Capítulo 9

Juliane

—No olvides lavar el tatuaje —Le recuerdo a la sonriente chica antes de que desaparezca por la puerta.

Ha sido un día agotador, tener a Hugguette ayudando hace que no sean tan pesados, pero no ha aparecido hoy, debería de llamarla.

Busco con la mirada mi celular, lo localizo en una mesa a unos metros, estoy tan cansada que ni siquiera tengo energía para levantarme y buscarlo. Suspiro, la vida de adulto apesta. Y pensar que yo habia empezado la escuela de leyes y la deje por este lugar en medio de la nada.

Escucho detrás de mí la campana de la puerta al abrirse, raro porque no tengo a nadie hasta dentro de hora y media. Volteo la cabeza para encontrarme con mi mejor amiga, le sonrió cuando veo su cara de preocupación.

—¿Qué hiciste ahora? — Pregunto, ya acostumbrada a las metidas de pata de Amelí.

Ella se sienta en uno de los banquillos al frente del mostrador, me siento de mi lado, empezando a reírme porque la cagada debe de involucrar a su padre para que se ponga así.

—Hice algo malo—Murmura, mirando sus manos.

—Eso es obvio, cuéntame querida, ¿qué hiciste?

Me mira a los ojos, su preocupación es grande, está a punto de llorar; borro la sonrisa de mi rostro y tomo entre mis manos las suyas.

—Hugguie no querrá saber nunca más de mí.

Oh mierda. La miro esperando que hable sin necesidad de yo hacerlo también. A ambas nos costo hacer migas con esa chica que hoy llamamos amiga, ambas teníamos miedo de cagarla, ella luce tan… cerrada.

—¿Qué diablos hiciste?

Siento como la rubia comienza a desesperarse, al levantarse de golpe el asiento cae. No parece preocuparle lo suficiente.

—¡No lo sé! —comienza a intentar contarme los hechos— Yo solo… solo le di a Robert su ubicación… y, ¡Ay Jesús! Solo pensé que ellos harían linda pareja y yo…

—Amelí, respira hondo y habla de una puta vez o voy a golpearte.

Su pecho se eleva un poco, demostrando que hace lo que le digo, sin embargo, su pierna no deja de tiritar.

—Cuando Huguette salió corriendo del bar el otro día, Robert la vio, se acercó a mí y me preguntó si su nombre por casualidad no era Summer—narra Amelí, levantando la vista al pronunciar el nombre, contrariada—, le dije que no, pero que podía darle su número de celular o la dirección, ya sabes, solo quería ser amable… —Se calla.

La observo esperando que termine de hablar. Parece que va a llorar y eso me preocupa.

Pongo una mano en su hombro, apretándolo en señal de apoyo.

—Termina ya, Am.

—Llamé a Hugguie y cuando le dije lo que pasó… parecía enojada. —Y ahí están las lágrimas.

El llanto de Amelí tranquilamente podría hacerse pasar por el de un delfín siendo aplastado.

Rodeo la mesa para poder abrazarla mientras llora como si algo realmente grave acabara de ocurrir.

Así es la rubia, energía andante, una magdalena llorando. Ames odia llevarse mal con otras personas, no soporta que se enojen con ella y este es el claro ejemplo.

—Oh, vamos Ames, apuesto lo que quieras a que ella ni siquiera está enojada contigo. — Intento tranquilizarla.

La verdad es, que no conocemos suficientemente a la chica de los tatuajes como para saber si está enojada de verdad o solo es algo leve. Hugguette es una persona cerrada, de poco habla y mucho pensamiento, casi siempre sus respuestas son cortas, vagas y, algunas veces, poco concisas; pero le hemos agarrado cariño, pues ella es servicial y atenta, también es bastante observadora.

Pero nunca sabrás que pasa por su mente, es serena, pocas cosas la perturban, o al menos es lo que nos demuestra.

—¿Crees que me perdone? —La voz de Amelí me trae de vuelta a Tierra.

Sus ojos claros se encuentran con los míos; los tiene rojos, al igual que el resto de la cara. Le sonrío.

—Por supuesto que lo creo—respondo—, Ella no se enojaría por e…

Mi voz es callada por la puerta siendo golpeada al abrirse, una furiosa Hugguette aparece, lleva el pelo mojado y un vestido de Hello Kitty, va descalza y bastante enojada.

—¿Qué diablos está mal contigo? —No me habla a mí, sino a la rubia que aún sigo rodeando con los brazos.

Amelí no responde de forma verbal, más bien lo hace vomitando.