CAPÍTULO 2 – RICCARDO

Estaba sentado en el palco VIP de uno de mis famosos clubes en Canadá, Whisper, y estaba mirando a mi presa que disfrutaba sus últimos minutos con chicas. ¿Debería decir disfrutando o debería decir que estaba cavando su propia tumba al estar con esas chicas? Esas chicas pueden parecer unas perras, pero son asesinas profesionales bajo mi mafia y ahora también están haciendo su trabajo.

Estaba perdido en mis pensamientos, pensando en cómo disfrutar su muerte, y fue entonces cuando vi a un camarero caminando hacia mí con una botella de vino tinto, pero cualquiera podría comprender fácilmente que está aterrorizado solo por sus manos temblorosas y el sudor en toda su frente. Tomando la botella de vino, simplemente lo despedí porque no deseaba jugar con las cabras asustadas. Seguí observando a mi presa y una sonrisa se dibujó en mi rostro cuando vi a una de esas chicas inyectándole veneno lento.

Bebiendo la mitad de la botella, me iba a levantar para acercarme a mi presa, pero escuché una voz fuerte y entusiasta y miré en la dirección del sonido. Vi a un hombre saltando y gritando de felicidad como si hubiera ganado la lotería, e inmediatamente identifiqué al hombre incluso con esta luz roja. No era otro que Noah Mathew, uno de mis socios comerciales, pero no de mi mafia. Así que, él es el VIP aquí hoy.

Sí, mi club está cerrado hoy porque estoy teniendo un banquete con mi presa, pero luego el gerente del club me dijo que uno de los miembros VIP tiene una reserva hoy. Le dije a mi gerente que los dejara entrar y los tratara normalmente porque hay palcos VIP separados aquí. Aunque él no es alguien que vaya en mi contra ni se meta en mis asuntos, no quiero perder tiempo innecesario resolviendo cosas innecesarias. Así que decidí matar a mi presa cuando él y sus amigos se fueran, ya que podía ver cuatro cabezas extra a su alrededor, y también su guardaespaldas estaba parado fuera del palco VIP.

Empecé a beber la botella de vino mientras pensaba en la razón de su felicidad, incluso cuando no me consideraba. Me pregunto qué lo hizo feliz ya que sé cuán adicto al trabajo es. Sacudiendo pensamientos inútiles de mi mente, esperaba que se fueran cuando noté que mi presa estaba muriendo. Será mejor que se vayan ahora si quieren vivir. Pero, antes de hacer algo, vi el palco VIP vacío y miré hacia la puerta y vi al guardaespaldas de Noah siguiéndolo afuera y sus amigos ya estaban fuera del club.

Sonreí y tiré la botella que tenía en mis manos, ya vacía, sabía que el contenido completo de la botella estaba en mi sistema ahora pero nada podría derribarme. Caminé hacia mi presa, un bastardo que intentó apuñalarme por la espalda intentando que firmara los papeles del poder notarial de una de mis pequeñas subempresas aquí en Canadá. Pero, este bastardo no tiene ni idea de mi identidad mafiosa y casi la mitad del mundo empresarial no sabe de mi identidad en la mafia. A este bastardo lo atrapé con las manos en la masa, ya que no tengo la costumbre de firmar documentos sin leerlos, ya que sé lo importante que es mi firma como la firma más poderosa del mundo.

Al verme caminar hacia él, esas chicas dejaron el lugar inmediatamente ya que odio a esta especie de chicas, pero son útiles para manejar hombres como él. Lo vi tambaleándose de pie ya que el veneno empezó a hacer efecto. Cayó al suelo ya que no tenía ningún apoyo. Me agaché a su nivel y él intentó tocarme y supongo que su visión se estaba volviendo borrosa.

“Sr. Armani…” dijo, pero solo salió como un susurro.

“Entonces, querido empleado, ¿disfrutaste tu tiempo aquí?” le pregunté y sus ojos se abrieron un poco más.

“¿Tú… tú… vas a matarme?” farfulló y tartamudeó de miedo.

“Tu cerebro todavía funciona bien” le di unas palmaditas en las mejillas suavemente en señal de aprecio.

“¿Por qué… dijiste que me habías perdonado?” preguntó y sí, así es como todos confían en mis palabras.

“No soy un hombre de palabra, empleado” saqué mi pistola mientras le respondía y sabía que debía revelarle mi identidad antes de matarlo ya que no quiero matar a nadie sin que sepa la razón de su muerte.

“Por favor, perdóname… No volveré a traicionarte” dijo pero no estoy en el negocio de dar segundas oportunidades a nadie.

“No te voy a perdonar y sí, tengo que abordar mi jet en los próximos 15 minutos. Así que, adiós al traidor del Rey de la Mafia Mundial”, revelé y disparé directo a su cabeza dejándolo muerto.

Miré el cadáver un segundo más antes de salir del club. Subí a mi auto y comencé a conducir hacia el aeropuerto sin que nadie me siguiera. Sí, no necesito guardaespaldas. Puedo manejar mi muerte. Moriré solo cuando yo quiera y nadie se atreverá a tocar al Rey directamente. Necesito irme de inmediato a Rusia ya que mañana hay una reunión de proyecto con los ‘Elite Internationals’. La reunión es con el CEO de Elite Internationals y me pregunto cuándo vendrá Noah Mathews a Rusia ya que está aquí bebiendo como loco.

Sí, él es el CEO de Elite Internationals.

En el camino al aeropuerto, llamé a mi piloto diciéndole que se preparara y que estaría allí en 10 minutos, y me dijo que sí con una voz temblorosa ya que conocía mi identidad mafiosa. No solo mi identidad en la mafia tiene su lado peligroso sino también mi lado empresarial. Me consideran un empresario despiadado y solo hago negocios con el código de no dar un paso atrás. Si quieren hacer negocios conmigo, deben estar listos para manejarlo todo.

Sacudí esos pensamientos y comencé a pensar en mi vida personal que está completamente vacía. No sé por qué comencé a pensar en eso pero este paseo nocturno en las afueras de la ciudad de Canadá me hizo pensar en eso. He estado solo desde los 5 años y no recuerdo nada sobre mi familia porque era demasiado joven cuando perdí a todos y terminé en el orfanato. Lo único que sé sobre mi familia es que eran ricos y tenían algunas propiedades. Vendí casi todo para comenzar mi negocio y también gané 1000 por ciento más que eso, pero dejé una casa de dos pisos que creo que es el lugar donde viví con mi familia y sé que debe haber algunas de sus fotografías e identidades.