La salida al cine fue una de las mejores decisiones que había tomado en el último tiempo.
Y eso no pasaba muy a menudo. Si por algo era conocida , era justamente por lo contrario. Y mi reciente estadía en la cárcel era prueba de ello. Siempre había andado con los chicos incorrectos, con los amigos que me llevaban por el camino equivocado y juro que el 90% de las veces había pagado las consecuencias de ello.
Algunas más dolorosas que otras. Otras más divertidas que el resto.Pero todas terminaban siendo buenas anécdotas para contar algún día a mis sobrinos.Porque estaba en mis planes tener hijos.
Eso no estaba en mis planes ni por asomo.Mi vida se basaría en convertirme en una de esas personas que viajan por el mundo, probando nuevos sabores, nuevas culturas, conociendo nuevas personas.Y si encontraba el amor, tendría suerte de hacerlo , pero la palabra hijo no era una que estuviese incluída dentro de mi vocabulario.
Era simplemente demasiado egoísta para ser madre.
El teléfono de la sala sonó y corrí a atenderlo dejando de lado la olla donde estaba cocinando el famoso guiso de mamá.
-Hola.
-Hola chica del cine.
-Ese es mi nuevo apodo?
-Afirmativo.
-Y cual debería ser el tuyo?.- pregunté curiosa.
-Puedes llamarme simplemente Chris, en lugar de Christopher.
-Pero me gusta decirte Christopher, te hace más misterioso.
-Misterioso yo? Si soy prácticamente un libro abierto.
-Claaro-dije intentando que el sarcamo no se notara demasiado en mi voz.
-Te he contado todo sobre mí.
-Seguro?
-Bueno.No todo, y es por eso que te llamaba.
-Ay por favor, no me digas que eres casado y tienes 4 hijos.
Su risa resonó tanto que estaba casi segura que se escuchó por toda su casa.
-No, claro que no. Pero llamaba para invitarte a un concierto de una banda mañana en el festival.
-Quien toca?
- LP.
Mi respiración se cortó cuando escuché eso. Llevaba meses obsesionada con su música.
-Es una cita-dije sin pensarlo.
-Nos vemos mañana al mediodía.Preparate para estar en el backstage.
-Nos…nos vemos-respondí antes de cortar.
Tarde había tomado consciencia de lo que había dicho.
Es una cita? En serio? Y lo peor de todo es que ni siquiera lo dije en broma, no lo dije porque me parecía la oportunidad ideal para seguir jugando con él.
Me senté un momento para evaluar lo que estaba sucediendo. Porque las cosas habían estado demasiado raras para mí desde ese momento en el que lo besé en el auto.
Y eso es lo raro, fui yo la que lo besé.Porque lo deseaba, porque sentía que me moriría si no lo hacía. Y en ese momento me dí cuenta de que estoy ya no era un juego.
Este juego se había terminado hacía tiempo ya.
Estaba comenzando a enamorarme de Christopher y lo único que deseaba es que él sintiera lo mismo porque si no la iba a pasar feo y no habría algodón de azúcar , ni palmaditas reconfortantes por parte de Eve que hicieran que este dolor se fuera.
Un fuerte olor inundó la cocina. Había olvidado apagar la cocina y ahora nuestro almuerzo estaba arruinado.
Me acerqué cautelosamente a la olla donde el pobre guiso estaba y me di cuenta de una cosa .
Tanto esa asquerosa comida que tan perfecta y deliciosa se veía estaba tan jodida como mi vida y mi corazón. Arruinados.