La ciudad del purgatorio

El Desenlace Inesperado

A pesar de los hechos y las apariencias del combate, al desaparecer el manto de arena que cubría a ambos combatientes, se puede ver a Kayn con su puño en un costado del soldado, y el comandante O´Brien bloqueando el golpe con su mano. Kayn, debido al sobre esfuerzo que hizo, este perdió toda su fuerza justo antes de acertar el último golpe, facilitando así que O´Brien pueda bloquearle ese golpe letal. 

 

- Casi temo por mi vida... Casi... Debo reconocerlo, Eres el primer infectado que me hace sentir miedo o preocupación desde mis días como novato, tienes mis respetos, demonio sombrío.

 

El cuerpo de Kayn aparenta estar a duras penas de pie. El joven estaba inconsciente frente al soldado, siendo sujetado únicamente por el perfecto equilibrio que se generó gracias a su puño apoyado en el soldado y sus piernas que a duras penas puede mantenerlo de pie. El soldado nota esto desde un principio y a pesar de poder acabar con su vida, decide tomarlo entre sus brazos y comenzar a caminar en dirección a las chicas, las cuales se han mantenido a distancia, pero por el miedo que en estas dos aviva, no son capaces de moverse de su sitio. 

 

- Necesito que lo reanimes. Sigue vivo, pero inconsciente, debe despertar, rápido.

 

Este deja el cuerpo del joven en frente de Evelyn, cosa a la que ella responde sacando su arma y apuntando al soldado en frente de él. Su miedo no la deja razonar, mucho menos apuntar bien, así que sus manos tiemblan.

 

- Acaso enloqueciste?? ¡¡¿¿Que mierda pasa contigo??!!

 

O´Brien, al ver esta actitud, pone su cabeza justo en frente del cañón del arma, posando su frente en la boquilla.

 

- Si vas a disparar, hazlo, no debes dudar de tus decisiones.

 

Pasados unos segundos, en un movimiento rápido, roba el arma de Evelyn y le apunta con ella misma.

 

- ¡¡Nunca debes dudar de tus decisiones, mucho menos pensar más de la cuenta la situación!! Eres un soldado, el enemigo está decidido y focalizado en una cosa: Acabar contigo y tus aliados. Esos momentos en el que piensas y dudas, son segundos en los que los enemigos aprovechan para actuar... Por ejemplo...

 

O´Brien apunta por unos segundos a Amber y luego a Kayn para dejar en claro su punto.

 

- Si sigues dudando de esa manera... Si sigues que el miedo domine tu cabeza, vas a causar la muerte de las personas que te rodean. Y vas a cargar con esa culpa por el resto de tus días.

 

Después de esas crudas palabras, le devuelve el arma y se sienta sobre una roca cercana para esperar el despertar de Kayn.

Al cabo de unos minutos, Kayn entra en razón y abre sus ojos para encontrarse con la imagen del soldado justo en frente de él.

 

- Esa fue una gloriosa batalla demonio sombrío. He de reconocer tu poder y valor al enfrentarte a mi de esa manera tan impecable.

 

Menciona el comandante mientras este se pone de pie para acercarse un poco más.

 

- Atentos todos, esta información es crucial para definir el futuro... Y talvez el destino de esta ciudad.

 

Estas palabras alertan a Kayn y sus amigas, pues que O'Brien comente ese tipo de asuntos debe ser por algo muy serio, además de que el cambio repentino del soldado hace que todo sea aún más confuso.

 

-Desde que me designaron como comandante de esta misión, pensé que solo estaría para neutralizar infectados muy peligrosos y ordenar a los escuadrones para cazar a una que otra posible amenaza. Pero últimamente las cosas han tenido un giro inesperado: Los soldados están cazando a infectados sin mi autorización, cosa que me lleva a deducir que están recibiendo órdenes de los altos mandos o que se volvieron corruptos y solo matan por placer. La segunda opción no me parece viable, dado a que los soldados asignados a esta misión fueron categorizados y clasificados, así que no solo están aquí por destreza o fuerza, también por respeto y disciplina. Así que todo esto me lleva a sospechar de los altos mandos para alterar el orden que pude infundir en los meses que he estado aquí. Otra cosa es que los experimentos llevados a cabo en la base para encontrar una cura parecen no rendir frutos, no puedo dar testimonio de eso dado a que nunca se me permitió el acceso al laboratorio. Por último, ya no se me comunica con el alto mando, ya no recibo ordenes de ellos y ellos no se comunican conmigo, talvez porque se dieron cuenta que sus planes no van con mis ideales de justicia y esperanza. Todo esto me lleva a sospechar que pronto seré removido de mi lugar por alguien más manipulable y que el plan del gobierno es eliminar su error sin importar las víctimas y que jamás habrá una cura. 

 

Toda esta información fue una descarga para todos, esto que confiesa O'Brien cobra sentido según el encuentro con los soldados que murieron tratando de asesinar a Amber, y el hecho de que Evelyn tuviese la orden de asesinarme en cierto punto.

 

-A qué quieres llegar con todo esto?

 

Pregunta Kayn después de escuchar toda la conspiración que se imagina el soldado.

 

- Pronto seré removido de mi puesto, de eso no tengo dudas. Pero no voy a permitir que el gobierno se salga con la suya y acabe con una ciudad entera solo por su avaricia. Ellos trajeron la perdición a esta ciudad y planean borrar la poca esperanza que tienen estos ciudadanos de volver a una vida normal. Sobre mi cadáver voy a quedarme sin hacer nada mientras veo a todo un pueblo morir, pero para eso necesito aliados fuertes, por eso te buscaba demonio, porque eres el único que no ve a los soldados con odio, eres el único que ha trabajado junto a ellos sin tener deseos de aniquilarlos, eres el único que entiende que ellos no tienen culpa de todo este caos, así que por eso tuve que medir tus fuerzas en una pelea, para saber si ibas a ser un estorbo o si me podrías ser útil de algo.




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