La chica del flamenco

XXIII

Aquel día la ambulancia tardó más de lo normal en llegar a casa.Era consciente que no vivíamos muy cerca del hospital por lo que el riesgo de que mi padre no sobreviviera a esto era alto.

La bala había impactado en muy cerca de su corazón y había perdido demasiada sangre.

Afortunadamente , llegamos a tiempo y pudieron extraerla. Eso había pasado hace 3 días.

Y no me había movido de su lado desde entonces.

Muchas personas habrían pensado que estaría molesta con él, después de todo él nos había metido en este lío.Él solo se había metido en este problema . A veces deseaba que fuera normal , un padre que va y vuelve del trabajo e intenta rearmar su vida amorosa luego de haber perdido a su esposa.

Pero él era lo opuesto a eso. Sin embargo no podía dejar de amarlo.Era mi padre después de todo.

Los médicos le daban el visto bueno a su evolución.Decían que si seguía asi podía salir dentro una o dos semanas, si las cosas no se complicaban.

Dentro de todo era un hombre sano , y eso le había jugado a su favor. No quiero imaginar  donde estaríamos parada ahora con mi hermana si las cosas se hubiesen complicado y hubiésemos perdido a nuestro padre. Teniendo en cuenta mis antecedentes y nuestro estilo de vida era muy probable que me quitaran el privilegio de la custodia de ella y nos separaran.

Una enfermera salió de la habitación y se acercó a mí. Traía consigo todos los elementos que hacían falta para bañar a mi padre.

-Creo que te sentaría bien un café-me dio una sonrisa de compasión.-Hay uno muy bueno aquí a la vuelta.

-Podría ir al que está en la planta baja.

-Yo creo que te haría bien despejarte un poco-dijo.-Ve.

-Está bien , vuelvo dentro de una hora.

-Tomate tu tiempo.Él estará aquí cuando vuelvas.

Bajé por el ascensor.Realmente estaba muy cansada para usar las escaleras.

El día estaba frío per no podía quejarme , eran mis días preferidos.

Tomé mis auriculares y los coloqué en mis oídos.Linkin Park sonaba a través de ellos , llevándome a otro mundo.

-Oh Dios, como te extraño Chester-murmuré por lo bajo para que nadie me escuchara.

Cuando iba doblando en la esquina , alguien me tomó por el cuello y colocó en mi boca un trapo , con lo que supuse que era algún tipo de sedante, como cloroformo o algo asi.No pude pensar demasiado porque perdí la consciencia rápidamente y no la recuperé hasta despertar en un lugar oscuro, para descubrir que solo me habían dejado en mi ropa interior y estaba atada a una silla.

Me habían atrapado.Y una parte de mí, sabía que mi fin había llegado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




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