiar que había decidido no tener hijos y alejarse de la humanidad a su corta edad de treinta años. 

La casa del lago fue construida según los documentos de la biblioteca en la época victoriana; su fachada gótica y antigua se alza sobre la colina que conecta con las orillas del lago de Sagrario. Existen muchas historias sobre este lugar:

Desde avistamientos de OVNIS [Objetos voladores no identificados]

Rituales de vudú de los esclavos de las haciendas vecinas

Hasta las muertes extrañas de cada dueño que se ha alojado en sus aposentos.

Es una casa bastante peculiar que siempre llama la atención de quien tiene la desgracia de toparse con ella ya sea por casualidad al hacer senderismo en aquellos caminos, por diversión para descubrir sus misterios o quizás era el lugar que atraía a estas personas que carecían de buena salud mental, los desdichados, los solitarios, los que particularmente se han ido divorciando poco a poco de la vida, en mi opinión la casa escoge a sus victimas y es que en este lugar, nuestros miedos son reflejos de nuestra alma.

A pesar de todo esto y su historial peculiar; mi madre aún así decidió mudarse junto conmigo a ese lugar cuando yo cumplía veinte años, quizás en su mente era la mejor opción para empezar de nuevo nuestras vidas que habían sido azotadas por la desgracia unos meses atrás, sin embargo, con el pasar de los días descubrimos que aquel lugar sería nuestra peor pesadilla porque no hay mas nada sobrenatural que la mente misma.

Esta es mi historia, la historia que viví en la casa del Lago.




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