Temes a la imaginación.
Y a los sueños más aún.
Temes a la responsabilidad que puede derivarse de ellos.
Pero no puedes evitar dormir.
Y si duermes, sueñas.
Cuando estás despierto, puedes refrenar, más o menos, la imaginación.
Pero los sueños no hay manera de controlarlos.
Murakami Haruki (2002) "Kafka en la orilla"