La cascada de los deseos.

Los corazones cautivos.

-Y bien chicas hermosas; ¿Qué hacemos para no aburrirnos?

 

Pregunta Yurik buscando entablar un tema de conversación al quedarse solo con las ninfas.

 

  -Eso no será difícil contigo aquí podremos hacer muchas cosas.                     –contesta Brisa Mística.

 

  -¿Cómo por ejemplo qué? Digo, si se puede saber.

 

Replica Yurik utilizando su clásico sarcasmo en la voz, mientras esbozaba su acostumbrada media sonrisa.

 

  -Pues veras… ¿Qué te diré? ¿De qué manera te lo explico?

 

Dice Rayito de Sol sin poder contener la risa por estar usando las mismas frases divertidas que el caballero utilizaba.

 

  -Compórtense señoritas que yo no sé cómo le hagan en Fíria, pero de donde yo vengo; ¡El que se lleva se aguanta!

 

  -Ja, ja, ja.

 

Estallan en risas las ninfas mientras le indican que caminen rumbo a la galería.

 

  -Mira Yurik, tenemos tantas cosas que hacer.
 

 

  -Como por ejemplo, nosotras podemos pintar un cuadro mientras tú nos ves o tú puedes recitar un poema, mientras nosotras te escuchamos, o simplemente platicar de cosas de tu mundo o del nuestro.

 

  -Me parece la mejor opción platicar de cosas de tú mundo rubia preciosa. –dice refiriéndose a Brisa.  -Que todavía hay muchas cosas que no me quedan en claro.

 

  -¿Cómo por ejemplo qué? Digo, si se puede saber.  –dice Rayito de Sol volviendo al juego.

 

-¡Digo ya! ¿No? Compórtense serias y mejor cuéntenme un poco de la chica que baja del cielo por las noches; ¿Por qué la tienen en tan mala estima?

 

Las ninfas se miran a los ojos como pidiéndose permiso para contestar esa pregunta.

 

  -No la tenemos en buena estima porque es mala caballero, por eso te pedimos que te alejes y no confíes en ella.

 

Dice Rayito de Sol cruzando miradas de complicidad con Brisa Mística.

 

  -Pero es que la veo a ella y las veo a ustedes y físicamente son igual de encantadoras y una criatura de la creación tan encantadora como lo son ustedes y ella, simplemente no le encuentro el lado malo.

 

  -¿Si has visto la estela de estrellas que acompaña a la Luna firiana que la hace lucir tan bella y parecer un cometa que lentamente recorre los cielos firianos durante la noche? –pregunta Brisa mirándolo a los ojos.

 

  -¡Claro que sí! Y ya sé que cada una de esas estrellas que adornan la estela de la Luna firiana es el corazón de un tritón que ella se robó, lo que no comprendo es de qué manera lo hace; ¿Acaso los asesina transformándose en un ente diabólico para arrancarles el corazón cual si fuera un hombre lobo? –pregunta mientras entraban a la galería.                

 

  -Los encanta al grado de que pierden la noción de las cosas y ya una vez encantados, los tritones acaban siguiendo la trayectoria de la Luna y se pierden, caminan sin fijarse por donde van hasta que los agarra el día, y terminan muriendo ahogados o devorados por alguna fiera natural o no natural, que se los encuentra desorientados en el camino, y los que logramos detectar antes de perderse, quedan como vegetales, viviendo cual si fueran muertos vivos, encerrados, sin saber quién son y qué hacer, obsesionados con mirar al cielo para así seguir la trayectoria de la Luna. –dice Brisa Mística con un dejo de Nostalgia en la voz.

 

  -Yo tenía mi tritón compañero; Yurik, su nombre es Pháros y él resistía muy bien el embrujo de la Luna y no caía en su encantamiento, hasta que una noche se la topó en la superficie de los lagos y no pudo resistirse a su encanto personal, lo supimos porque no apareció en unos días y las hadas encontraron su cuerpo arrastrándose por la pradera marina ya sin corazón, sobrevivió gracias al encanto de Aurora y aún vive con nosotros, pero sin corazón no recupera la noción de las cosas, y pasa sus días viviendo confinado en el área donde ponemos a los tritones que han sido encantados, viven sí, se mueven, comen también, pero no hablan, no piensan, no recuerdan, mientras su corazón adorna la estela de la Luna, por eso te pedimos que te alejaras de ella, para que tu corazón no formara parte de su colección. –dice Rayito logrando captar su atención.

 

  -¡Diablos! Entonces sí que es mala y dime… ¿Existe alguna manera de recuperar los corazones de esos tritones? –pregunta Yurik tratando de darle una solución a ese problema.

 

  -¡Claro que la hay! Ella los puede liberar en el momento que lo desee, pero disfruta teniéndolos así, solo piensa en ser deseada y admirada, en ser la más bella de todas las luces que adornan nuestro cielo nocturno a costa de lo que sea, sin importarle nada más.




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