La chica virgen #1

18

Ex's desastrosos

 

Dejé mi plato vacío dentro del fregadero y salí de la cocina para ir con Jane que se encontraba en el living.

 

—¿Sabías que Matt Bommer es gay? Yo no lo sabía —reí al escuchar su pregunta mientras tomaba asiento a su lado, eso era noticia vieja.

 

—Si, lo sabía y he de decir que es un desperdicio que ese papasote sea gay, pero —lancé un gran suspiro de resignación— qué le podemos hacer.

—Si...

 

Nuestro momento de reflexión fue interrumpido gracias a un ruido estruendoso que provino del piso de arriba, realmente se había oído feo y fuerte.

 

Brandon, fue lo único que pude pensar antes de salir corriendo hacia las escaleras, casi tropecé con mis propios pies al subir tan rápido. Sin pensarlo me dirigí a su habitación y al abrir su puerta de un tirón sin esperar ni tocar primero me encontré con su armario tirado en el suelo y no había rastros de él por ningún lugar. La desesperación me invadió entonces y empece a gritar—¡Brandon! ¿¡Brandon, estúpido donde estás!? Por favor que no esté aquí.

 

Seguí mascullando maldiciones mientras intentaba inútilmente levantar el pesado mueble repleto de cosas de mi hermano... Y probablemente con mi hermano dentro también.

 

Entonces su voz se escuchó.

 

—¿Qué quieres? ¿Por qué tiraste mi armario?

 

Voltee de inmediato encontrándolo parado junto a la puerta de su baño con una toalla rodeándolo como si fuera un vestido y otra en su cabeza al estilo virgen María.

 

—¡Estás vivo! —grité feliz pero me abstuve a abrazarlo. Estaba desnudo debajo de eso y no iba a tocarlo así. Además iba a resultar extraño Brandon y yo no nos ibamos abrazando por la vida— y quería preguntarte lo mismo niño, ¿qué hace tu armario en el suelo?

 

Me miró con una mueca escéptica y comprendí que si él me había cuestionado antes era un poco tonto preguntarle yo. Pero si él no había tirado su armario entonces ¿quién... o qué?

 

Unos golpes nos paralizaron, se escuchaban del armario y dado que eramos los únicos en la casa y Jane estaba en el living tirada en el sillón como Juan por su casa, la única opción era...

 

—¡Un ladrón! —chillé y corrí hacia Brandon, lo empuje a un lado y me coloqué detras de él. El vapor del baño me invadió de pronto.

 

Brandon se agachó y por suerte su toalla siguió en su sitio. Lo vi tomar su bate de baseball y colocarse en posición de ataque.

 

El presunto ladrón no tardó mucho en romper la madera débil de la parte trasera del armario, y cuando su cuerpo surgió del interior Brandon gritó al estilo 300 y comenzó a golpear al desconocido.

 

—¡Deja de golpearme, bestia! —escuché que gritaba la persona y de inmediato reconocí esa voz.

 

Al parecer Brandon también lo hizo porque paró su ataque ninja y dijo—¿Fred?

—Así es bestia, soy yo —contestó el chico entre gemidos de dolor, yo aún no salía del shock del momento.

 

Era Frederic, un ex novio de mi hermana, el cual la dejó antes de irse a vivir a Barcelona con sus abuelos cuando tenían quince años. Aunque había vuelto un año después a pasar unas vacaciones y seguían siendo amigos.

 

¿Qué se suponía que hacía él aquí? Y por no mencionar... en el armario de mi hermanito menor.


...

—Entonces... creíste que sería buena idea entrar a escondidas a nuestra casa para darnos una sorpresa —repetí algunas de las palabras dichas por Fred hacía unos segundos.

 

—Sip, pero no calculé que al entrar todos pensarían que soy un ladrón, entonces cuando Brandon entro a su habitación me metí a su armario para que no me vea pero al intentar salir en cuanto él se fue al baño no pude porque la puerta estaba trabada y lo último que pasó fue que caí junto con el armario completo al suelo —lanzó un suspiro mientras que subía sus pies a la mesa ratona del living.

 

—Que idiota —acotó Jane que se encontraba en la misma posición que había estado en todo el tiempo que se encontró en mi casa, mirándolo fijamente. Quería intimidarlo, aunque Fred nunca se daba cuenta de las cosas, era demasiado despistado y lento.

 

—Baja los pies de ahí —lo reprendí golpeando sus pies, a lo que él rió. Desde que lo conocí él siempre que venía a casa hacía cosas para molestarme. Subir los pies a la mesa era solo un simple ejemplo de esas cosas— Jane sh —callé a mi rubia amiga con tono de repreche, a lo que ella se encogió de hombros y decidió ignorar la conversación centrándose en la televisión. Estaban dando una especie de serie violenta que Jane adoraba. Hasta entonces noté el cuenco con cereales debajo de su manta—¿Te estás comiendo mis cereales desgraciada?

 

—Soy inocente hasta que se demuestre lo contrario —pero incluso al decir eso estaba con la boca repleta de comida.

 

—Me vas a comprar más si se llegaron a terminar.

 

—Sh, esta es la mejor parte.

 

Me ignoró y yo rodé los ojos volviendo mi atención a Freddie que se había quedado sumido en la serie que veía Jane también. Le di un correctivo para que me prestara atención y así lo hizo.

 

—Extrañé tu malhumor cuñ... Becky —se corrigió él solo antes de lanzar la palabra "cuñada" en su oración— Y... ¿Qué tal esta Brooklyn? —preguntó curioso.

 

Él estaba al tanto de la relación de mi hermana con Mike y al parecer no le molestaba, supuse que era porque su relación con Brook nunca debió ser algo más que amistad ya que ellos parecían más hermanos que novios (prácticamente no se besaban) lo único que los hacía novios era el título, y, claro, porque él también tenía una novia en ese momento, una linda morena llamada Milena. Había dado me gusta en varias fotos de ellos juntos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.