El vuelo resultaba tranquilo, los dos íbamos durmiendo, así como casi el resto de la tripulación. De repente una gran vibración nos despertó. Las mascarillas de oxígeno saltaron y quedaron colgando del techo pareciendo un bosque de mascarillas.
─Marga, ¿qué pasa?
─No sé hijo, yo venía durmiendo
Todos tienen en su boca la misma palabra.
─ ¿Qué pasó?, ¿qué pasó?
Las azafatas no tienen tampoco la respuesta a lo sucedido. Algunos viajeros miran por sus ventanillas y ven en la tierra una gran humareda.
─ ¿Qué es ese humo del suelo?
El resto de la tripulación se agolpa en las pequeñas ventanillas del avión.
Por todo el avión solo se oye una palabra,
─Ha sido un atentado.
Yo también estoy mirando por la ventana y Marga me pide que la deje ver.
─No se ve nada, estamos muy altos, apenas se distingue que abajo hay una ciudad. Ese humo debe ser de algún incendio. ─Dice Marga
Todos los pasajeros están mirando su teléfono móvil, buscando noticias en las redes sociales, pero aún no hay ninguna noticia.
Las azafatas van guardando de nuevo las mascarillas en su cubículo. El susto parece que ya ha pasado.
─ ¡Un terremoto!
─ ¿Qué dicen? ─Pregunta Marga.
─Dicen que ha habido un gran terremoto.
El comandante informa a través de la megafonía lo mismo que ese rumor que está corriendo por el avión.
─Señores pasajeros tengo que informarles que la turbulencia que se ha producido hace unos minutos ha sido debido a un gran seísmo que ha habido en esta zona. Esto no cambiará el plan de vuelo que tenemos. Les rogamos que no utilicen los móviles o equipos electrónicos para que no afecten a los equipos del avión. Se pondrá en las televisiones, que tienen en cada asiento, las noticias que vayan surgiendo por si ustedes quieren estar informados.
Las palabras del comandante apenas se han podido oír por las voces que se oyen en el avión. Las azafatas pasarán aún varios minutos hasta que puedan calmar a los viajeros.
─Marga, ¿Qué es un seísmo?
─Creo que es un terremoto.
─ ¿Estará la gente bien?
─Espero y deseo que sí, pero cuando suceden estos desastres naturales no se puede prever lo que puede ocurrir.
Varios días después todavía seguían llegando informaciones muy tristes del desastre ocurrido en ese lugar. Este seísmo de escala 5 de Richter ha dejado medio destruida una ciudad de casi doscientos mil habitantes. Las autoridades están poniendo todos los medios de los que disponen para restablecer los servicios públicos y rescatar a las personas que están atrapadas entre los edificios que han resultado destruidos.
Yo ya estoy bien y puedo ir a trabajar. Hoy es mi primer día en la clínica, y la mañana me ha pasado volando. Raúl y algunos médicos me han preguntado por Mari.
Marga me dijo que no les dijera nada que estuve perdido, que no les interesa que sepan lo que me ocurre. Pero a mi amigo Fermín si se lo voy a decir.
Me quedo un rato mirando a la gente que está paseando por el parque.
─ ¡Fermín!
─Dime Andrés.
─Marga quiere verte.
─Si, ¿le has dicho que yo quiero conocerla?
─No, ella dice que eres un aprovechado.
─ ¿Un aprovechado?
─Si porque te doy de comer y tú no me das nada.
─Yo, un aprovechado. Cuando salgas del trabajo te espero y vamos a verla.
─Vale.