Capítulo 2: El Hospital

hospital...

No es mi lugar favorito pero es tolerable.

Y podría decir que luego de pasar más de un año es como mi hogar.

Ya llevó dos días consiente de que lo estoy, me han hecho estudios de todo tipo, por si tenían dudas la Lukeconda anda bien, la probé en un momento que estaba solo y funciono como siempre, soy un Titán, lo se, lo se.

No se ni porque cuento esto, pero solo por si acaso, por si alguien tenia alguna duda, en fin anda perfecto.

Descubrieron una pequeña secuela que más por el coma fue por el accidente, no puedo doblar bien la rodilla izquierda por lo que camino con la pierna casi recta, puedo doblarla pero muy poco y a la vez mucho por ejemplo: me puedo sentar casi normal pero no hay un punto medio, puedo doblarla hasta sentarme o no doblarla nada, es extraño se me dañaron los nervios por lo que hay movimientos que puedo hacer y hay otros que no.

Sobre la chica de la dulce voz; No tuve más flashes con ella, aún así seguía con la duda, tal vez ella era real o tal vez me estaba dando algo y tenia cosas raras en el cerebro, tal vez era un 50/50 el tema es que era extraño, parecia real pero al mismo tiempo no, entonces no podía afirmar ni negar nada.

Ahora estaba en la cafetería esperando por mi primer café luego de despertar, no se como aguante cuatro días sin café, es una tortura ¡NECESITO CAFÉ! Por lo que mi amorosa madre me traería un Latte, no sería como los que solia tomar en un lugar, mi lugar favorito, era todo muy armonioso, olía a café y a libros, apenas salga de aquí iré a ese lugar, debo ir a ese lugar. Siempre me voy del tema, no puedo evitarlo.

Cuando llegó mi mamá con el café y sentí ese olor peculiar fue como si me llenara el alma. Yo solía tomar café todos los dias sin falta y ahora después de un año, tres meses y cuatro días volví a sentir ese sabor, esa textura, ese calor, todo eso me hacia sentir como en  los viejos tiempos, cuando todo era normal, cuando mi vida era normal.

Estuvimos un rato allí, yo por suerte ya tenía ropa normal y no una bata de hospital, llevaba un jogger gris con una sudadera negra y sandalias con calcetines, Brad Pitt una miseria a mi lado, nótese el sarcasmo.

Cuando termine mi hermoso, delicioso, espectacular y anhelado café dimos algunas vueltas por el hospital, a mi madre le gustaba mucho ir a ver a los bebes a Neonatal, ella siempre dice que no le gustaría tener otro hijo, que conmigo esta bien pero le fascinan los bebés, se queda en Neo por horas, la dejan por dos razones: a) La conocen de hace más de un año y b) sale con el jefe de enfermería, eso tiene privilegios.

Hablando de George, no lo conozco, ¿Deberia conocerlo? Tal vez no era tan importante, pero todo el tiempo hablaba de el ¿Era importante? Si lo era debía conocerlo, me correspondía saber con quien estaba saliendo mi mamá.

—Y entonces Maddison, cuentame sobre George— espete dulcemente, yo solia llamarla por su nombre cuando le queria sacar información

—Emmm— dudó —¿Que quieres saber?

—Solo se que es enfermero, cuentame algo— sonreí pícaro

—Pues el tiene treinta y siete años, dos más que yo—Pensó en que decir— trabaja aquí hace diez años, su comida favorita son las hamburguesas, tiene una hijita llamada Allison de doce años, su mujer murió cuando Allison tenia solo dos años y no se que más podría contarte sobre el, es todo.

Cuando ella hablaba de el se le iluminaban los ojos, me di cuenta al instante, se veía feliz

—¿Te gustaría que el y su hija vinieran para Navidad?— Demande curioso, sabía la respuesta

—¿Te gustaría que estuvieran?— replicó

—¿Te hace feliz?— volví a preguntar

—Mucho— Afirmó

Los ojos se le llenaron de lágrimas, me acerque y la abrace, ella largo el llanto, no de una forma descontrolada pero si se descargó, supuse que queria decirme esto pero no sabia como hacerlo

—Tu sabes que siempre serás lo primero en mi vida, nadie nunca te podría reemplazar, jamas— aseguró con la voz quebrada

—Yo lo se, lo se— trate de darle seguridad pero ella se aferró aún más a mi, nos quedamos así por un rato hasta que ella paro de llorar

Nos separamos y ella soltó una risa 
de: Que estúpida soy al llorar por esto

—Entonces los espero para Navidad y tal vez año nuevo, quien dice hasta podría cocinar mi famosa tarta de Limón— sonreí

—Debes hacerla— respondió también con una sonrisa

Luego nos dimos la vuelta y seguimos viendo a los bebés como idiotas embobados.

Al regresar a mi habitación llegó el doctor, solo queria que me dijera: "Ya te puedes ir, hasta luego, no vuelvas nunca"

Obvio eso no fue lo que dijo, de todas formas no fue muy diferente:

—Buenos días, Si Luke puede comer sólidos sin ningún inconveniente se podrá ir, las pruebas serán todo el día de hoy hasta el almuerzo de mañana—

—¿Y si no lo logra?— pregunto mi mamá

—Pues tendrá que quedarse una semana más—

—Esta bien, gracias— replicó mi madre mientras asentia con la cabeza

Hay algo que nunca entendí: ¿Por que el doctor habla como si yo no estubiera aquí? Osea me evade completamente. 
El entra a mi habitación y dice: Luke tiene que hacerse esto y aquello, Porque no dice "tenemos que hacer esto" O "Tu irás a hacerte aquello" Osea literalmente para el 
"Dereck Shepherd" de imitacion barata no existo, señor respete.

Nos quedamos allí hasta que me trajeron lo que iba a comer, era una tarta de pollo y espinaca, no soy muy fanático de la espinaca pero no me puedo ir a quejar porque para ser comida de hospital no estaba nada mal, lo malo era que tenía a tres internos y una residente viendome comer como si fuera un simio en una prueba de algún científico loco, incluso uno de los internos tenia una cubeta a mi lado por si las dudas.

El primer bocado fue muy difícil, podia masticar con normalidad pero a la hora de tragarlo fue una verdadera tortura, sentia como toda mi garganta ardía, como pasaba por el esófago de una manera espantosa hasta como llegó al estómago, yo amaba comer, siempre dije que no tenía fondo pero esto fue lo más horrible que pase con respecto a la comida, odie cada bocado, sufri hasta el último y cuando termine todos se quedaron esperando, a que algo sucediera y si, si sucedió.