XXIV

Había pasado las últimas veintucuatro horas alimentándome a base de agua y galletas viejas.

La persona que vigilaba de mí estaba en una esquina de la sala, viendo la vieja televisión, supongo en un intento de hacer su miserable vida menos …miserable.

La puerta del lugar se abrió y un tipo que apenas pasaba por ella entró. Llevaba uno de esos trajes caros que tantas veces le había visto usar al padre de Christopher y fumaba un puro.

-Sabes por que estas aquí?-preguntó mientras se acercaba a mí.

Podía oler su aliento a alcohol antes de que llegara a mi lado.

No me molesté en su absurda respuesta.La respuesta era más que obvia.

-Dije-tomó mi cara con fuerza-Si sabes por qué estás aquí?

-No.

Podría haberle escupido el ojo, podría haberle pateado.Pero no quería arriesgarme.No era  una superheroína de esas películas que veía , tan solo era una chica de 20 años que había sido vendida por su padre.

Nunca pensé que iba a decir esto, pero esperaba que se pudriera en ese hospital.

-Estás aquí porque tu padre me quitó lo que más quería. Y no, no hablo del dinero.Obtengo millones de pobres diablos como él. Me quitó a la mujer que más amaba.Tu madre.Ella era mi prometida. Era lo único que me mantenía vivo y lejos de esta vida de mierda,hasta que lo conoció a él . Al principio decidí no darle demasiada importancia.Pero cuando la ví con una maleta en la puerta de casa , supe que se había terminado todo y el bastardo de tu padre era el causante de todo.Para rematarlo al asunto, vino con la noticia de que estaba embarazada y era de él.

Un nudo se formó en mi garganta.Asi que de esto se trataba todo.Todo era parte de una venganza, nunca fueron contra el dinero.Iban por mi .Yo era la causante de todo esto.

-Y adivina qué?-continuó-Tu eras esa bebé. Eres la causante de que mi vida se convirtiera en un infierno.Y ahora pagarás por ello.-dejó caer cenizas de su cigarro en mi mano.

Un grito ahogado cruzó la habitación.

-No me hagas nada.Por favor.

-Oh querida.Es demasiado tarde para súplicas.