La ciudad magica

capitulo 1

Capítulo 1

Me encuentro en un lugar oscuro, tanto que ni siquiera puedo ver mis manos, parece como si fuera la nada misma un lugar vacío y sin un comienzo ni fin. No hay muros., árboles, edificios, gente, nada, solo yo y la oscuridad.

De pronto, me tambaleo comienzo sentir el suelo, este empieza a temblar ,de repente se abre una grieta y alcanzo a ver una diminuta luz.

Todo se desploma y caigo a un rio de aguas feroces; intento nadar y subir a la superficie pero las agitadas aguas no me lo permiten. Estoy perdiendo la conciencia ya no me queda oxigeno ni fuerzas. Hasta que las aguas, de pronto, se calman; logro ver una luz e intento alcanzarla hasta que salgo a la superficie. Todo es tan brillante y enceguecedor que despierto.

No sé qué signifique pero es aterrador, literalmente siento que no puedo respirar y siento el calor de esa luz; es escalofriante.

 

 

Cuando terminamos de leer el suelo empezó a temblar, la casona se balanceaba de un lado a otro, las paredes crujían y los muebles saltaban. Parecía que la vieja casa iba a derrumbarse. Rápidamente corrimos hacia el lumbral de la puerta y cuando el temblor se detuvo nos dirigimos fuera del edificio.

La ciudad estaba repleta de árboles viejos y maltrechos, edificios, muchos de ellos en ruinas, decidimos que lo mejor ir a un pequeño parque a tres cuadras del lugar; por el temor a una réplica.

John tomo el libro lo introdujo una bolsa de plástico le hizo un buen nudo y nos fuimos al único espacio verde en toda la ciudad. Estaba lleno de basura y muy mal cuidado, aunque aun así se podían encontrar buenos lugares en donde sentarse y disfrutar del fresco aire primaveral.

Alejados del ruido y el peligro nos acomodamos a las orillas del rio que cortaba la ciudad en dos, el agua era cristalina y tranquila, el ambienta te hacia olvidar de cualquier disgusto y te llenaba de paz “Era como estar muerto”.

El profesor decidió leernos el segundo capítulo del libro. Como había atado la bolsa muy fuerte no podía desatarla, de repente comenzó a temblar otra vez y sin querer John dejo caer el libro al rio, en ese momento el suelo se desmorono y caímos al rio las aguas que comenzaron a agitarse ferozmente, no podíamos salir a la superficie, la corriente era tan rápida que nos arrastró fácilmente, fue desesperante esa sensación de asfixia y miedo era terrible. Hasta que las aguas se calmaron y pudimos salir a la superficie y un gran destello nos segó.

Logramos salir del rio, estábamos muy sorprendidos con lo ocurrido, era como si el libro describiera lo que nos estaba pasando.

Al percatarnos del lugar, comprendimos que ya no nos encontrábamos en la ciudad, era un enorme bosque, con un gran rio en medio, no había lugares así ni cerca del país de donde veníamos. Estábamos muy asustados, pero John con gran templanza analizo la situación y decidió que debíamos buscar el libro, seguramente la corriente lo había llevado río abajo.

En ese momento, el niño, pálido y tembloroso, dijo –el libro estaba maldito, todo lo que estaba escrito sucedió tal cual ¡El, Elí era una bruja, predecía el futuro!...

En el instante que dijo eso me enoje, y grite – ¡honra su memoria niño malcriado! la señorita no era ninguna bruja, todo esto debe tener una explicación lógica.

Como era de esperar Charlie y John se quedaron anonadados con sus rostros desfigurados, como si hubieran visto a la mismísima parca. “Aunque debo admitir que yo también me sorprendí al comprender que ellos habían entendido lo que había dicho”.

Luego de un minuto de silencio hable nuevamente –bueno, esto ya es demasiado extraño, pero no se asusten, ni corran, ni griten como idiotas, solo encontremos el libro, tal vez tenga una respuesta a todo esto

Como es obvio, el muchacho comenzó a gritar y llorar, luego de unos segundos el señor reacciono y calmo al niño diciendo –Si, es verdad, esto ya es demasiado ilógico, pero tienes razón perro amigo, debemos encontrar el libro y salir de este lugar, ya no quiero más sorpresas.

Así pues, comenzamos nuestro largo y arduo viaje. Caminábamos en silencio rio abajo en busca del libro, el niño me miraba fijamente, y como no soy un ser paciente dije –no te morderé soy el mismo de siempre, solo que ahora me puedes entender y no me llamen perro mi nombre es Bobby.

Él tomo un sorbo de aire y contesto –Lo siento, es solo que todo es tan extraño, nada tiene sentido, tengo miedo.

–está bien, todos tenemos miedo solo tenemos que mantenernos juntos y cuidarnos uno al otro, desde ahora no pelaremos ni nos quejaremos, lo importante es encontrar el libro y salir de esta pesadilla

En ello John señalo –tienes razón amigo Bobby, pero ya atardece y aun no encontramos el libro, temo que tendremos que buscarlo mañana, ahora tenemos que encontrar un refugio, ya todos estamos cansados, hemos caminado por horas y el rio parece no tener fin.

En ese instante a las orillas del rio vimos el libro, por suerte estaba seco los tres nos alegramos mucho y antes de abrirlo decidimos buscar donde pasar la noche.

Nos adentramos al frondoso bosque, hasta encontrar un árbol gigantesco, el más grande que he visto en mi vida, destacaba de los demás, estaba lleno de colores y vida; decidimos escalarlo y dormir entre sus grandes ramas, ya que no sabíamos que nos podíamos encontrar en el suelo. Pero antes de dormir comimos de sus jugosos frutos, primero los probo John, espero varios minutos y comprendió que no era tóxicos, entonces yo también los probé y el niño por ultimo.



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En el texto hay: amor y amistad, un viaje inesperado

Editado: 13.02.2019

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