La Chica del Lazo Rosa

°Capítulo: 25 - «¡Ayúdeme, se lo ruego!».

Después de eso el tiempo pareció ralentizarse, los minutos pasaban con una lentitud atroz. El doctor que asistía a Samuel no presentaba indicios de aparecer ni los enfermeros que lo ayudaban. Mike empezaba a inquietarse tanto como lo estaba su amigo antes.

Sebastián tardo en regresar a la sala un tiempo. Mientras finalizaba el interrogatorio de la chica que lo asistía lágrimas sigilosas lograban deslizarse por su rostro, a pesar de sus esfuerzos por controlarlas, su pecho presentaba un dolor casi insoportable por toda la presión que contenía. Sin embargo, pese a esto fue capaz de mantenerse firme y evitar cualquier sollozo, en ocasiones su voz se entrecortaba pero lograba estabilizarla.

Luego de finalizar el registro correspondiente regreso a la sala, donde permaneció de pie recostado de una esquina de la pared mientras esperaba noticias. Los intentos por Mike por hacerlo asentar o hablar fueron inútiles, Sebastián no despejo la mente en ningún momento. Tiempo después Erick y Paul aparecieron, pero no fueron de ayuda tampoco, por lo que luego de unos incómodos diez minutos de intentar distraerlo, todos desistieron y se enfocaron en esperar en silencio.

Lo que parecieron veinticuatro horas de agonía e incertidumbre, fueron en realidad poco más de dos horas y cuarto, hasta que finalmente el doctor apareció en la sala. Tan pronto los ojos del chico lo vieron se enderezó y acerco a pasos acelerados.

— ¿Cómo estás? —Pregunta Erick mucho antes que Sebastián entreabriera los labios para interrogar lo mismo, pero al chico hacerlo antes solo ve al doctor en espera de su respuesta.

—Por el momento se encuentra estable. —Inicia el doctor, y sus palabras fueron como un respiro para joven, quien al escucharlo liberó todo el aire que abrumaba su pecho para tomar luego una gran bocanada de aire.

—Gracias doctor gracias. —Agradece Sebastián sin poder ocultar su felicidad. El solo hecho de saber que está vivo y estable le basta, por un momento pensó que iba a perderlo, y de ser el caso nunca se lo perdonaría.

—Aún no despierta, pero... —Prosigue el doctor con voz calmada.

—Pero lo hará. —Lo interrumpe Mike. — ¿Verdad?

El doctor permanece en silencio ante aquella interrogante mientras observaba fijamente los ojos azulados del rubio, puede percibir la esperanza con solo verlos. El chico no solo tenía la misma edad de su hija, sino que le recordaba a la misma, por lo que se le había difícil darle aquellas noticias tan desalentadoras sin que el chico se derrumbara.

— ¿Mi hermano despertada verdad? —Indaga rompiendo el duro silencio que se había formado.

—Esperamos que así sea. Haremos todo lo posible por...

— ¿Qué es lo que tiene? —Pregunta temeroso de la respuesta, pero sin quitarle la mirada.

El doctor duda unos segundos pero entonces dice. —Además de ti, ¿No poseen otros familiares cercanos?

—Sus padres. —Contesta Paul al joven permanecer en silencio ante la pregunta. —Vienen de camino. —Asegura.

—Perfecto. Esperemos a que lleguen para así...

—Doctor con todo el respeto que usted se merece, el tutor de mi hermano en estos momentos soy yo, y es a mí a quien tiene que responderle. —Sus palabras se escucharon tal cual fueron; serias, frustradas y muy frías. Su humo había decaído por lo que no estaba para retrasos o tonterías. — ¿Qué es lo que tiene? ¿Puedo verlo? —Inquiere aunque se escuchó más como una orden. Quiere una explicación de su estado así como la oportunidad de comprobarlo por sí mismo.

Todos permanecen en silencio. El doctor lo escruta con atención para entonces suspirar y asentir. —Acompáñame. —Pide para entonces guiarlo por donde había venido. Mike, Paul y Erick permanecen en silencio observándolos mientras se marcha.

—Sebastián asusta cuando se molesta. —Comenta Erick luego de este desaparezca de su campo de visión.

—Cualquiera en su caso lo haría. —Le defiende Michael, a lo que los demás asienten.

Cinco minutos después que Sebastián se marchó junto al doctor Selena llega al hospital, Erick había salido unos segundos antes para recibirla y guiarla hacia el resto. Todos fruncieron el ceño al verlo llegar acompañado de ella.

— ¿Qué sucedió con Samu? ¿Cómo está? ¿Dónde está Sebas? —Interroga nerviosa al llegar con el resto.

— ¿Qué hace Selena aquí? —Le cuestiona Mike en tono serio a Erick, ignorando su vez las preguntas formuladas por la joven.

— ¿Por qué la has llamado? —Inquiere Paul cruzando los brazos en el mismo tono.

—No contactaste a su padre. —Le recuerda en tono acusador, ya que antes había mentido sobre que los señores Bullock vienen de camino. —Y su mamá no me cogió la llamada así que no me quedo de otra llamarla a ella e informarle. —Explica.

—Mis padres vienen de camino. —Asegura Selena mirándolos. —Los contacté hace unos minutos, estarán aquí en nada. —Informa.

—Maravilloso.

— ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Dónde está Sebastián?

—Samuel sufrió un... —Inicia Mike, pero guarda silencio unos segundos en busca de una palabra sencilla que no la alarme de más. —Un desmayo. —Continúa, Paul y Erick fruncen los labios al escucharlo, pero rápidamente asienten cuando la chica los mira, en busca de su confirmación. —Sebastián se encuentra con el doctor en estos momentos y cuando salga explicara como esta. —Concluye con voz calmada.

— ¿Es grave?

—No, no, no creo. El doctor dijo que está estable. —Dice Erick haciéndola sentar.

Mientras los chicos calmaban a la joven, Sebastián se encontraba en la oficina del señor Steven Winehouse, terminando de escuchar sus explicaciones, sin embargo, de todo lo que le dijo, en su cabeza solo retumbaron las frases específicas, el resto paso desapercibido, principalmente aquellas muy científicas o con nombres extraños.

—Tu hermano, sufrió dos infartos, ha sido complicado, pero logramos estabilizarlo, sin embargo, su ritmo cardíaco es irregular. —Las palabras del doctor empezaron en tono suave, muy sutil y pausado, mientras observaba las expresiones del chico con atención, para verificar si lograba entenderlo. —Ha sufrido una hipoxia cerebral. Además, presenta politraumatismo así como un shock neurógeno. —Enuncia. A pesar de que el joven mantenía su mirada fija en él, le daba la intención de que se encontraba lejos ya y solo regresaban en algunos momentos. —En estos momentos se encuentra en estado de coma. —Informa luego de hacer una pequeña pausa, tan pronto percibe que Sebastián se encuentra prestándole atención nuevamente. —Estamos en espera de que los demás análisis, los cuales saldrán en unas horas, sin embargo, todo indica que...




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