Me asuste pero trate de aparentar una calma que no sentía. Al salón entraron la directora, la psicóloga, el coordinador, dos soldados muy grandes y Él.
Baje la mirada y coloqué bien mis lentes azules, mi corazón quería salir de mi pecho, las manos me sudaban, si, nuevamente tenía los síntomas de mi malestar porque como más podía llamar a esto que tenía.
Dieron una charla más que todo a los varones sobre la importancia de servir a la patria y todo ese rollo de enlistarse a la vida militar, minutos después se fueron.
No se si me vio o cual serían sus gestos pues mis ojos ni se despegaron de mis manos, sólo se que su voz seguia siendo trueno a mis sentidos.
-Vino a verte - dijo Alina, mi compañera.
-Que le vas a decir - dijo Verónica.
-No, no vino a verme y no le voy a decir nada - les respondí mirándolas fijamente.
-Pero no despegó su mirada de ti - dijo Alina.
-Eso es verdad - confirmó la otra chica.
-Dejen el tema - les dije.
Quería levantarme de allí y esconderme, no quería ser objeto de miradas, risas y cuchicheos.
-Viene otra vez y sólo - dijo Rose desde la puerta.
Ese fue el detonante para levantarme, tomé mi bolso y salí por la otra puerta, Él se dio cuenta de mi huida y desvío el camino por donde yo me dirigía. Entré en un salón vacío y allí m siguió.
-Porque huyes de mi? - me preguntó
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Editado: 14.08.2021