Tan solo quedaban 5 días para que el festival terminara y eso me ponía de buen humor sobre todo porque tendría más dinero y podría pagar la deuda.
La familia de Chris se había ofrecido gentilmente a poder ayudarme con el dinero , pero yo no quería que las cosas quedaran así, por eso los convencí que a cambio trabajaría para ellos.
Especificamente , para la madre de él. Sheila era decoradora de interiores y trabajaba para los grande de la industria.Una vez me contó que me había tenido un programa en el canal Home & Health , pero tuvo que dejarlo cuando quedó embarazada de la hermana menos de Christopher.
Ahora se encargaba de manejar su propia empresa y en el tiempo libre jugaba a pintar casas de muñecas para su pequeña hija. Era increíble la cantidad de casas que podía tener una pequeña niña. Y ni siquiera tenían el tamaño normal, eran pent house para muñecas.
Mi Barbie sentiría bastante envidia si viera esto. Conmigo solo había vivido en una pequeña casa hecha con una caja de zapatos. Pero durante ese tiempo la hice sentir la muñeca más dichosa del mundo.
-Puedo pasar?-la voz de Sheila se escuchó del otro lado.
-Claro-respondí mientras terminaba de hacer la cama.
Habían señoras que se encargaban de ello,pero ya que me estaban dando estadía gratuita lo mínimo que podía hacer era ordenar por mi misma mi dormitorio.
-Sabes que tenemos gente que se encarga de ello-me miró con una sonrisa en su rostro.La clase de sonrisa que solo una madre puede dar.
-Lo sé,pero no me siento muy a gusto sabiendo que les doy más trabajo.Después de todo estoy viviendo aquí gratis.Esta es mi manera de decir gracias.
Su mano se posó sobre mi hombro y le dio un pequeño apretón.
-Estas lista para mañana?
-Lista pero nerviosa.
-Tu quédate tranquila.Nadie morderá .Solo tienes que responder teléfonos y si viene alguien que admires tienes mi permiso para pedirles una foto y un autógrafo.
-Gracias-mordí mi labio antes de hacer la pregunta que venía formulando en mi mente desde la pasada media hora-Puedo tomar el auto para ir a mi casa a buscar un poco de ropa?
-Seguro que si-sacó las llaves de su bolsillo-Cenamos a las 8-dijo antes de salir.
Abrí la puerta del garaje y me subí dentro del Porshe. Inhalé, amaba sentir el olor del cuero, era algo de otro mundo.
Conduje varias cuadras hasta llegar a casa.
Se sentía tan surrealista venir de vuelta aquí.Habían pasado varios días desde que no ponía un píe dentro de este lugar y me preguntaba si algo había cambiado. Que más habría desaparecido.
Puse la llave y la giré, golpeando un poco la puerta para que esta cediera y se abriera.
-Hola-grité-He vuelto.
Nadie respondió. Volví a gritar pero nadie respondió. No los culpaba. La última vez que me vieron dije que me iba a un concierto y no me volvieron a ver desde ese día.
Entré en la cocina y una parte de mi deseaba no haberlo hecho.Mi padre estaba tirado en el piso y había un gran charco de sangre debajo de él. Un cartel estaba pegado en su pecho.
“Tu eres la siguiente”
Mi peor pesadilla se había vuelto realidad. Tenía que entregar el dinero lo más rápido posible antes de que sea demasiado tarde.