La chica de los ojos tristes

Capítulo 11

Ese día que no vigile tu puerta.

Me contó tu nuevo guardia que te vio sonreír. Dijo que eras hermosa.

Sonreí como pude. Mis labios estaban mayugados  y mis costillas destrozadas.

Si por cada hueso roto tu sonreías pues valía la pena que así lo hicieran.

Hubiese querido verte sonreír pero el infierno no tiene puertas de salida.

 




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