La chica del bus

I Capítulo (ACTUALIZADO)

...porque el amor no es una casualidad.

 O si?


...

 

Recuerdo aquella tarde saliendo de la universidad, el sol apenas asomaba su ausencia en el horizonte, las aves iban acompañadas unas de otras, una señora con una pequeña niña inquieta sentada a mi lado en aquel paradero, ya no podía ser más horrible mi día.

A lo lejos se veía mi bus acercándose, ¡Por fin! Sólo faltaría que… ¡Claro! Iba lleno, ni modo, no me quedaría ahí ni un minuto más. Subí, pagué y me quedé ahí parado, entre tanta gente, incómodo, estresado al tope, mi mala cara alejaba a todo el mundo, eso sí era genial… bueno, pasaron unas cuantas calles antes de que se bajara la multitud, pareciera que iban juntos, ¡era asqueroso!

Me senté en la parte de atrás, en el antepenúltimo lugar. Como de costumbre saqué mis audífonos, justo en el momento en que me los pondría, el bus frenó y me fui de golpe contra la silla del frente, ¿Qué le pasa a este idiota? ¿No sabe manejar esta porqu…

No pude terminar de renegar al ver que se subiría una encantadora chica, impactado con su belleza, decidí callar y observarle detenidamente. Era la chica de mis sueños, cabello castaño, a la altura de sus hombros, estatura promedio quizá, levemente delgada, era perfecta, pero al voltearse… ¡Por Dios! Su cara era hermosa, sus cejas tenían la forma perfecta, unos lentes un tanto anchos de marco negro cubriendo sus grandes ojos, labios rojos, nariz discreta, mentón delicado, y sus mejillas…. *suspiro* dos hermosos hoyuelos masacraban sus mejillas sin compasión, me encantaban. Caminó unos cuantos pasos y se sentó dos sillas por delante de mí, yo aún estaba impactado, era muy bella, y por primera vez en mi vida sentí lo que curiosamente llaman amor, aunque claro, si todo ese hormigueo en mi rostro, el vacío en mi estómago y sentir mi corazón palpitar en mi garganta es amor, entonces sí, estaba enamorado por primera y quizá única vez; no pude creer que aquello pudiera volverlo a sentir con alguien más, a primera vista, muy idiota y todo, pero así era. Pasaron unas cuantas calles y yo le seguía mirando desde atrás, entonces, sucedió lo que no quería que sucediera, ¡se levantó! Cuánta mierda junta… se levantó, pero, me miró, caminó despacio y se sentó a mi lado… ¿Qué? ¿Se sentó a mi lado? ¿De qué se trataba? No lo sé, traté de mirar por la ventana, haciendo de cuenta de que ella no estaba allí, hasta que escuché un – Disculpa…

¡Por Dios! ¿Sería cierto? Me volteé inmediatamente, mi cuello casi sufre un tortícolis.

– ¿Me podrías dar la hora? – Su tono de voz era perfecto, su delicado timbre, era melodiosa, ideal, me cautivó.

– 5:43pm – Dije cuidando mi afinación, llevaba mucho callado, no quería una sorpresa de mis cuerdas vocales.

– Te agradezco, pero, en realidad ese no era el motivo por el cual me senté aquí… Lo cierto es que cuando me subí te vi, y no sé tú, pero yo creo en el amor a primera vista y quise intentarlo – ¿Qué? ¿Era un sueño acaso?

– ¿Cómo te llam… – No alcancé a preguntarle gracias a un fuerte frenón de nuevo, entonces desperté, reaccioné, y aquella chica aún seguía sentada a dos sillas delante de mí, todo había sido parte de mi imaginación, no era raro en mí, es muy común en mí el soñar despierto. Pff, de nuevo a la realidad. Opté más bien por ponerme mis audífonos y olvidarle.

 

Al día siguiente al salir de clases, el mismo escenario, un atardecer a punto de caer en la depresión por su partida inminente, un clima perfecto que me caía al culo, pero al menos estaba solo en el paradero; ese día tardó más de lo normal el bus y yo ya tenía un estrés que me mataba, al llegar el bus, subí y me hice en el mismo lugar de siempre. Me puse los audífonos y me sumergí en mis pensamientos. Antes de que pudiera recordar a aquella chica de la tarde anterior, el bus paró… Era ella de nuevo, ¡Oh por Dios! Eso sólo significaría una cosa, me la seguiría encontrando más de seguido, pues, estaba en mi ruta y se seguiría montando en el mismo bus, a no ser claro que no concordara de nuevo con su horario… Me percaté de que otro chico iba a mi lado porque me dijo:

– ¿Qué linda verdad? Provoca hacerle de todo – Dijo mientras sonreía, yo lo miré con desprecio y asco y, mejor me giré hacia la ventana y subí volumen a mis audífonos.

De reojo miraba a aquella chica, que esta vez estaba mucho más adelante de donde estaba yo. Esta vez estaría pendiente del lugar en donde se bajaría, estuve alrededor de 20 minutos mirándola a cada instante, sentí que me vibraba la pierna izquierda, ¿Sería tanta la emoción? Estaba loco en realidad, era mi celular, mi madre llamando, le contesté, me había llamado para que nos viéramos en el centro de la ciudad, le colgué y cuando miré a la chica, ¡Vaya sorpresa! Ya no estaba, pff, ni modo, ya estaba cerca de donde había acordado verme con mi madre así que anuncié mi parada, esa tarde, casi noche fuimos a comprar un obsequio para un amigo suyo que se casaría.



#46642 en Novela romántica

En el texto hay: destino, pasion y deseo, amor

Editado: 08.04.2019

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