Ya llevaba varios días viviendo en la casa de Chris.Y cuando el decía que viviría con él, no pensé que se refería a esto.
El chico tenía una para él solo en el patio. Y cuando decía que era una casa , lo era una con todas las palabras. Tenía dos pisos, y una pequeña pileta en lo que supongo que era un subpatio o algo así.
El dinero que tenía esta gente me sorprendía , pero lo que me llamaba aún más la atención era la humildad que cargaban.Siempre había creído que la gente rica era arrogante, asquerosa y demasiado ruda.
Lo creía porque había tenido que lidiar lamentablemente con gente como ellos por mucho tiempo.
Mi madre había trabajado para una familia rica de esta ciudad, nunca supe de donde habían sacado tanto dinero pero lo tenían todo.Sus hijos incluso tenían una montaña rusa en el patio. Peor nunca me dejaron jugar con ellos, pues yo era la hija de la críada.
No tenía derecho siquiera a dirigirles la palabra.Era una escoria prácticamente.
Pero la familia de Christopher era como una cualquiera, no pensaban que eran mejores que los demás por tener una cuenta más abultada que la del resto.
Y eso es lo que me gustaba de ellos.
Los días en aquella casa pasaba con una normalidad que asustaba. Pero lo que más me asustaba era como me sentía.
Todo iba bien hasta aquella noche, en la que tuve una pesadilla.
Estaba en un día normal dentro de la feria, el final se acercaba y había más gente de la normal, pero de alguna manera alguien en ese lugar se destacaba del resto. Había algo raro en su mirada, algo siniestro y lamentablemente esta se posó sobre mí.
Quería huir de allí, pero había algo que me ataba al suelo, y no podía correr, no podía moverme.
De un momento al otro, esa figura estaba frente a mí, sosteniéndome del brazo con fuerza,y se acercó a mi para poder susurrarme al oído: ya fuimos tras tu hermana y tu padre.Eres la siguiente.
Me desperté de un saltó y me senté en la cama. Mi corazón parecía que se iba a escapar de mi pecho y mis ojos se anegaron de lágrimas.
No quería volver a cerrar los ojos por miedo a lo que pudiera pasar.No me sentía segura ni siquiera en la seguridad de mi mente.
Tomé mi manta y me envolví con ella para salir de ahí . Crucé el pasillo que separaba mi habitación y la de Chris . Golpeé a su puerta.
-Tuve una pesadilla-dije apenas esta se abrió.-Puedo pasar?
El asintió y me dejó entrar.
-Ven aquí-me hizo un lugar en su cama- Conmigo estarás segura.
Ni bien puse la cabeza en la almohada y sentí su brazo rodeando mi cintura supe que nada malo me pasaría mientras durmiera.Al menos ahí estaría a salvo.