La Cicatriz

Lucas

Lucas

Revisando las cosas de Elián otra vez encontré una carta. La verdad es que no me podía quitar de la cabeza que Valeria y Mateo ahora estuvieran metiéndose en la boca del lobo.

La carta iba dirigida a los cuatro. En ella Elián se disculpaba por todo lo que había hecho, contando todos los líos en los que se había metido. También estaban escritos sus intentos de que no creáramos vínculos con la banda. Al parecer estos nos habían estado siguiendo durante una temporada intentando que nos uniéramos.

No tenía ni idea de todo esto. Elián nunca lo dijo en voz alta, y ahora ya no podía.

Luego me puse más triste al recordar que cuando nos despedimos ayer para ir a casa, habíamos decidido dejar de juntarnos para evitar los problemas en los que se iban a meter Valeria y Mateo. Ahora estaba solo. Ya no tenía a nadie.

Les había conocido en el programa de apoyo para jóvenes por recomendación psicológica después de haber tenido una gran crisis emocional. Elián fue el primero con el que había hablado en el taller de escritura, a Valeria la conocí en arte, ella estaba todo el día con los grafitis mientras yo intentaba aprender a dibujar. A Mateo y Hugo les conocí por Elián en teatro.

No podía imaginarme que jamás volveríamos a ser amigos.

Fuí andando hasta unas colinas que bordean la ciudad. Me gustaba ir allí para relajarme y poder pensar con más claridad.

Estaba tumbado y me llegó un mensaje de Mateo “Está todo controlado, todo vuelve a la normalidad.”




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