La Chica De Un Zimmerman (zimmey libro 2)

—3—


Las horas de vuelo habían sido cansadas, durante las primeras horas me empecé a sentir mal, hubieron turbulencias y mi estómago no lo podía resistir. Masqué un poco de goma, recosté mi cabeza en la almohada y acabé cubriendo con la colcha que la aerolínea brinda. Desperté justamente una hora antes del aterrizaje. Sonreí al ver que la persona que era mi acompañante, iba muy interesado en la lectura. Algo en aquél libro llamó mi atención, era el que yo escribí. Mi ser invivible, al inicio no quiso saber nada, por lo cual, al abordar me encerré en mi mundo, ni siquiera había notado que mi acompañante de asiento era una chica. Entonces yo inicié una plática casual, preguntándole por el libro, dijo que le parecía interesante, y que su novio se lo había regalado por cumplir un año juntos ya que sabe que le encanta leer. Él no es de América, estudia en alguna parte de Europa, y ella está realizando el viaje para darle una sorpresa —Me quise morir— Tanto amor que ella desborda por su chico. Fue cuando ella al fin dejó la lectura por un momento y se detuvo a observarme, colocó el separador en medio de las hojas para no perder la línea por donde iba y por un momento miro la contra portada, me sonrió y dijo: Eres tú, Phoebe Grey, la escritora del libro. ¿Me lo firmas? Y si no es mucho pedir, ¿Podrías escribir una dedicatoria por nuestro aniversario? Le va a encantar si se la adjunto a mi regalo.

Mi vida no puede ser más miserable.

Al final le sonreí a medias e hice ambas cosas, hasta dibujé un corazón al final de mi firma en cada una. Que su amor sea por siempre, finalicé. Durante el tiempo restante mantuvimos una conversación sobre el romance, el amor verdadero y la felicidad junto al ser que amas. Aunque eso sólo sirvió para estrujarme un poco más mi sufrido corazón, me dió la idea perfecta para terminar mi historia.

Al bajar del avión lo primero que hice fue sacar el macbook para escribir, tras días de sequía... Mi diosa de la escritura salió a flote. Durante media hora sostuve una pelea con mi escrito, aparecían letras y luego las borraba. Ahora, he terminado, le doy enviar y lo cierro. La persona que me espera ha empezado a impacientarse, cuando estoy lista le aviso y emprendemos el nuevo viaje. Y es que aún faltan algunas horas para mi destino final.

Habrán pasado ciertamente poco más de cinco horas, el viaje es largo, bastante extenso y mi trasero empieza a sentir los estragos. Me he mantenido en silencio, bajo la necesidad de meditar y pensar cada palabra que pudiese salir de mi boca. Estoy vacilando, vacilo en mis pensamientos, ¿Qué dirá? ¿Qué pasará entre nosotros?... ¡Porque estoy embarazada!. He tenido un viaje cansado, tanto que a anochecido, al igual que cuando tomé el vuelo, podría haber cogido el jet privado de Christian Grey, pero entonces no habría valido tanto la experiencia como ahora.

—Terminarás sin uñas de continuar haciendo eso, tía. —Murmura la voz de la chica que me acompaña en esta expedición. Ella es Luz, la dulce prima de Paul y mente maestra de este viaje. De no haber sido por su ayuda, claramente no habría realizado este viaje. Sobre todo porque me hubiese topado con pared en Múnich, ya que el chico no está ahí,  sino inmiscuido en la villa de sus padres en Jerez.

—Estoy nerviosa, yo no hago estas cosas, de lo contrario, ten por seguro que mi padre habría cortado mis manos. Son parte de esa delicada línea escrita donde dice que es mala educación, seguida de muchas cosas que están mal. Quiero hacerme una idea de su reacción, la verdad es que no quiero regresar arrepentida a Seattle por haber realizado este viaje en vano. —El sufrimiento de tantos días se apega en mi pecho, haciéndome sentir el mismo dolor que he vivido todo este tiempo. —Le temo a que sea demasiado tarde, ¿Sabes? Esperé un mensaje, una llamada, y ya por último un correo maldiciendo mi existencia. Pero no recibí nada, entonces pensé que él quería poner un poco más que distancia entre nosotros. Le imaginé odiándome, lamentando el día en que nos conocimos. Y todo por mi culpa, yo causé todo esto.

—Mi abuelo siempre dice que errar es de humanos, tal vez el error fue de ambos, no sé muy bien como va la historia, pero me sentí mal al ver la desolación en que se ha condenado a vivir desde que anunció su visita, que más que eso es su destierro. Ha llegado solo dos veces a casa y sólo porque el agua potable ha fallado. Es verdaderamente desconcertante ver al más alegre y risueño de los Zimmerman sumido en casi una depresión. —Sus palabras me hacen llorar, ¡Ay, Cristo! Que estoy sensible ¡Joder!

— ¡Dios mío! Soy un ser cruel, yo lo provoqué. Nunca imaginé que estarías así...

—Vamos, que no solté mi lengua para hacerte sentir mal. — Se recorre un poco en el asiento para tender su brazo sobre mí. —No quería eso, mi intención fue hacerte saber que él también ha pasado lo mismo que tú. Sólo que es hombres, los hombres se niegan a que les hieran el ego otra vez. Al inicio pensé que solo era una simple pena de amor, que se le iba pasar tarde que temprano, pero resulta que el chico está cada vez peor. De corazón, quiero que arreglen sus cosas.

—No es fácil, le herí mucho. Lo pude ver en sus ojos y escuchar en su voz, herí algo más que su ego. Y todo porque sentí miedo, ni siquiera tengo claro el porqué lo hice. Mira que irónico se torna esta situación, la principal razón por la cual no quise aceptar lo que me ofrecía en su momento, fue porque temía la reacción de mi papá, de sus padres. —Doy un pequeño suspiro. —Él me dijo que me amaba, todo era... Perfecto, pero no le correspondí como él hubiese querido, me negué ante mis sentimientos, y todo porque entré en pánico. Me siento un humano terrible. Tú, ¿Alguna vez te has enamorado tanto que le necesitas para estar bien? Yo sí, pero me di cuenta demasiado tarde. Cuando ya el dolor era insoportable. Y Paul estaba lejos.

—Si debo ser sincera, he de asegurarte que no soy mucho del romance en lo personal. Es decir, las parejas no se me dan nada bien. Soy caótica como mi madre en su matrimonio con mi padre, luego conoció a alguien y es su chico especial. Lo mismo sucedió con el tito Eric y la tita Jud, antes de casarse sostuvieron una pelea o algo así, entonces yo le dije a la tita que merecía una oportunidad, y es que ellos son una hermosa pareja. Pero yo no estaba demasiado ofuscada buscando a mi alma gemela, ahora tengo una feliz relación con el chino loco. Sin embargo, estoy destinada a descubrir parejas perfectas. Supe que eras la ideal de mi primo, por lo mal que se ha puesto. Y luego dicen que las tías somos dramáticas. —Murmura lo último en un tono divertido que me hace reír. —Anda, que pensé que no sabías sonreír, justamente eso es lo que necesita Paul.



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En el texto hay: pareja, romance, amor

Editado: 29.08.2020

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