La Cicatriz

Lucas

Lucas

Estuve leyendo el diario una y otra vez, luego dí con una página que estaba pegada a otra con celo. No me podía creer que no lo hubiera visto antes. Me tomó mucho tiempo separarlas sin dañarlas, pero cuando lo hice había varias contraseñas apuntadas, en una tenía escrito USB.

Conecté la memoria al portátil, cliké en el vídeo y puse la contraseña “Perdóname” . El vídeo se abrió y empezó

Elián estaba sentado en el sofá viejo de su desván.

“Si estás viendo esto, es que lo saben y estoy muerto. O que me he llegado a esconder a tiempo.”

Se pasó las manos por el pelo como si estuviera angustiado.

“¿A quién voy a engañar?, seguro que estaré criando malvas.”

Estuvo un poco en silencio, evitando llorar y el contacto visual con la cámara.

“No sé cómo empezar. He hecho muchas mierdas, ¿vale? No es algo de lo que esté orgulloso. Entré en esto pensando que era por necesidad… por sobrevivir, o qué sé yo. Pero terminé haciéndome daño. Y haciéndole daño a gente que quiero.”

Se pasó la mano por la cara nervioso.

“Quiero salir. Llevo meses diciéndomelo. Pero no se sale así como así. Uno de los nuestros desapareció hace unas semanas por decir eso en voz alta. No me lo dicen, pero lo sé. Y ahora… ahora siento que alguien me está siguiendo.

Quisiera poder contárselo a los chicos, pero no puedo decirlo aún. Sé que Valeria se está empezando a oler algo, pero esto es muy gordo. Ni siquiera ella debería saberlo todo.”

Tomó aire intentando calmarse

“Sé que Mateo va a empezar una investigación, él es así, pero no puedo dejar que vaya lejos, por eso voy a borrar datos del diario, lo haré todo complejo y quemaré todas las pruebas.

Lucas, si estás viendo esto, lo siento, de verdad que siento haberte metido en este lío, eras el único a por el que jamás fueron y yo fuí quién hizo que tuvieras contacto con ellos.”

Estaba al borde de las lágrimas y ya se le empezaron a salir.

“De veras que lo siento, eres una persona genial, no debí nunca haberte pedido ese día que llevaras aquella mochila al parque del túnel. Lo siento.”

Elián se puso a llorar un poco hasta que consiguió controlarlo.

“Val, mi hermana de otra sangre, siempre has sido una cabezota impulsiva de cuidado, pero por favor, no olvides que no te he abandonado, no lo he hecho aposta.

Mateo, justiciero, piensa tranquilamente antes de actuar por favor, y aunque solo sea por esta vez, no analices el caso. Podéis acabar todos muy mal parados.”

Paró pensando en lo que iba a decir.

“Hugo, siento que hayas tenido que cargar con esto todos estos años. Ahora tienes amigos, una red de apoyo, no estás solo. Y te debo una disculpa, tenías razón con lo que me dijiste. Una pena que me diera cuenta cuando ya era tarde.”

Miró por la ventana del desván.

“Bueno, puede que mañana sea mi última entrega, así que le daré esta grabación a Roxy para que la cuide.”

Se puso la sudadera y se acercó como para cortar el vídeo.

“Lucas va a llorar mucho con esto, lo siento colega.”

Estaba llorando. Miré la fecha del vídeo y era del mismo día de su muerte, Elián creía que todavía viviría un día más.

Ahora tenía más preguntas que respuestas, ¿Qué es lo que está cargando Hugo?, a decir verdad últimamente está muy extraño. ¿A quién había hecho daño?, ¿Con quién me había involucrado?.

Me acordé de aquel día en el que Elián me pidió llevar una mochila al parque del túnel porque él estaba castigado en clase.

Sentí cómo una mano me daba en el hombro, y grité del susto. Frente a mí estaba Elián, con una mochila en la mano e intentando recuperar el aliento.

“¿Qué haces en la puerta de mi instituto?”

“Es que me han castigado a quedarme una hora más, como tú insti era el que más cerca me pillaba he venido corriendo.”

Me quedé anonadado. ¿De verdad había bajado toda la calle corriendo?

“Tengo que pedirte un favor, ¿Puedes llevar esto al parque del túnel? Es necesario que esté allí a las 15:00”

“Vale, me pilla de paso, ¿A quién se lo doy?”

“Es una chica alta, más mayor que nosotros, con el pelo negro y mechas rojas. Si no lo tienes claro tu solo ve diciendo Nox hasta que aparezca, ese es su alias.”

“Vale chica de pelo negro y mechas rojas, lo tengo.”

“Gracias Lu, te debo una bien gorda. Por cierto, solo dale la mochila, no hables con ella ni le digas nada más, según se la des vete a casa.”




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