La chica de los cabellos rojos

La piedra de siete colores

La tormenta parecía que duraría una eternidad, había nevado toda la noche, el nivel de nieve estaba casi al borde de la ventana, su abuela ya había llamado diez veces, una más no la atendería le daba vergüenza cada vez que el teléfono sonaba. Mas aun cuando atendía Dylan.

_Entiendo la preocupación de tita es lógico, yo estaría de ataque también pero con Dylan estoy acostumbrada-Comentó doña Dilma acomodándose sus lentes que siemre se le resbalaban por su nariz muy pequeña._ Anda pequeña desayuna hay que renovar energías…Dylan muchacho ven a desayunar.

Minerva se sentía avergonzada debieron armar la mesa en torno a ella ya que no podía moverse por la herida de su pierna. Dylan bajo las escaleras resbalando por ella.

_Ay contigo niño que un día de estos te matas._ Él sonrió, por dios Minerva no podía dejar de mirarlo. Le dio un beso a su abuela y se sentó en un taburete._ Creo que te olvidas los buenos modales que te enseñe. Dylan la miró de reojo, suspiro y ante la sorpresa y casi el infarto de Minerva le dio un beso en la mejilla y dijo “buen día”. Minerva casi desorbita sus ojos y su corazón se desprendió de su pecho. _Ahora si a comer…-¿Comer? Minerva no podía tragar bocado. Dylan lo hacía sin el menor de los complejos era muy “pasional” al comer por no decir salvaje. Solo doña rosa hablaba y bastante se preguntaba se contesta y en fin, así un buen rato mientras Minerva no sabía cómo evitar la mirada de Dylan que parecía estudiarla en cada movimiento. Doña rosa llevo la fuente con las tazas para lavar Dylan se levantó para ayudarla pero ella le dijo que era mejor que permaneciera con Minerva, sería interesante que le mostrará su colección de piedras. La mirada ofuscada de Dylan respondió muy claramente que no tenía ningún interés en hacerlo. _Dylan!- rezongó su abuela. El muchacho se levantó y regreso con una caja de madera, la colocó sobre la mesa y la abrió al hacerlo Minerva se maravilló, las piedras eran increíbles de diversas formas, colores, pero sin duda la que más llamó su atención era la piedra de siete colores, no era la primera vez que la veía…claro Dylan tenía un colgante con una parte de esta…pero ella lo había visto en alguien más.

_Son muy bonitas-dijo poniéndose colorada, aún más de lo que era.

Dylan tomó justamente la piedra de siete colores y se la mostró.

_Esta, que es la que te interesa, es una piedra muy rara. Se le otorgan los siete poderes del universo, no es fácil obtenerla. _Minerva estaba alucinada con lo que escuchaba. _Las piedras son energía pura, son minerales, pero en realidad lo que contienen son diversas energías que se materializan en las personas adecuadas.

_Vos llevas las siete energías-dijo tímidamente Minerva señalando el colgante.

_En realidad son los siete poderes… ¿conoces la historia?

Minerva negó con su cabeza.

_El número siete es un número superior, perfecto no por nada yo nací un 7 de julio del 2000…

_Yo…cumplo años ese día…nací en el 2003.

Dylan pareció no asombrarse.

_Los buenos nacimos un 7-dijo imitando algo parecido a una sonrisa._ El 7 es calificado un número mágico se compone del sagrado número 3 y del terrenal número 4 se dice que establece un puente entre el cielo y la tierra, el número 7 representa la totalidad del universo en movimiento. Y los siete colores del universo se materializaron en la piedra de Luz, la piedra de los siete colores. Se cree que posee el equilibrio necesario para mantener el orden. Cada uno de los colores posee un don especial.

_ ¿Y por qué el 3 y 4?_Pregunto ya muy interesada perdiendo un poco la timidez.

_El 3 es el número sagrado la perfección, el 4 porque 4 son los elementos y sus puntos cardinales su suma da el número del universo el 7.

_ Comprendo, algo leí en la escuela...

_La escuela…lindo invento.

_ ¿No…no vas a la escuela?-Se animó a preguntar

­_No…no necesito de una escuela para aprender, es más creo que la escuela te hace cada vez más dependiente y te achica el cerebro._ dijo muy seguro, una seguridad que su abuela saboteo hábilmente.

_ ¿Nada de escuela?…ha en tus sueños muchachito, luego de las vacaciones regresará, creo irá contigo Minerva, sí, no me mires así, debe recuperar los años perdidos.

Dylan guardó las piedras y cerró su caja subiendo a su habitación.

_Dylan!...discúlpalo Minerva, no es un tema que le guste, no quiere regresar a estudiar es muy rebelde…_iba a decir algo más pero sabía que Dylan podía escucharla.

­_Lo entiendo no conozco mucha gente que le agrade la escuela-dijo tratando de sacar un poco de dramatismo a la situación, pero tal vez concordando con Dylan.

Doña Dilma se limpió sus manos en el delantal y una nube de tristeza cubrió su mirada.

_No ha sido fácil para él… ¿para quién lo es en verdad?_ dijo limpiando sus ojos disimuladamente-descansa ya se le pasará, seguiré en la cocina lo que necesites me lo pides.



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Editado: 26.08.2018

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