Terminó esa semana antes de que yo pudiera iniciar a trabajar, iniciaba el lunes muy temprano, debía estar allá a las 7 am y para mí, eso era lo peor de todo, trabajaba seguido hasta el mediodía, luego saldría a almorzar, tendría una hora para hacerlo y luego entraría nuevamente a la 1 pm y trabajaría el turno restante que terminaría a las 7 pm, en total eran doce horas, once horas laborales y una de almuerzo. Estaba listo según yo y entonces el lunes llegó.
Esta noche al llegar a mi casa, por Dios, casi no llego a mi casa, estaba exhausto y siendo el primer día, cuando creí que no me iría tan mal, que no sería tan difícil puesto que era mi primer día; pero nada de esto valió, si quería trabajar debía hacerlo de la misma forma en la que lo hacían todos, entonces así fue. Entré a mi cuarto y cené allí, dejé los platos en la mesita de noche y dormí como si no hubiera un mañana.
A la mañana siguiente aún me sentía cansado, no me había servido mucho dormir al parecer, pero bueno. Desayuné y me fui al trabajo.
Así fue el día siguiente y el siguiente y el siguiente, cada vez me sentí un poquito menos cansado, fui tomando rutina y mi cuerpo la aceptó, de igual forma no tenía más opciones. Así pasaron los días y unas semanas hasta completar mi primer mes y mi primer sueldo, esa fue la mejor parte de todas, recibir el dinero que había hecho con tanto esfuerzo, sufrí mucho por la tentación de ir a gastarme el dinero, pero todo estaba destinado para un sólo objetivo y debía ser así. Por suerte, mi madre recibía la pensión de papá por lo que no debía hacer más que ahorrarla o de lo contrario mi mamá no me ayudaría con eso. Mi papá llevaba 10 años desde que se había quitado la vida, lo encontraron a las afueras de la ciudad, dentro de su carro con un revolver en su mano izquierda y una herida de bala que atravesaba su cabeza desde el paladar hasta la coronilla, toda la investigación apuntó a que había sido un suicido, además, mi papá era zurdo; lo que nunca he podido comprender, ni siquiera mi mamá, es el ¿Por qué se suicidó? Él vivía bien y era feliz, eso nos demostraba a diario hasta ese día en el que simplemente desapareció. Yo sólo tenía 11 años y fue lo más difícil que he enfrentado, aun lo sufro y me duele, siempre lo extraño y quiero ser tan bueno como él lo fue con mamá, espero así sea.
Ese primer mes le escribí esta carta a Nataly.
Carta del primer mes:
Hola Nataly, espero estés tan bien como me imagino que lo estás, te envié un mensaje de texto pero al parecer no te llegó, supongo que no importa.
Te escribo porque sabes que soy un iluso y quiero contarte unas cuantas cosas, sin saber a dónde enviaré esta carta, y teniendo presente que seguramente jamás sabrás de ella, lo haré.
Dejé la universidad, ya sé que suena loco pero es por una buena causa y ya lo verás, bueno, espero que lo veas; en realidad no sé ni para qué te escribo si sé que no llegará a ti ni un solo pedazo de este inerte papel. Me siento muy tonto pues ya estoy hablando conmigo mismo y se siente feo.
Quisiera que recibieras esta carta, quisiera saber de ti, deseo volverte a ver y que pasé lo que deba pasar, es extraño pero siento un enorme vacío desde que te fuiste, creí por un breve momento que todo pasaría, pero ya ves, han pasado casi dos meses desde la última vez en que nos vimos pero aún sigo aquí, esperando un tonto destello de tu sonrisa esclavizante. No sé realmente si todo va a salir de acuerdo al plan, pero espero así sea.
PD: Omite lo del plan, no es nada.
PD #2: Anhelo verte pronto.
Con cariño, Matt.
Decidí amarrar esa carta a la pata de una paloma y simplemente enviarla al aire, quizá, si la magia existe y el universo conspira para conmigo, la carta llegaría a manos de Nataly, o por algún medio la recibiría. Sólo esperé así fuera.
Así pasaron los primeros cuatro meses, la misma rutina, el mismo cansancio, y al día del pago me alegraba sentir cada vez más cerca el viaje, a Nataly; Cada mes le escribí una carta y la envíe de la misma manera.
Carta del segundo mes:
Hola Nataly, ya pasó un mes más y no recibí respuesta tuya, supongo que la carta no te llegó, sería una locura si así lo fuera pero tal vez esta sí resulte.
Todo marcha bien en el trabajo, cada vez es más fuerte porque según el jefe estamos alcanzados con el pedido; lo hago tan bien como puedo, por ti en realidad, eres mi motivación.
Mi madre te manda saludos aunque lo dice como en motivo de burla, cree que estoy loco y lo peor de todo es que me parece que si lo estoy, pero por ti.