Narrador
El tiempo transcurre, las horas se vuelven días, los días semanas, y las semanas meses.
En el transcurso de este tiempo Milagros logra conseguir dos aliados de los de más abajo, pero como era de esperarse los viejos de la mafia, abuelos de Mía y James y con ayuda de Carlo, los lograron eliminar.
James en todo este tiempo no se separó de Mía, la cuida todo el tiempo, en la misma recámara come y trabaja, solo cuando es realmente urgente algo de trabajo sale pero regresa lo más pronto posible. Todo el tiempo le acariciaba el vientre que con el tiempo crecía, le daba besos en el y le hablaba a sus hijos con mucho cariño, siempre les decía que fueran fuertes para poder llegar a conocer.
Él ayuda a darle los baños a Mía con unas toallitas húmedas, la peina y la enfermera la maquilla. Aún estando dormida se ve hermosa, a James solo le falta ver sus ojos, esos ojos que para él son de una hechicera que logró entrar en su mente y con los cual sueña con volver a ver.
La enfermera Victoria también ha sido de gran ayuda en el cuidado de Mía, siempre está al pendiente de los medicamentos de Mía y a pesar de que ella está en coma, algo la asustó pues en una ocasión el monitor del cual esta conectada empezó a pitar, ella corrió y le inyectó un calmante para controlarla. Y así pasó su tiempo y como lo había dicho la doctora luna, cada tercer día hiba a verificar que todo fuera en orden.
Victoria se había acoplado muy bien en su trabajo, hasta le daba tiempo de leer algunos libros de medicina para poder terminar su pasantía. Y aunque al igual que James no se despega de Mía le a dado tiempo de conocer un poco a Jack y ya han tenido dos citas, de las cuales esta muy emocionada.
Por otro lado, Jack ha estado al pendiente del trabajo de su hermano, él es el que va a la oficina en las mañanas y en las tardes se dedica a seguir a Milagros, con ayuda de Carlo y de la tecnología en lo que él es muy bueno, siguen cada paso de esa arpía que aunque consiguió dos aliados no eran ni poderosos ni mucho menos inteligentes pues en un abrigo y cerrar de ojos lograron eliminarlos.
Desde el primer día que vio a la enfermera de su cuñada, le llamó la atención, le gustó la forma en que se sonrojo desde entonces trata de conquistarla.
Mía sigue en coma, su vientre ya no es plano ahora está más abultado. Ella en sus sueños...
-donde estoy? - se pregunta Mía - que es este lugar- se siente tan desconcertada.
Hay un gran campo verde y una sola banca, y a lo lejos se ven unos juegos infantiles.
Al notar los Mía, camina para acercarse más, mientras mas se acerca, se empiezan a escuchar unas risas y mientras más se acerca mis fuerte se escuchan.
-¿quién esta hay? - pregunta con curiosidad, pero no recibe respuestas solo las risas cada vez más fuerte.
Mía se da media vuelta para empezar a buscar, mientras tres pequeños se empiezan a acercar a ella sin que los note, los tres traviesos niños empiezan a caminar muy despacio y se hacen señas para no hacer ruido, cuando están lo suficientemente cerca de Mía cuentan hasta tres con los dedos de las manos y cuando hacen la señal de tres ...
-buuuu - gritan los tres al unísono.
Mía Salta de su lugar y se exalta ahí es cuando empieza a pitar la máquina de la cual esta conectada.
-quienes son ustedes - les pregunta Mía cuando ya se había tranquilizado del susto y se había dado media vuelta para verlos.
Al verlos queda totalmente anonadada pues eran unos mini James, eran dos niños y una niña, preciosos los tres, parecían de esos muñequitos de aparador que no quieres tocar para que no se rompan. Mía había quedado enamorada de esos tres pequeños.
Mía vivía como un deja vu todos los días, para ella era lo mismo jugar con los niños en los columpios, y a las escondidas.
El día que Mía cumplía los cuatro meses de gestación, ella apareció y empezó a jugar con sus hijos, empezaron a jugar a las escondidas pero entonces ellos ya no aparecieron, Mía estaba asustada y gritaba y corría buscándolos.. pero a lo lejos alcanzo a escuchar una voz que conocía muy bien era James como todos los días lo escuchaba hablarle ..
-hola amor, - decía James- sabes hoy viene la doctora luna y vamos a saber que serán nuestros hijos - decía con mucho cariño.
-Yo ya lo sé - decía Mía aunque no la escuchara James.
-como quisiera qu estuvieras despierta para saber el sexo de los niños - seguía hablando James. - todo estará bien ya lo verás
-Eso espero - pensó Mía.
Después de un rato llegó la doctora Luna y a su lado se encontraba Victoria la enfermera.
-buenos días señor - saluda la doctora, mientras se acerca y empieza a acomodar todo lo necesario para el último chequeo de Mía.
-buenos días doctora. - contesta James.
-esta listo para saber los sexos de los bebés - pregunta feliz la doctora.
James solo asiente con la cabeza y mira como están preparando a Mía.
La enfermera ayuda a desa botonar la blusa que tiene Mía, la doctora se acerca y le unta un gel, le pone encima un aparato en el vientre de Mía y empieza a moverlo de arriba a abajo y de un lado a otro y entonces se empiezan a oír unos ruidos como si fueran unos tambores, si una banda de tambores, todos desafinado pero era el mejor sonido que había escuchado en su vida pensó James.
-Como ve aquí- señala la doctora en el monitor y James se queda viendo fijamente - esto que ve son sus hijos, aquí se pueden apreciar a dos de ellos - dice la doctora - ¿quiere saber el sexo? - le pregunta a James.
-si - contesta James con media sonrisa.
él deseaba saber el sexo de sus hijos junto con Mía para después de saberlo empezar a hacer planes sobre la decoración de la recamara de sus hijos.
-Seran dos varones - dice la doctora mientras seguía moviendo el aparato. Hace unas muecas la doctora porque el tercer bebé no se dejaba ver al parecer lo o la tenían cuidando los otros dos bebés. - creo que el tercero no se deja ver - comenta.