Ese día el profesor Dalton no estaba en clases, muy raro en él ya que siempre estaba 15 minutos antes de la hora. El curso era un caos como siempre, papeles que volaban, contando también cartucheras, gorros, y hasta algún avioncito de papel que cayo certeramente en su pupitre, iba a hacerlo un bollo cuando noto que algo estaba escrito en él: “Buenos días princesa”, obviamente no le dio importancia porque no era para ella…hasta que siguió la escritura y escondido entre los pliegues de las alas del avioncito decía: “Minerva”, se giró instintivamente y se encontró con los ojos que le hacían perder toda su tranquilidad: Erick Argall. Le sonrió y levanto su pulgar, Minerva le dedico una mirada rápida no le iba a dar el gusto de que se sintiera “El supremo”.
La rectora del instituto llegó acompañada por otra mujer joven y de un llamativo cabello negro con un mechón blanco que atraía la atención de todos.
_Alumnos por favor a sus lugares-Espero el tiempo en el que rápidamente el salón recobraba lo que podía llamarse normalidad. Bien ella es la Señorita Isadora López la nueva profesora de Literatura inglesa ya que el profesor Dalton ha tomado licencia por tiempo indeterminado. El murmullo y las sonrisas demostraron el apreció que tenían por el profesor._ ¡Alumnos por favor!, una de las causas del stress crónico que presenta el docente es gracias a ustedes. Bien, la profesora está al tanto de sus trabajos, de su disciplina y fue escogida por su gran trayectoria y liderazgo de clase así que por favor, comportarse como es debido. Bienvenida profesora, su clase.
Dejo sus libros sobre el escritorio y sacó de su bolso una pequeña libreta muy bonita en cuya tapa podían apreciarse que le gustaban las manualidades por la decoración de frases e imágenes que esta poseía.
_Antes de comenzar voy a compartir con ustedes un poema que me gusta mucho.
El silencio fue casi perfecto, pero no fue un silencio obligado por la autoridad o el miedo, fue un respeto de reflexión y también de sorpresa, era la primera vez que un docente les leía algo que a ellos le llegaba tan emocionalmente.
_Este poema que muchos dudan que haya escrito Shakespeare, porque tan solo conocen Romeo y Julieta o repiten de manera autómata los nombres de sus obras celebres sin tener noción de lo que ellos en si representan…no esperen de mi horas de clases en las que me parare frente a ustedes a repetir conceptos que al atravesar esa puerta olvidaran, de mi esperen que compartamos tiempo, experiencias, descubrimientos, que a partir de las palabras se pueden crear mundos maravillosos, se puede nacer, morir , resucitar, amar, odiar…Las palabras escritas tienen una magia inexplicable, por eso cada uno de nosotros puede ser un hechicero, un mago o una bruja…
Minerva se sintió incomoda de solo escuchar la palabra “bruja” demasiada casualidad para ella.
Beto la codeo _Yo sería tranquilamente su príncipe Azul.
_Shhhhhhhh-lo silenció Minerva tratando de ocultarse aún más.
_Pero yo ya tengo mi princesa-dijo señalando a Cecilia.
_Cállate Beto…nos van a retar.-No terminó de decir eso que la profesora Isidora caminó hacia ellos.
_ ¿Algo que quieran compartir con la clase? chicos.
Minerva se acomodó nerviosa sus anteojos y pidió en ese momento que la tierra se abriese para que se la tragara. Beto se puso de pie.
_Si profesora, con mi compañera queremos darle la bienvenida y decirle que realmente nos sentimos muy bien que una persona con esas ideas maravillosas sea nuestra profe, bienvenida-dijo poniendo su mejor cara de comprador.
La profesora se sonrió y devolvió el saludo que Beto le ofrecía.
_Gracias….
_Beto, profe, en realidad Alberto Almafuerte, vio hasta tengo nombre y apellido de poeta, claro no es muy ingles pero es así como gallardo…
Isadora no pudo evitar reírse como el resto del curso.
_Es verdad Beto…siéntate ya nos conoceremos y ¿la señorita bajo esos enormes anteojos es?...
Minerva apenas levantó la mirada.
_Ella es…-se adelantó Beto sabiendo que su amiga estaba muerta de vergüenza.
_Beto yo creo que ella debe saber decir su nombre….-interrumpió la profesora
_Minerva…Minerva Ness, profesora.
_Me alegra conocerte Minerva y tu nombre realmente es hermoso, un nombre con mucha historia._ Volvió a sonreír y logró lo que nadie hasta ese momento que Minerva le devolviera la sonrisa.