°Capítulo: 14 - «El inicio de un viaje hacia la verdad».

7:30 A.M. En estos momentos me encuentro terminado de hacer mi mochila, sólo serán dos días por lo que no es necesario llevar tanto equipaje. Nos iremos en el auto de mi hermano, en diez minutos acordamos pasar a buscar a los demás.

Luego de lo sucedido ayer realmente pensé que no iba a ser capaz de pararme de la cama, sin embargo no fue el caso, a diferencia de ayer, hoy me he levantado con mucha energía; el cansancio, la fatiga y la migraña que sentía han desaparecido, dormí tan bien anoche que hoy no sólo me encuentro más animado, contento y físicamente bien sino que también me siento mucho más liviano literalmente hasta el punto de sentir que realmente me falta algo, esta mañana me pese solo para ver si había adelgazado algo, pero no fue el caso, no obstante en serio siento que me han quitado alrededor de unos diez kilos de encima, ¿Cómo es eso posible? La verdad en estos momentos ya no me importa, me encuentro de maravilla hasta el punto de sentir que no quepo en mi cuerpo de la emoción, hoy es el día que iré en busca de las respuestas a mis preguntas y algo dentro de mí me dice que las encontraré quizás no todas pero si las suficientes que me ayuden a encontrar el camino que me lleve a las demás.

Una vez terminó de hacer mi maleta me paro en medio de mi habitación y recorro esta de arriba abajo con la mirada mientras trato de recordar sino me falta algo, cuando de repente escucho la puerta abrirse y seguido de eso observo como mi hermana Selena aparece para entonces acostarse en mi cama.

— ¿Qué quieres? —pregunto al momento de tomar mi mochila la cual se encontraba a su lado, no obstante ella no me responde sólo se me queda viendo con ojos entrecerrados en silencio—. ¡¿Qué quieres?! —exclamo luego de un par de minutos al no obtener respuestas, pero está no se inmuta sólo continúa viéndome con una expresión juzgadora, por lo que suelto un suspiro—. Mira hermanita no estoy para juegos, debo irme y no quiero dejarte en mi habitación, así que si no tienes nada que decir ¡salte! —pido de la forma más tranquila que puedo, al momento de colocarme la mochila en la espalda.

— ¿Cuál es tu relación con el director Sebastián? —indaga de repente aún con los ojos entrecerrados cerrados, al escucharla solo niego al mismo tiempo que suelto un suspiro.

— ¡Vamos Selena, ¿En serio?! —Digo con fastidio—. Ya te dije; no tengo ninguna relación con él, no quiero que me preguntes sobre él y mucho menos que te acerques a ese hombre —pregono con seriedad.

—Es muy fácil para un cocodrilo decirle a un pez que respire fuera del agua solo porque él puede hacerlo —argumenta al momento de acomodarse en la cama.

— ¿Qué? —pregunto confundido.

—Te vi llegar con él anoche Sebas, o más bien vi que te trajo y no es la primera vez que lo hace o ¿me equivoco? —me acusa sólo ruedo los ojos, no puedo creer que tenga de nuevo esta conversación con ella.

—No es lo que estás pensando... —inicio pero me interrumpe.

—No te preocupes, te aseguro que no pienso nada de lo que tú crees, solo creo que El director es un hombre que no se caracteriza por ser sociable y mucho menos por preocuparse por sus alumnos, sin embargo contigo parece tener un trato diferente —afirma por lo que me apresuro a negar.

—Ahí si estás equivocada, te aseguro que no es el caso.

— ¿Entonces qué?, ¿Estás saliendo con la chica? —cuestiona al momento de sentarse en la cama.

— ¡¿Qué? No! —Exclamo de inmediato—. No —reitero pensativo luego de unos segundos—. No ¿verdad? —me pregunto en voz alta a mí mismo. En realidad no había pensado en eso hasta este momento. «— ¿Realmente estoy saliendo con ella o hasta que no se lo pida formalmente no somos nada? —Me pregunto pensativo». Ya me encontraba ensimismado cuando de repente me encuentro con la mirada de mi hermana, quien me observa con los brazos cruzados a la altura de su pecho y su ceja izquierda arqueada claramente en espera de mi respuesta por lo que me apresuro a decir—. ¡¿Qué te importa?! —Le grito un poco nervioso.

—Al parecer y vista tu reacción si lo estás —manifiesta con normalidad.

—Mira Sel me he levantado de muy buen humor y tú no vas a arruinar eso con tus preguntas. Tengo que irme así que te voy a pedir de favor que salgas de mi habitación y no vuelvas hablarme del director a menos que quieras tener problemas conmigo —solicito con serenidad, para luego señalar la puerta y hacerle una señal de que salga.

—Está bien —dice sin más, para entonces levantarse de la cama y dirigirse a la salida, no obstante en el momento que pienso que abrirá la puerta y se irá gira a verme y dice—. Está bien, no volveré hablarte de él, y me mantendré alejada si me respondes una cosa —al escucharla solo la recorro con la mirada por unos minutos, no puedo creer que siga hablándome de lo mismo, sin embargo está solo permanece en silencio en espera de mi respuesta por lo que suspiro.

— ¿Qué? —inquiero con fastidio.

— ¿Dónde vive? —Indaga solo ruedo los ojos mientras niego—. Sé que sabes donde vive así que si me lo dices te dejaré en paz y no volveré pensar en él —asegura cómo si nada.

—Ajá, si claro, si vas a alejarte si te lo digo ¿entonces para que quiere saberlo si no utilizarás la información? —Pregunto con ojos entrecerrados más que fastidiado cansado, ya estoy harto de decir la misma tontería, por lo que en el momento que veo cómo separa los labios para responderme continuo—. Mira Selena tú misma lo dijiste, Arioch no es un hombre sociable, simpático o afable no solo con los estudiantes sino con todos, sino lo es en la escuela donde se supone que actúa más cortes porque es su trabajo imagínate fuera de este —manifiesto con pesadez.

—Pero... —emite pero no le permito continuar.

—Sel te lo dije, te lo digo ahora y no te lo quiero volver a repetir —inicio con seriedad—, que yo no me enteré que estás quiera pensando en ir a su casa, acercarte a él o acosarlo, porque tendrás serios problemas conmigo y me encargaré de que también lo tengas con todos los que viven en esta casa —la amenazo con sequedad mientras la apunto con mi dedo índice.