La Chica del Lazo Rosa

°Capítulo: 02 - «Era ella, no estoy loco»

—Entonces, ¿se la llevó?—Pregunta Joseph.

—Por quinta vez... Sí, apareció de la nada y se la llevó —Reitero. Me encontraba con mis amigos Joseph, Paul, Erick y Michael contándoles lo sucedido.

—Bueno seguro lo hizo porque vio que te estabas aprovechado de ella —comenta Paul.

— ¡¿Qué?! —exclamo sorprendido—. Yo no...

—Claro que lo hiciste, solo a ti se te ocurre tomar del rostro de una chica a la que no conoces de esa manera, tuviste suerte de que ella no te abofeteó ahí mismo —asegura Erick.

—No lo hice con mala intención, de verdad ustedes no se imaginan lo fría que estaba ella. Era preocupante —afirmo.

—Muchos dicen que ella puede ser un vampiro —inicia Erick y elevo mi ceja izquierda—. Ya sabes cómo Edward —suelta haciendo una expresión extraña.

— ¡Oh, vamos Erick! ¡Estoy hablando en serio! —gruño.

—Yo también. Esa chica es rara —dice haciendo como si tuviera escalofríos.

—Más rara me resulto la actitud del Arioch —murmuro.

—Otra vez con eso —habla Michael haciendo una mueca.

—Te lo juro Michael, la forma en la que me dijo que no me acercara a ella era más que una simple advertencia —afirmo.

—Bueno Sebastián recuerda que quien la trajo aquí en un primer lugar fue él —dice Joseph.

—Y de seguro no le hizo gracia encontrarla contigo. Perdóname brother, pero tú no tienes una buena fama que digamos —comenta Erick antes de tomar de su bebida.

— ¡Oye quién lo dice! Al menos mi mala fama no es por mujeriego —Manifiesto haciendo una mueca.

—Pero no me ataques brother, solo digo la verdad —dice haciéndose el ofendido, solo ruedo los ojos.

—Pero al fin y al cabo. ¿Harás lo que el director te ordenó o no? —interroga Paul.

—Por supuesto que no, estoy ansioso a que suene el timbre para ir a sentarme a su lado —contesto de inmediato—. Voy a averiguar todo lo que me intriga de ella y luego la haré mi novia —digo con mucha confianza mientras me acomodo en mi asiento.

—No tienes remedio Sebastián —murmuran Joseph y Erick mientras niegan.

—Ten cuidado Sebastián, no quiero que te metas en problemas a causa de esa obsesión que tiene por ella —aconseja Michael, solo ruedo los ojos.

—Bueno soltando el tema de esa niña. ¿Es cierto que tendrás una pelea esta noche? —le pregunta Joseph a Michael.

—Sí. Iba a decirles pero Sebastián me interrumpió. Es a las ocho y espero verlos allá —establece Michael.

—Pues a mí no me esperes, porque no iré —manifiesta rápidamente Erick mientras niega.

— ¿Por qué? —indaga Michael con el ceño fruncido.

—Tú nunca nos invitas a ir a las peleas que participas y las únicas veces que lo has hecho hemos terminado peleando con alguien —acusa.

—Él tiene razón Michael, exactamente ¿por qué nos invitas esta vez? —interrogo.

—Pelearé de nuevo con Dante y ya ustedes saben lo tramposo que es él —establece.

— ¿Quieres que vayamos por si trata de matarte como la otra vez te defendamos? —pregunta Paul.

—Sí —contesta.

—Mmm... No brother mi rostro es demasiado hermoso y no pienso destruirlo de nuevo —exclama Erick—, además si caigo de nuevo en la cárcel me condenarán ya me lo advirtieron la otra vez.

La última vez que Michael nos invitó a unas de sus peleas, específicamente con ese Dante, Erick, Michael y yo terminamos golpeados y en la cárcel y Paul y Joseph en el hospital con costillas y huesos fracturados.

—Vamos chicos vale la pena habrá mucho dinero de por medio —manifiesta.

—Si loco, pero ni todo el dinero del mundo te devolverá la vida ni a ti ni ninguno de nosotros si algo grave pasa —afirma Paul.

—Eso es cierto, si ese tipo es así porque mejor no lo haces, además porque digas que no a una pelea no se acabará el mundo —comenta Erick.

—No puedo hacer eso. El sábado mientras entrenaba fue y me reto frente a todos si no voy pensara que le tengo miedo —revela.

— ¿Y a ti que te importa lo que él o los demás piensen? eso no te dará de comer —expresa Joseph.

—Ese tipo es un tramposo Michael, aun si le ganas como la otra vez tratara de matarte —comento.

— ¡Vamos chicos! ¿Acaso le tienen miedo? —indaga Michael mientras suelta una pequeña risa.

—Miedo no, pero sabemos lo que hay. Ese tipo es un pandillero conocido por ser un asesino, ladrón, vendedor de drogas y por comprar a la policía, y nosotros unos chicos en último año de secundaria —argumenta Paul—. No tenemos que ser genios para saber que saldremos perdiendo —finaliza.

— ¿Acaso olvidas que no salvamos de pura suerte? —Pregunto—, sino hubiera llegado la policía ahora mismo estaríamos cien metros bajo tierra —aseguro—. Además, es verdad eso de que compran a la policía recuerda que aquella vez solo nosotros terminamos en la comisaría ningún de su gente ni él llegó a allá —comento enderezándome—. Aun si terminamos vivos iremos a la cárcel y ya sabes que otra ficha más y es años que nos tocan —manifiesto a lo que él asiente levemente, sabe que tenemos razón.

La policía nos advirtió aquella vez que pasaría así volvemos a meternos en problemas. Y mis padres ya me amenazaron de que no soportarían una más.

—Mejor déjalo así Michael si fuera con otra gente sabes que no hay problema, pero hay que evitar a la muerte cuando se puede y este es el caso —dice Paul. Al mismo tiempo que suena el timbre.

—Chicos ustedes saben que no puedo hacerlo, mi tío ya preparó todo y aun si decido no hacerlo la pelea que tendía con él sería mil veces peor, pero no se preocupen entiendo y sé que tienen razón no se preocupen, no tienen que ir yo me encargaré —responde con voz serena para luego levantarse e irse.

Todos permanecimos en silencio mientras observábamos como se marchaba, y esa sensación de extraña y desagradable me invadió y sé que todos pasaban por lo mismo, Michael es nuestro amigo y es muy duro no poder ayudarlo.

De todos nosotros Michael es el que ha tenido una vida más dura. Su madre falleció de cáncer tan solo tres años después de tenerlo y su padre es un delincuente; fue condenado a cuarenta años de prisión por matar a una señora mientras la asaltaba cuando él solo tenía siete años. Desde entonces fue criado por su tío de parte de padre quien fue el único que se quiso hacer cargo de él. Freddy (su tío) es un entrenador de boxeo y desde muy pequeño lo entrenó para obligarlo a luchar en peleas clandestinas.




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