Y entonces, ya no hubo marcha atrás, aunque quisiera rehusarse, debía continuar con su triste decisión, pues, fue la única que ayudó a olvidar lo amargo del error que quizás con él, ella cometió, dejó de sentirse sola aún estando con él, dejó de sentir vacíos a pesar de que a ratos la llenaba, pero de mentiras y dolor, tristeza y llanto, que jamás mereció recibir.
Cuando miró lo hermoso de su rostro, lleno de lágrimas, se las limpió con rencor, pues nunca se había visto tan horrible frente a su reflejo, y eso fue, decisión que ella misma tomó, para jamás verse tan fea, ni sentirse mal, por en su rostro llevar, las lágrimas que no debió derramar, por un alguien, que no la quiso jamás, y que solo jugar, con sus sentimientos fue capaz.
Si lo ve a lo lejos, sus pies, quisieran salir corriendo, y sus brazos abrazarlo sin soltarlo, su boca, de besarlo, pero su conciencia, aquella aliada tan eficaz y sabia, que la detiene con paciencia, porque sabe muy bien, que es tan capaz de sus metas lograr, que se dio el tiempo que un día le arrebataron, para poder arrancar de raíz, ese sentimiento tan infeliz...
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Editado: 05.06.2020