La Chica De Las Nubes

Capítulo 16: La fiesta del horror (Parte 2)

 

La fiesta del horror (Parte 2)

Mi único instinto de ayuda fue voltear la cabeza a donde Rose, que me miro igual de asustada que yo, y de inmediato asintió con la cabeza a toda velocidad—. Obviamente la botella cayó en mí —dijo firmemente.

 

Y es que si mirabas desde una perspectiva más lejana, no se sabía con exactitud a quien de las dos le había tocado, ya que había caído al medio de ambas, pero ahora, si te fijas muy detenidamente, estaba más inclinada a mi lado.

 

¡Ay! ¿A quién trato de engañar?, se notaba que me señalaba a mí.

 

—¡Pero si cayó en Tatiana! La que tiene que besar a Jeff es ella, no tú —le contestó un chico que no conocía.

 

—¡Que me tocó a mí! —exclamó Rose.

 

Mi vista se dirigió a Spencer que estaba algo inquieto en su lugar, mirando a todos lados con la cabeza ladeada y una mueca en el rostro. Se había apoyado con sus manos hacia atrás, y no decía, ni hacía nada, más que fulminar con la mirada a Jeff. Hasta de esa manera se veía lindo.

 

—La botella cayó en Tatiana, ella debe besarlo —hablo Marissa desde su sitio con una sonrisa en el rostro. Estaba sentada con las piernas cruzadas y el rostro apoyado sobre sus manos, miraba expectante los sucesos que acontecían. Lo estaba disfrutando la muy maldita, me daba tan rabia.

 

—Tú cállate, nadie te pregunto —le dije cortante, lanzándole una mirada filuda, con la que ella solo se encogió de hombros.

 

—No tienes que hacer nada que no quieras —me dijo directamente Spencer, mirando de reojo a Jeff.

 

—El juego trata de eso, tiene que hacerlo quiera o no —le respondió su hermana.

 

—Yo digo que la botella cayó en Rose, así que a ella besaré, fin del problema —dijo Jeff haciendo callar a los demás. Se arrodilló en su lugar y espero a que Rose se acercara a él.

 

Rose voltio a verme con un asentimiento, y yo solo pude gesticular un gracias cuando ella fue gateando hasta donde él estaba y le planto un beso en los labios, fugaz y veloz. Luego se alejó como si nada hubiera ocurrido.

 

Seguimos jugando dos rondas más hasta que la botella volvió a caer frente a mí, pero no me señalaba. Señalaba a Rose y a la persona que estaba enfrente de ella, Spencer.

 

Maldita sea, odio al universo, lo detesto con todo mi corazón.

 

—Obviamente la botella cayó en Tatiana —dijo Rose apresurada.

 

—Ya dejen de hacer trampa ustedes dos ¡No es justo!, la botella cayo en Rose, es demasiado evidente —la enfrento Marissa rodeando los ojos.

 

—A ver, que nadie te pregunto, estúpida —le dijo Rose y yo solo pude abrir la boca sorprendida. Creo y puedo decir casi segura, que nunca había escuchado un insulto salir de la boca de Rose, eso era casi imposible—. ¿Por qué mejor no te largas? No recuerdo haberte invitado —se acercó a ella velozmente y la miro con su mirada aterradora, que en realidad no daba ni un poco de miedo.

 

—Yo no me voy a ningún lado. Está ni siquiera es tu fiesta, estás haciendo trampa, todos lo notamos —Marissa se acercó a Rose a una velocidad impresionante y con ese simple gesto, mi cuerpo se puso en modo alerta de inmediato. La última vez que había visto a Marissa moverse de esa forma, había sido hace unos años atrás, y había terminado con la mejilla amoratada por su culpa.

 

Así que tome el brazo de Rose lo más rápido que pude y la obligue a alejarse de ella. Rose voltio a verme sin entender nada, y yo solo pude encogerme en mi lugar.

 

Marissa se había inclinado más hacia nosotros, ahora podía ver su rostro desde menos distancia y era aterrador. Tenía la sonrisa torcida hacia un lado y los ojos expectantes, siempre que hacia ese gesto daba a entender que su paciencia estaba empezando a irse.

 

Y como conocía su carácter cuando eso pasaba.

 

Una mano se interpuso entre las tres y empujo a Marissa hacia atrás.

 

—Ya me cansé de tanto drama —bufo—. No necesito de un tonto juego para besar a la chica que me gusta —y con esas simples palabras, Spencer se inclinó hacia mí.

 

Ni siquiera lo vi venir. Su mano se aferró con destreza en la parte de atrás de mi cuello acercándome a él, tuve que levantarme un poco para poder estar a su altura. Spencer me miro de una manera que no supe descifrar, pero que quise llamar amor, y después de tanto preámbulo, de tantos intentos fallidos y ganas acumuladas, sus labios tocaron los míos.

 

Mi primer beso con mi primer amor de verdad, eso es lo que era. No tenía duda de eso.

 

Nunca pensé que un beso se sentiría así, muy común, pero al mismo tiempo muy único, como si en el mundo solo existiéramos él y yo.

 

Sus labios presionaron los míos y se abrieron paso a través de ellos, volviéndose uno en ese beso. Fue algo corto e inocente,  pero aun así, provoco mil sensaciones en mi interior, como si fuera incorrecto sentir tantas cosas con algo tan minúsculo.

 

Una sensación de soledad me invadió por completo cuando lo sentí alejarse, pero esa misma sensación desapareció cuando abrí los ojos y lo encontré mirándome de esa forma tan única en la que él me miraba.

 

Creo que supe en ese momento exacto que todo lo que había vivido en ese instante, jamás lo olvidaría. No encontraba ni siquiera una palabra para describirlo. Simplemente era mágico.

 

Supongo que eso es lo que se siente enamorarse, eso es el primer beso, probablemente, jamás logre sentir algo tan increíble como ese primer roce.

 

Spencer me brindo una de sus características sonrisas seductoras antes de que escuchara a Rose sollozar a mi lado y empezar a aplaudir frenéticamente. Casi al instante más plausos se unieron al de ella, y frases como las de “Hasta que al fin” “La tención de esos dos me estaba matando” o “Yo también quiero algo así” se hicieron escuchar por encima de esa pequeña celebración.



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En el texto hay: bullying, primer amor, amor inocente

Editado: 04.11.2021

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