James volvió esta vez con Ben a la casa en la noche. Luna les esperaba en las escaleras. Está vez Luka no venía con ellos.
Ben traía con el una cajita de regalo. Ambos muchachos se sentaron al lado de Luna en las escaleras. Ella tomó la cajilla y la abrió. Dentro había una cámara rosa y de juguete. Ella miró a los dos chicos.
- No me gusta el rosa. Prefiero el morado.
-¡ Te dije que comprase el lila!- le regañó Ben a James.
- ¿Y yo que iba a saber? Las chicas prefieren el rosa normalmente.
- Eso es muy clasista para que lo sepas.
- ¿Acaso tú sabías que iba a acertar con el color?- James se cruzó de brazos y miró a Ben fijamente a los ojos frunciendo el ceño.
- Las chicas tienen mucho más colores que les gustan. No todo es rosa. Eso lo hacen las "pick me " o las que se creen "coquetes" y demasiado pijas.
Luna desconocías aquellas palabras y se quedó observando la discusión. Empezó a aburrirse de ellos y ojeó la pequeña cámara. Sin querer presionó un botón y el flash le pegó de lleno en toda la cara. Luna se quedó embobada por unos segundos y , luego, notó como la cámara imprimía rápidamente un papel con su cara. Se asustó y tiró el objeto.
James no pudo evitar contener su risa y cogió la cámara.
-¿ Nunca has visto una cámara?
- Las recordaba distintas. Esa cámara es de la palma de mi mano.
Ben se encogió de hombros con indiferencia.
- Actualmente venden muchas chorradas en los chinos que son curiosas.
- ¿Cómo que en el chino? Los chinos son personas nativas de China, no un lugar- la voz de Luna sonaba robótica.
- Así llamamos las tiendas de los chinos.- aclaró Ben.
- El chino.- James dijo con un tono de suspense.
A continuación Ben le pidió a Luna que sonriese y se quedase quieta. Se sentó a su lado junto a James y sacaron una foto. Aparecían los tres en una simpática imagen. Luna se levantó y empezó a correr por el pasillo. Se dirigió hacia una puertecilla de su tamaño detrás de las escaleras. Ella se metió. Ben y James, que eran más altos que ella, se miraron entre ellos dos antes de entrar dudando. Cuando se adentraron quedaron maravillados por una habitación llena de luciérnagas en medio de un lago de agua con cisnes negros.
James se acercó al agua y, efectivamente, era agua real dentro de una casa. El lugar parecía estar sacado de un sueño. Luna le pidió a los dos chicos acercarse.
-Quiero sacar una foto a esta habitación.- le entregó la cámara a Ben
-¿Esto es una habitación?- James dio un poco par de vueltas para analizar el paisaje de la supuesta "habitación"- ¡Pero si estamos en medio del campo!
Ben le enseñó a Luna a sacar una fotografía. Las luciérnagas fueron capturadas en una imagen. Luna sonreía y siguió sacando fotos .
- Luna, ¿ cómo es esto posible?- Ben intentó pillar una luciérnaga con su mano.- Está casa es increíble.
- ¡Mirad!- llamó James a los dos.- Tengo una en la nariz.
Luna suspiró y buscó las palabras adecuadas para explicar lo que debía, lo que realmente eran esas luciérnagas.
- No son simples luciérnagas, son un símbolo: un recuento de cuánta gente a muerto aquí...