Hugo
No me gustaba volver a casa. Y menos cuando tenía la sensación de que algo iba a salir mal, ¿relacionado con la investigación que estábamos haciendo? Sí, pero el sentimiento sobre todo era de que algo iba a pasar de camino a mi casa.
Salió de las sombras, me esperaba en la entrada y no me gustaba tener que volver a verle, una de las razones por las que me apunté a aquel programa de ayuda era para alejarme.
“No deberíais jugar con fuego.”
“No sé de qué hablas.”
“No te hagas el tonto Hugo, los dos sabemos que esto va a acabar muy mal para todos como no paréis.”
Se fue, no sabía si lo volvería a ver en una temporada. Entré en casa, la cena estaba en un plato sobre mi escritorio, pero casi no tenía hambre después de lo que había pasado en los últimos días.
No pude dormir, seguía pensando en lo que Lucas me había dicho en el desván.
…
Mateo había ido a parar a Valeria. Nos habíamos quedado Lucas y yo solos.
“¿Estas bien?”
“Sí. Pero sigo algo mosca con la idea de seguir con la investigación, no creo que debamos meternos más.”
“No me refería a eso.” Le arqueé la ceja en señal de pregunta “Hugo, te ví llorando en el tanatorio, pero era como si no quisieras que nadie te viera. ¿Sabes que no tienes por qué guardarte las lágrimas, verdad? Es normal llorar y más con la muerte de alguien que es tan cercano a nosotros.”
“Estoy bien Lucas, te lo prometo.”
“Y sobre la investigación, ¿qué vas a hacer?, a mi no me está dando muy buena espina, podría ser peligroso.”
“Lo sé, pero tampoco les vamos a poder frenar a esos dos. Valeria es muy impulsiva y el otro es un cabezota de manual.”
Lucas soltó una risita.
“Es verdad, pues entonces es mejor no dejarles solos, se pueden meter en un lío del que no sepan salir. ¿Verdad?”
“Supongo que les puedo echar un ojo.”
…
Llegué el último al parque, pero para mi sorpresa nadie estaba buscando nada.
“Buenos días Hugo. ¿Has dormido bien?”
“Como me sigas mirando con esa sonrisa que llevas de no haber roto un plato en tu vida me va a dar un chungo.”
“Es qué hoy va a ser el mejor día de todos.”
“Vale mister positividad” Me giré a Valeria y a Lucas que se estaban sentados en uno de los bancos “¿A qué viene todo esto?”
“Pues me alegra que lo preguntes mi querido Hugo, porque anoche me puse a repasar todo, y esta mañana he ido otra vez al desván. Resulta que Elián tenía apuntada una cosita muy importante que pasamos por alto.”
No sabía si me gustaba hacia dónde iba esta conversación. Esperaba que se hubieran levantado sin ganas de seguir con la investigación, pero ahora era incluso peor, ya teníamos el primer nombre.
“Dice; para misterios y leyendas contactar con Silvio aka: El Sombras. ¡A qué es genial!, ya tenemos por donde empezar.”
“¿En serio vamos a ir a preguntarle a alguien que se llama El Sombras?”
Mateo y Valeria me lo confirmaron con la mirada, pero Lucas solo miraba el suelo.
“¿Y dónde encontramos a El Sombras?”
“Eso es lo que vamos a estar buscando hoy.”
Dicho esto nos dirigimos hacia la casa de Elián, cuando estábamos llegando me llamaron y me quedé fuera contestando. No solía contestar números que no conocía, pero desde lo de ayer pensé que sería mejor hacerlo.
“¿Hola?”
“Esta es una advertencia, dejadlo todo como está, el asunto ya está resuelto.”
“¿Quién eres?”
“Te lo advierto Hugo, dejadlo todo o tendréis que ser vosotros los que paguen las deudas pendientes.”
No hubo más conversación. Me temblaron un poco las manos al guardar el móvil, pero tomé aire y entré a la casa de Elián.
Se escuchaban ruidos en la habitación y resultó ser Valeria poniendo todo patas arriba. Se dió la vuelta.
“¡Hugo! Ayúdame a mover la estantería”
“¿Por qué ibas a mover la estantería?”
La acabé ayudando. No podía dejar de pensarlo, dos personas en menos de 12 horas desde que empezamos con esta tonta investigación. ¿Y si Elián estaba de verdad metido en el ajo?. Jaja, eso no podía ser, no jamás. ¿Y entonces por qué los avisos?. No podía creer que Elián estuviera involucrado, y menos con ESO.
Pero en realidad tenía sentido, fue el único que jamás me preguntó cómo llegué al programa y parecía saberlo, me tenía más paciencia que al resto, aunque siempre se la intentaba llevar al límite. Pero no noté nada que lo pudiera relacionar, ninguna pista a lo largo de estos dos años, ¿Cómo se me podía haber pasado algo como esto?. No espera…
…