La Cazadora

Sullivan en el día más esperado

Ya había pasado cerca de un mes desde que estaba en la casa de Sullivan, Alex dormía afuera y yo en el sofá mientras que Sullivan dormía en su cama, no quería que me diera su cuarto así que decidí quedarme en la sala, hablaba lo necesario y hacia la comida mientras él intentaba por cualquier forma hablarme y mirarme de esa forma que hacía que me sintiera indefensa a pesar de tener todas las formas de destruirlo.

--Buenas Noches Paula, ¿hoy tampoco me hablara cierto? – Alce la vista solo para observarlo, mirándome en pro de una respuesta, no hice caso y continúe lo que estaba haciendo – ¡Que descanses! – Se fue y lo seguí con la mirada

-- Alex, no puedo seguir así, esta lejanía a pesar de estar tan cerca me hace daño, no sé si odiarle o aventarme a darle un beso – Alex estaba haciendo algo de comida

-- Fácil! Aviéntale un beso y todo arreglado,  él ha hecho todo lo posible por disculparse, además tú también sentiste esa sensación con Hjelldro ¿no? – Me hablaba con seriedad haciendo hincapié en lo de Hjelldro—

-- Sí tienes razón pero yo me controle él no lo hizo—

--Apenas era un niño, ni siquiera sabía cómo controlarse, y está arrepentido de lo que hizo—

-- Niño o no asesino a mi padre, lo recuerdo muy bien – dije ya con molestia y decepción

-- Paula, sé que estas dolida, pero recuerda que le dijiste que te diera un mes y decidías si quedarte o no hacerlo, el mes se cumple mañana y ¿Qué le dirás?—

-- No lo sé, todavía no llega mañana, esperemos que llegue y sabré que decirle-- «o al menos que mentira decir» pensé

Nos acostamos a dormir, Alex siempre dormía en un árbol no le gustaba dormir en casa prefería estar afuera a pesar del frio tan fuerte que hacia allí. No podía dormir no sabía que iba hacer al día siguiente, hacia una semana había estado muy cerca de la cueva Agatha, preguntando si me habían visto «No la Srta. Paula no ha estado por acá» le decían las personas, Itaque me había ayudado a convencerlos que no dijeran mi ubicación

-- Necesito hablar en este momento con Sullivan—Dije en voz alta, pero tampoco tanto como para despertarlo aunque cada vez que se dormía pareciera que se convirtiera en roca, nada lo levantaba; ya Alex y yo habíamos intentado hacerle unas bromas y no habíamos conseguido nada

Me levante del mueble doble la cobija y me fui al cuarto de Sullivan, mi corazón latía aceleradamente.

-- Sullivan levántate necesito hablar contigo – Le movía más no se levantaba

-- Sullivan por amor a lo que más quieras levántate de esa cama – Hable más fuerte

-- Paula ¿qué haces en el cuarto de Sullivan? – No me había dado cuenta que Alex estaba revoloteando atrás de mi

-- Alex vete luego te explico – le alce la voz

-- Amor de jóvenes – si no fuera porque era una lechuza juraría que estaba sonriendo de lado a lado

--Calla Alex y vete de aquí, shu shu fuera – la intente sacar antes que me viera ruborizada

-- Eso si que no; no me trates como un perro, yo me voy tranquila, «mañana me cuentas los detalles» susurro -- Juraría que por dentro estaba alegre, la mire con molestia mientras le indicaba que saliera

Como era posible que con todo este ruido que habíamos hecho Sullivan siguiera dormido tan tranquilo, no lo comprendía.

Salí y busque una de las cartas que había releído tantas veces y me fui al cuarto de nuevo me senté al pie de la cama, de tal forma que lo pudiera ver bien, abrí la carta y empecé a leer, tenía una letra hermosa:

“14 de Junio

Amada mía, ya van dos años desde tu partida, dos años intensos que no logro estabilizarme ni mental ni físicamente, los recuerdos me invaden y me llenan de nostalgia, mi amor por ti no ha desvanecido se mantiene perpetuo, añoro tenerte a mi lado acostada en mi cama durmiendo conmigo y sentir que estas presente, ¡que estas viva!

Desde hace días me ha invadido una profunda tristeza no sé dónde estás y en un momento he llegado a  pensar que estas muerta, no llamas, no te escucho, no siento tu calor, no tengo esos ojos iluminadores que me miraban a mí y solo a mí, te juro por Zeus que si has muerto y me entero…  me suicido con tal de estar cerca de ti de poderte ver una vez más.

Hoy ha venido Agatha preguntando por ti, ¿qué. si yo te tengo secuestrada?; qué más quisiera yo que eso fuera cierto, pero no lo es, estas lejos, distante y vacía, has arremetido en contra de mis valores, has dañado mi sistema, te metiste tan dentro de mi ser, que me has robado todo, lo bueno y lo malo, ya no sé qué hacer sin ti, siento que muero lenta y dolorosamente, me han dicho que salga que me dé un chance con otra persona, hasta la misma Alex se ofreció a hacer que te olvidara, pero no quiero que se metan a mi mente quiero tener los recuerdos aun allí, eso me hace saber que fuiste real, aun si no te vuelvo a ver, estoy seguro que te amare por la eternidad porque fuiste eres y serás mi primer amor el que nunca podré olvidar te quedaste grabada como un tatuaje que traspasa mi pecho y penetra mi corazón sin dejarme salida.




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