La chica del flamenco

VIII

De repente la idea de que el final de mi vida estuviera tan cerca me parecía tan lúgubre como deprimente, por ello decidí volver a casa y regresar a la cama.

Le envié un mensaje a Eve rogando que dijera que sí.

-Puedes cubrirme hoy?No me siento bien.

Su respuesta no tardó en llegar. Un pulgar apuntando hacia arriba fue todo lo que envió y por el momento me conformaba con ello,

Dejé el celular bajo mi almohada y me tumbé boca abajo sobre esta.

A veces odiaba mi vida.Y cuando decía a veces, quería decir la gran mayoría del tiempo, pero ese era un punto que ya había dejado en claro en esta historia.

La gente me miraba y juzgaba por quien era , por como me comportaba y era consciente de que muchos rumores sobre mí corrían por las calles de este infernal vecindario, y me daba igual.Con el tiempo había aprendido a no darles importancia.

Después de todo, no importara lo que hiciera, siempre sería la niña que había perdido su rumbo luego de que su madre había muerto y de la que sentían pena porque su padre se había vuelto en uno de los peores apostadores del mundo,

Y a todos esos títulos se le había sumado uno nuevo. El de la zorra del lugar.

Sabía quien era la que lo había comenzado , sin embargo no era una persona que valiera la pena mencionar. Ella pensaba que hacía esto y que debía tener escrito en mi pared los nombres de todos los chicos con los que me acostaba.

Para ella era una conquistadora empedernida y no me parecería raro que dentro de poco anduviera diciendo por allí que cobraba por mis servicios, pero la verdad es que no me acostaba ni con la mitad de los chicos con los que decían que lo hacía, solo jugaba con ellos y los dejaba cuando me aburría.

Era una simple manera y bastante efectiva para dejar atrás mi vida de mierda por un rato.

El teléfono vibro debajo de mi almohada . Lo busqué a tientas y el brillo de la pantalla casi me deja ciega.

-Diablos-tapé mis ojos con mi mano.

Un mensaje de un número desconocido iluminaba la pantalla.

-Mañana quieres ir a la playa? Digo, si tienes el día libre.C.

La idea de pasar el día en cama contra pasarlo con un lindo chico en la playa me parecía más que encantadora.

-A qué hora pasas por mí?-respondí antes de cerrar mis ojos de nuevo y rendirme ante el sueño.

 

 

 

 




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