La Bruja Roja

Doña tita se puso de pie visiblemente molesta.

_Le agradecería que se retire doctor.

_Doña Tita usted lo sabe muy bien, si Minerva es quien creemos, estamos aquí para protegerla, para ayudarlas.

_Ni una sola palabra doctor…

El doctor Argall coloco nervioso sus manos en la cintura y trato de hacer entrar en razón a la mujer que se había negado completamente a mirarlo.

_La comprendo créame, pero no está lidiando con gente que se detendrá ante nada, usted misma lo ha padecido…_Doña Tita se asombró de aquellas palabras como era posible que ese hombre supiese tanto. _Usted fue prisionera de los “Dinamos” y sabe de lo que son capaces.

Doña Tita se sentó y perdió su rostro entre las manos, estaba cansada, cansada de una carga tan pesada y peligrosa.

_Mi Hija fue lo único bueno de todo aquello…enamorarme del hombre más prohibido para mí fue mi mayor pecado. Y el mismo error cometió mi niña, enamorarse de un hombre maldito…Minerva no tiene culpas, pero hereda todos nuestros errores…Minerva tiene dones especiales, siempre lo supimos…Doctor Argall…pero ella no es la bruja Roja, no lo es…

El doctor Argall le mostro la bolsa de nylon en la cual tenía el mechón de cabello de Minerva.

_Ciertamente estamos convencidos de que lo es y si la hermandad pudo hallarla no será imposible para los “Dinamos” hacerlo…

_ ¿Y qué propone para eso? Doctor_ La voz de Chichita sorprendió a ambos.

_Chichita! Dijo levantando la voz Doña Tita al verla parada en la puerta.

_Cállate Tita, esa niña me importa más que mi vida y ningunos locos fanáticos adoradores de porquerías van a venir a ponerla en peligro y tú tienes la culpa de ello.

_ ¿Qué dices? No puedes culparme sabiendo por todo lo que he pasado.

_ ¿Tú has pasado?...porque no dices la verdad, porque de una maldita vez no dices la verdad.

_Cállate Chichita estas demente.

El doctor Argall trataba de calmarlas, pero Chichita parecía dispuesta a sacar todo lo que sentía.

_La mujer que tiene frente a usted es la bruja Roja, pero eso no es lo importante, los “Dinamos” buscan a Minerva porque ella posee el elixir más poderoso la unión de la sangre pura e impura, Minerva es el elemento supremo…y usted sabe muy bien que significa eso.

El doctor Argall se sentó como un autómata, aquello era mucho más de lo que él podía procesar.

La abuela Tita lloraba en silencio junto a la ventana, por culpa, por miedo…Minerva se había acurrucado debajo de la escalera todo aquello que había escuchado era difícil de entender, comprender, pero si estaba segura de que no era bueno…nada bueno.