La Chica del Lazo Rosa

°Capítulo: 30 - «Muerte».

Las siguientes horas fueron difíciles, muy duras. Nadie entendía cómo pasó.

El doctor a cargo les brindó a los padres la explicación más médicamente correcta. Cómo que su desenlace había sido causado por diversas heridas y fracturas que se tenía este en su cuerpo. Lo cual era cierto, sin embargo, no podían explicarle cómo o cuando se las había ocasionado, debido a que estás apareciendo literalmente de la nada.

Aunque sabían la causa de su muerte, el no entender cómo un joven con tremendas heridas pudo soportarlo sin presentar problemas antes. Todos los chicos presentes aseguraron que Samuel estaba bien, que reía, bromeaba y actuaba con normalidad, que fue de un momento a otro que sintió una contracción en el abdomen y que después de eso empeoró de prisa, sin embargo, eso le había ocurrido unos días atrás y no le habían descubierto nada.

Luego de una reunión con los padres a solas, lo siguiente fue aconsejarle que hacer en este tipo de situación, tomando en cuenta lo inusual del caso. No obstante, el problema que se descubrió después fue aún más extraño e inexplicable.

El chico se estaba descomponiendo a una velocidad inhumana. Por lo que todo el proceso se aceleró y modifico. Antes de que sus padres pudieran verlo, el cuerpo tuvo que ser llevado a la morgue. Debido a que el olor inundó el área donde se encontraba.

Tan pronto el estado del joven empezó a empeorar, no hubo marcha atrás ni método para controlarlo. Los padres aún conmocionados tuvieron que actuar y decidir en cuestión de pocos minutos.

Samuel era donador de órganos, pero estos se descompusieron tan rápido que no se pudo hacer nada. En menos de una hora habían tomado la apariencia de un cadáver de cinco días. Todo resultaba inexplicable por la ciencia, los doctores se sentían imponentes e inútiles, no tenían una respuesta sólida para los familiares ni para sus superiores.

Tanto el señor Ewan como su esposa se negaron a efectuarle una autopsia a su hijo, tras pensar en las palabras del doctor, y luego de haber comprobado con sus propios ojos su estado horas después. Aceptaron las consecuencias de muerte y rogaron porque todo fuera lo más eficiente posible.

A primera hora se le celebraría un rápido velero para luego darle la correcta sepultura temprano en la mañana, a consecuencia de que por más que intentaron para hacerlo ese mismo día, no hubo manera.

El ajetreo de conseguir, arreglar y cuadrar todo en tan poco tiempo mantuvo a sus padres sumergidos en una burbuja. El shock así como negación e incredulidad de haber perdido a su hijo mayor en tales circunstancias, también ayudó a que ambos se mantuvieran de pie.

Por otro lado, estaban los jóvenes en la sala, los amigos de Sebastián estaban igual que los padres, sorprendidos y en shock, sin embargo, a pesar de ello acompañaban a ambos hermanos dándole apoyo y fuerza. Selena no había dejado de llorar desde que se escuchó la noticia, mientras que Sebastián no había emitido una palabra. Permanecía en silencio abrazando a su hermana quien sollozaba en su pecho.

Tras un par de horas, los padres les exigieron a los menores abandonar el hospital. Por lo que no les quedo de otra que hacerlo.

Paul llevó a Sebastián y a su hermana a casa mientras Mike y Erick lo seguían de cerca, para cuando llegaron ya había anochecido. Bertha se encontraba en la entrada esperándolos, en cuanto los vio corrió hacia ambos y los abrazó. Selena se aferró a ella llorando, mientras Sebastián solo recibía el abrazo en silencio, sin embargo, lágrimas de dolor se deslizaban por sus ojos.

Tras unos minutos de silencio amargo se separan y mientras Bertha y Selena se adentran a la casa Sebastián se acerca a sus amigos a agradecerles y despedirlos.

Esa noche nadie en esa casa durmió. Selena y a Bertha se la pasaron juntas hablando, llorando y lamentando el suceso, por otro lado, Sebastián luego de la cena, de la cual no comió más de tres cucharadas a la fuerza, se encerró en la habitación de su hermano y lloró en silencio hasta el amanecer del día siguiente.

Para cuando escucho al auto de sus padres estacionarse a las seis y cuarto de la mañana, este se hallaba en el piso pegado al lado de la puerta con sus manos rodeando sus piernas y su rostro escondido entre estas. Se sentía exhausto con un fuerte dolor en el pecho y los ojos.

Esta mañana era la más amarga y oscura que había experimentado la familia, apenas empezaban, pero ya todos estaban muertos.

La señora entró a la casa apurada pidiendo y ordenando cosas. Al llegar y darse cuenta de que nadie estaba listo, las quejas y regaños no cesaron. Fue Ewan quien por lo general es el impaciente y tosco, quien intentaba relajar y tranquilizar el ambiente, sin embargo, no resultó.

La señora Kassandra a pesar de ser la última en entrar a la casa, fue la primera en estar lista, solo esperó diez minutos después de que lo estuviera, la atormentaba saber que el cuerpo de su hijo se encontraba solo en aquel cuarto frío de la funeraria por lo que treinta y cinco minutos después de su llegada y sin más paciencia para esperar tomó las llaves.

— ¡Estoy lista y me iré! Quien lo esté puede venir conmigo y quien no puede irse con Ewan! —Grito en aquel momento desde la puerta principal. Bertha y Selena salieron a toda prisa para irse con ella. Para cuando el padre salió ya estas se habían marchado, por lo que se enfocó en preparar lo que le faltaba y hacer y atender varias llamadas.




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