La Cita Perfecta

CAPÍTULO TRES

Pasa la semana rapidísimo, estuvimos preocupadas toda la semana, pensando si nuestro atuendo era el adecuado.

Por fin es viernes, nos pusimos de acuerdo y vamos a arreglarnos en la casa de Cami. Vamos a comer ahí.

Después de una ardua votación encargamos pizza.

 

La tardeada comienza a las 4 de la tarde, así que nos apuramos a comer, comenzamos con el maquillaje y a cambiarnos a las 3:30 terminamos. La tardeada acaba a las 7.

Si lo sé, solo 3 horas, se debe de entender que estamos en secundaria, por ello tenemos que llegar temprano y disfrutar lo más que se puede.

 

Pedimos un uber del cual debo mandar la ubicación a mi mamá y a la de Lidia.

Llegamos a la fiesta, vamos por la entrada ya coreando la canción que está sonando en los altavoces y moviéndonos al ritmo.

 

Lo primero que hacemos en compramos un refresco. Y nos acomodamos en una mesa cerca de la pista. Coreando la siguiente canción, desafinadas, moviendo las cabezas al ritmo.

 

Terminamos el refresco, vemos como van llegando más personas.

Nos levantamos a bailar aunque no hay nadie aún en la pista.

Formamos un círculo entre las 4 y bailamos. Lidia se pone en el centro y hace algunos pasos, las choca con Cami  para que ella se ponga en el centro, Cami las choca con Francia y al último paso yo.

 

Llegan algunos amigos y se unen la rueda, poco a poco se vuelve cada vez es más grande, y ya hay más ruedas alrededor.

Cami pasa de nuevo al centro del círculo y hace un baile, después hace que Francia pase al centro, Francia me pone a mí al centro y yo a Lidia y así a varios después de nosotros.

Nos sentamos lo menos posible. Son tres horas que vamos a disfrutar.

Jose se puso a mi lado para bailar. Al final ya que casi acaba ponen la música lenta, romántica.

Jose me pide bailar con él. Me sonrojo y le digo que sí. Están las luces de disco por lo tanto, no creo que haya visto mi sonrojo.

Comenzamos a bailar abrazados, un momento de silencio y después iniciamos un tema del que pudiéramos hablar los dos, de voli. Ya casi para terminar la última canción me pide ser su novia.

Mi corazón late rapidísimo, creo que me puse rojo tomate.

Le dije que sí.

Seguimos bailando hasta que prenden las luces y apagan la música (modo sutil de decir que se acabó y se vayan).

 

Caminamos como manada hacia la salida, Jose tomándome de la mano.

Tengo que regresar con las chicas, me quedo detrás, ellas están cuchicheando. Mientras que Jose y yo caminamos tomados de las manos sin hablar.

Llegamos a un parque y nos sentamos en una banca y ellas un poco alejadas en otra.

Suspiro, y estoy toda nerviosa y no se me ocurre nada para decir, mi mente se pone en blanco.

Jose comienza a preguntarme de los maestros, las materias. La conversación fluye nerviosamente.

No puedo quedarme mucho tiempo, solo media hora. Ya para despedirnos, me da un beso, mi primer beso, sus labio son suaves.

Nos subimos a un taxi y todas me miran con los ojos grandes.

 

C: ¡Yeiii!, por fin.

 

L: ¡Te dio un beso!

 

C: No solo un beso. ¡Su primer beso!

 

F: ¡En serio! ¿Tu primer beso?

 

M: ¡Si mi primer beso! (Mi cara de nuevo tomo el color de un tomate). Y somos novios. (Suspiro)

Todas: Yeiiiii.

Toda la plática se basó en ello.

Y mis ensoñaciones también. Me la pase suspirando en la cena. No soy buena ocultando cosas.

Mi hermana comenzó a decir que quien era el chico, y mi mamá esperaba que contestara.

Nadie, nadie, respondí.

Nos quedan solo dos meses de clases, tres para entrar a la preparatoria. Me ponía nervioso el pensar entrar a la prepa. Y pensé en ese momento que Jose iba a diferente escuela que yo.

¿Seguiríamos después de la secundaria?

No llevo ni un día y ya pienso en que pasara en tres meses. Pfff.

 

Fin de semana con mi papá. Cada que estoy en su casa me pregunto si las cosas serían un poco diferentes. Me pregunto por qué engaño a mi mamá y si ella debió de pasarlo por alto.

Le llegue a preguntar a mi papá por que la engaño pero no me respondió, se salió de la casa azotando la puerta y no regreso hasta tarde. A mi mamá también le pregunte y solo dijo que no lo sabía.

Mi mamá era de las que se dedicaba tiempo a arreglarse, ella es bonita, hacia el aseo de la casa, prepara las comidas, siempre fue muy cariñosa con mi papá, era raro que pelearan por algo. No entiendo que falló.

 

*****

 

El lunes sonó el timbre de la casa, me apresure a salir, esperaba ver a Cami en la puerta; no era Cami, oh sorpresa, era Jose.

Abrí la puerta y me sonrió, buenos días – dijo.

Me imagino que abrí los ojos grandes en sorpresa. No nos habíamos mandado mensajes, llamadas, o vernos. Así que esta fue una verdadera sorpresa.

-Buenos días-  pude decir.

Sonreí, y salí de mi casa. Saque mi cel y le envié un texto a Cami



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En el texto hay: romance, drama, amistad

Editado: 17.10.2019

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