Hugo
Fuí al callejón dónde había empezado todo, ahora era yo quien llevaba la sudadera.
Un coche negro paró en la entrada del callejón y Axel salió de allí.
“Hace tiempo que no te veía, hermanito.”
“Desde tu intervención en la puerta de casa.”
“¿Estás listo?”
“La verdad es que no te quiero ver ni en pintura. Pero sí.”
Subí al coche con él.