La moraleja de la historia es que aunque un lugar o situación pueda parecer aterradora o oscura, puede ser transformada a través del amor y la compasión. La historia de John y Mary Smith y su hijo David, nos muestra cómo la tradición de ofrendas anuales y su actitud de respeto y compasión hacia los espíritus ayudó a cambiar la forma en que la comunidad veía la casa embrujada. La historia también nos recuerda la importancia de tratar a todos con respeto y compasión, incluso en los lugares más aterradores, y cómo el amor y la compasión pueden transformar lo oscuro en luz y esperanza.