Capítulo 2:
12 de abril, 2015.
- Bla bla bla.- eso digo al ver al maestro de física hablando la misma mierda, porque él cree que usando sinónimos explicará con más abundancia.- Siempre repitiendo, es peor que tú repitiendo tus tantas obras literarias románticas de asco.
- ¿Sabes qué? Eso dolió. Es una ofensa hacia a mi, porque no te debe de importar si me encantan repetir mis hermosas y cursis novelas literarias, así que dejamé irme feliz a mi mundo mágico del romanticismo.- dice Leiry en un largo suspiro exagerado.
- No te enojes obra literaria andante. Romántica enfermiza.
Me saca la lengua de forma infantil. Si esto fuera una película fuera lo mejor, las clases se terminarían rápidamente y no fueran tan aburridas porque todo sería drama. Distinto que en la relidad que los segundos parecen en horas y más en la hora de fisíca, es como si el tiempo se detuviera, mientras que en las películas el tiempo se detiene en los besos románticos, en las tardes que pasas con esa persona que es supuestamente la correcta o cuando vas de compras con tu mejor amiga o tu amigo gay.
- Que aburrimiento. Creo que un funeral sería más divertido, Dios perdonamé.- digo.
- Deja que empieza a decir entonces, en ese momento es que te cansas de escuchar esa palabra y no la quieres decir por un siglo.
- Entonces.- repite toda la clase junto con el profesor.
- Entonces, ustedes quieren que los mande a todos a la dirección, entonces después mandaran a buscar a cada uno de sus padres y entonces les tendremos que poner castigos por su mal comportamiento.
- Entonces.- nuevamente repetimos toda la clase.
Y en ese mismo momento suena la campana, todos reímos del maestro que sigue discutiendo solo.
-¿Qué harás hoy?- me pregunta Leiry.
- Creo que leer uno de mis tantos libros románticos.- río fuertemente y Leiry me tira una mirada asesina.- Haré los quehaceres y tal vez vaya a comprar algunos libros que me llamaron la atención.
-¿Comprarás un libros romántico para que te derritas de amor? A ver si al menos así ablandamos ese corazón de acero que tienes, ni superman que se hace llamar el hombre de acero tiene tanto acero como tu corazón y eso que es fictición.
-¡Gracias! Esos hermosos alagos van a ese gran corazón de acero que tanto te quiere.- toco mi pecho del lado izquierdo con indignación.
-Dramatica exagerada. Actriz sobresobresaliente.- dice y de inmediato me echo a reír.
-¿En serio amiga? ¿No pudiste ser un poco más creativa o al menos coherente?
-Sabes que no soy muy buena poniendo apodos. Por cierto sobresobresaliente es porque te pasas de exagerada.
-Al menos dramatica exagerada, Frío frió y dulcería andante no están nada mal. El alumno se convirtió en maestro ¡Cuánto orgullo me das!- hago una mueca de felicidad y reímos.-aunque las mías son mejor: obra literaria andante, romantica enfermiza, el romanticismo en persona,…- me interrumpe.
-Si, ya lo dejaste muy claro. No compres libros aburridos de historia o cosas que pasan en la actualidad ¡por favor! Para eso están las noticias.
-Eso no es un favor, mis libros son muy encantadores, son mis hermosos bebés. Ellos siempre están para mi cuando más los necesito.
-¿En serio fuiste cursi con un libro y no puedes ser cursi con un ser que al menos este echo de carne y hueso?
-He sido cursi con Bobbie.- digo encogiendo mis hombros.
-Todos son cursi con bobbie, es una ternurita peluda. Él no cuenta.
-Ya hiciste trampa, las reglas eran de carne y hueso y por eso acabo de ganar el premio a la chica más cursi del año.- reímos fuertemente.
*****
- No, gracias señor.- le respondo al señor que acabo de ayudar con unas compras que recién se le ha caído y me brindo de un dulce que comía.
- De acuerdo, muchas gracias por tu ayuda hermosa chica.- Me responde amablemente el señor mayor.
Me dirijo al subterráneo y bajo las escaleras rápidamente, no sé porque razón, pero nunca me ha gustado llevar las cosas con calma.
Entro justamente cuando casi cierran las puertas. No tomo asiento, me quedo parada al lado de la puerta agarrada de la barandilla. mirando por la ventana.
- A parte de tener gustos artísticos también los tienes literarios. Eres una caja de llena de sorpresas Spencer April.- me dice un chico con una voz bastante varonil y candente. Me tenso al instante porque conozco esa atractiva voz. Doy la vuelta para encontrarnos de frente. Maldita sonrisa. Dios no pudiste crear algo un poco menos perfecto.
- ¿Quién eres? Me pareces bastante familiar.- digo fingiendo demencia.
- ¿Por qué lo haces?