Aún recuerdo aquel día que te vi por primera vez.
Todos en la ciudad hablaban de aquella chica nueva, que era demasiado hermosa e inteligente pero no lo quería creer.
Y fue hasta aquel Lunes en la biblioteca cuando lo comprobé.
Te vi entrar por aquellas puertas dobles, era invierno y estaba nevando, llevabas un abrigo negro y el cabello suelto que ahora estaba alborotado a causa de el viento, te acercaste al estante donde me encontraba y los dos tomamos el mismo libro, haciendo que nuestras manos se tocarán.
Aquel toque hizo que mi cuerpo temblará.
Demian es mi libro favorito.-dijimos al mismo tiempo, cosa que te hizo sonreír; fue ahí donde empecé a creer en el amor.
─¿Eres la chica nueva de la ciudad?
─Valla, no sabía que me llamaban así, me llamo Sun Hee.
─Nam Joon.
Salimos de la biblioteca hablando sobre tus libros favoritos y cuales fueron los que has odiado, incluso me hablaste sobre tu enamoramiento de aquel personaje ficticio llamado Zayne.
─¿Nos vemos mañana?
Aquella pregunta me dejo sin palabras, se suponía que tenia que ser yo quien dijera eso.
─Claro, te puedo invitar un helado.
─Dudo que un helado sea bueno considerando el clima, pero tal vez me puedas invitar un café.
Fue ahí donde todo empezó.
Al día siguiente salimos de la biblioteca y nos dirigimos al café más cercano y así pasaron los meses, y nosotros no cambiabamos la rutina.
Y hoy al tenerte parada frente a mi con ese vestido blanco que te luce muy bien, solo me queda decir que aquel día no imaginé que tu te podías enamorar de mi, tampoco imaginé que fueras una parte muy importante en mi vida; mucho menos imaginé que algún día aquel vientre plano que tenias lo ocuparía como casa un pequeño bebé que era parte de los dos y para nada imaginé estar parado en este altar, diciéndole todas estas palabras a la chica de la biblioteca.