La Cazadora

No hay vuelta atras

— Disculpa no fue mi intención resultar altivo e intolerante, debes entender que cuando nos dejamos de hablar o mejor dicho cuando yo fingí mi muerte, eras apenas una niña, no sé cómo tratar con una mujer adulta, a la cual le ha tocado sufrir muchas cosas en la vida y que la mayoría han sido por mi culpa — mi padre me había llevado a un lugar escondido donde había poca luz, solo entraban destellos del sol entre las ramas de los arbustos donde nos encontrábamos

— ¡Ok!, supongamos que yo acepto tu disculpa, ahora como enmendaras todo el daño que has causado, como elimino de mi mente tu sangre chorreante por las manos de Sullivan, no es fácil, ES IMPOSIBLE — dije casi gritando

— «Paula recuerda que eres muy frágil y no estás capacitada para asumir estas situaciones» — La voz de Alex resonaba en mi cabeza, respiré y la bloquee de mi mente.

Si soy frágil, me dije a mi misma, eso era indiscutible pero nadie lo podía saber, solamente lo sabría Alex y eso era porque realmente se me hacia un poco complicado sacarla de mi cabeza aun no tenia dominio completo de mis poderes y menos de este.

— No pido que aceptes mi disculpa, pido que ahora que sabes que estoy vivo juntos podamos afirmar una relación de padre a hija en la que ambos nos apoyemos y que veamos que sale de este reencuentro — su voz sonaba tan sincera que pensé que quizás estaba esperando mucho de todo este lio o quizás simplemente estaba tan fascinada que mi padre estaba vivo que una parte de mi quería decirle si a todo lo que él dijera.

— Muy bien y ¿qué propones que hagamos? — caminé fuera y observé que ya era tarde el ocaso estaba asomándose

— Primero tenemos que encontrar a Ali, ése personaje será el primero en morir —

Un sentimiento de ahogo cruzo mi garganta. Era cierto que Ali no era santo de mi devoción, pero no creo que lo quisiera ver muerto. Sabía que iba lamentar esta decisión

— Muy bien ¿Vendrás conmigo? — seguí caminando mientras mi padre me seguía

— Sabes que debemos hablar y no podemos dejar esta conversación en el viento —

— Te vas a poner melancólico padre, si ese es el caso busca a una de las diosas para que te consientan, se te da bastante bien enamorar diosas ¿no? — reí sarcásticamente

—Debes de tener un poco más de respeto — vocifero mi padre

— Ya calla que no me dejas escuchar… lo siento, pero no la podía dejar sola  — escuche la voz susurrante de Sullivan detrás de un arbusto que estaba a unos pasos de donde nos hallábamos

— Sal de allí — grité, Sullivan salió acompañado de Alex — ¿Qué hacen aquí ustedes dos?  — pregunté cruzándome de brazos

— No podíamos dejarte sola — interrumpió Alex

— No quiero más años sin ti ya te lo había dicho, mi amada — Sullivan se había acercado pero de igual forma que en la cabaña se había parado a solo unos centímetros delante de mí

— Yo no les pedí que vinieran. Por la misma razón que ya Alex sabe. No quiero que les hagan daño — hablé mirando a Sullivan — Te quiero demasiado como para verte morir

— Paula, eso es otra cosa de la cual quiero que hablemos. No estoy de acuerdo en que Sullivan y tú estén juntos. Ambos son personalidades diferentes. Además no sé si le habrás dicho lo que pretendes hacer. Eso lo inmiscuye a él también — Mi padre hablaba mientras yo intentaba fulminarlo con la mirada

Alex y Sullivan se me quedaban viendo esperando lo que fuera a decir. Mi padre seguía insistiendo que estar con Sullivan era mala idea. Mi mente se llenaba de imágenes en las cuales aparecía una y otra vez la cara de Ali.

— Espero puedas entender que sinceramente no quiero tomar en cuenta tus opiniones. Antes de entrar a este mundo, antes de recordar todo lo que había pasado era una persona normal. Tú eres parte de esas memorias que de cierto modo había olvidado y realmente no quería recordar. Pero mírate estas acá parado frente a mi queriendo que ambos luchemos por el destino de Traghus, un destino que no se si exista. – le dije a mi padre. Luego me dirigí a hablarle a todos – Ahora bien antes que nada, y por los vientos que soplan sé que ninguno diga lo que diga se ira. Necesito que me contesten una pregunta —

Todos se me quedaron viendo y asintieron con la mirada. Era tiempo de hacerles la pregunta que quería confirmar con respecto a lo que Ali había dicho.

– ¿Ustedes me quieren porqué desean apaciguar la llama de mi poder que se encendió hace poco? O es ¿por qué realmente están preocupados por mi? – un silencio devastador lleno el lugar

Nadie contestaba lo que acababa de preguntar. Era como si la respuesta les causara un nudo en la garganta.

– Sobran las palabras ¿cierto? Ya entendí todo – inhale profundamente y supe que Ali no me había mentido – ¿Hasta tú Sullivan? – mi voz tenia rigidez, esperaba esa respuesta de todos menos de Sullivan, me sentía herida por las personas que consideraba mis amigos




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