La ciudad magica

capitulo perdido parte dos

Luego de horas de viaje llegamos hasta un gran lago muy profundo y quieto, era como un gigantesco espejo, tuvimos que entrar en sus tibias aguas y nadar rápidamente hasta encontrar una puerta escondida en lo profundo.

Alan nos había advertido de un monstruo que custodiaba la entrada, por lo que nadamos lo más rápido que pudimos, cuando estábamos a punto de llegar un leviatán nos estaba esperando, criatura enorme y veloz, fue muy difícil escapar pero el muchacho tenía una garra de una de las bestias sin alma y esta hirió de gravedad al defensor de la entrada.

con facilidad abrió la compuerta, solo escribió con sus dedos la frase en inglés “open your eyes and comes back to  reality ”;  una vez dentro  el reverso de la puerta tenía la frase “fear is what you see”.

Mientras caminábamos él nos dijo la traducción “abre tus ojos y vuelve a la realidad” la primera frase y la segunda “el miedo  es lo que ves”.

 Además nos contó como  Elí lo había rescatado de este lugar la primera vez, explicó que ella había entrado gracias a que se enfrentó a una de las bestias y vio estas frases escritas en la  hoz de una de ellas, luego de tomarla abrió un portal que la condujo hasta aquí. Luego los descubrieron y en la persecución dejó caer el objeto a un precipicio y para salir tuvieron que usar la compuerta, agraciadamente  decidió escribir una de las frases para abrirla, pero esta no se abrió, así que escribió la otra, así fue como salieron nadando. Además ella había sido quien había conseguido la garra.

Me sorprendió escuchar todo ese sobre la señorita, ella era muy pacífica, pero muy inteligente, había sobrevivido a un mundo muy cruel, sin perder su bondad, era obvio que ese ingenio lo aplico perfectamente en este otro mundo.

Después de  tanto caminar llegamos a un lugar horrible donde veías tus peores temores, recorrimos el lugar mientras cada uno observaba temeroso la zona.

Yo veía una ciudad sucia, húmeda, oscura parecida a la de donde vivía,  llena de muertos y todos las personas que amaba estaban sufriendo, intentaba cerrar los ojos pero era imposible borrar esas imágenes y obviar los gritos  de auxilio, “jamás había vivido una situación tan espantosa”. Tenía ganas de correr lo más lejos que pudiera y yo no era el único, la cara del profesor estaba desfigurada y aunque Alan también estaba muy asustado no dejo de repetir que “lo que fuere que estuviéramos viendo o escuchando no era real solo era una ilusión, una horrible ilusión”.

De vez en cuando nos deteniamos para escondernos de las bestias sin almas, y así  llegamos a un lugar donde había filas y filas de personas esperando para ser lanzadas a unas compuertas gigantes con  palabras escritas también en inglés “hope is not enough” (la esperanza no es suficiente). Buscamos por lo que parecieron horas hasta encontrar al niño, lo sacamos de las filas y corrimos, pero de tan grande que era el lugar nos perdimos; no pudimos encontrar la salida, estábamos atrapados, nos estaban rodeando, el lugar estaba lleno de trampas, puentes en mal estado y riscos inmensos.

Mientras corríamos nos encontramos con un  monstruo gigantesco, una especie de humano deforme, lampiño y gordo, con un extraño sombrero, una versión desfigurada del sombrero del profesor. Creímos que nos iba a matar, corrimos pero llegamos a un callejón sin salida, ya no había esperanzas era nuestro fin, se acercaba. Alan tomó la garra e intentó herirlo pero no funciono, el monstruo la rompió sin esfuerzo, en ese instante John se interpuso entre él y nosotros y gritó.

–no  dejaré que los toques, solo queremos salir de este lugar no te molestaremos bestia.

La cosa se quedó quieta  sonrió y habló:

–en  principio no soy una bestia,  tenía nombre pero con el tiempo lo perdí y me convertí en lo que soy, quede atrapado aquí desde hace ya mucho y me encargó de forjar las armas, afilar las garras, coser las capas y cuidar al leviatán, que por cierto es mi único amigo y ya se curó la herida que le hicieron, soy el que mantiene este lugar en pie.-decía mientras se sentaba en el suelo acomodándose. –Es  un castigo, las bestias sin alma no se molestan en siquiera me, para ellos no soy nada más que un montón de grasa, ya me he vuelto inmune a su veneno y  no voy a atacarlos, solo los aleje del alcance de las bestia, me disculpo por haberles causado miedo y hablar mucho solo tengo al leviatán para hablar.

En ello Charlie pregunto  -¿pero porque nos ayudas?  

-incorporándose nuevamente nos dijo-. –bueno, verás una de las causas por las cuales pueden castigarte es intentar escapar, te dejan en este lugar encadenado por mucho tiempo luego te piden que limpies, alimentes al leviatán y hagas casi todo lo que hago yo pero no te dejan hablar conmigo o con  leviatán, luego, en realidad nadie te habla o mira solo cuando es muy necesario, luego de un tiempo pierdes la noción de este, después de mucho más tiempo ya te olvidas hasta de tu nombre ahí es cuando te piden que órdenes a las personas en filas para que atraviesen el portal después de más tiempo ya no te importa nada, tu alma, tu vida, tus recuerdos, se pudren, se marchita la esperanza para luego desaparecer y cuando pierdes la esperanza pierdes tu alma y te conviertes en un esclavo, en una bestia sin alma, en uno de ellos, ya no tienes visión del futuro ya no eres nada, solo eres un esqueleto que hace lo que le ordenan. –mientras caminaba pretendiendo que lo siguiéramos el seguía con su monólogo. –Yo  pude haberme convertido en uno de ellos pero mi esperanza sigue en pie y mi alma aún no se marchita, sin mencionar que hay cosas que me niego a olvidar, si bien ya no recuerdo mi vida anterior me aferro al dolor y el amor que siento en lo profundo de mi ser; gracias a leviatán me mantengo cuerdo y puedo salir cuando quiera; ya no esperan que mi alma se marchite, pero bueno ya hable mucho los sacaré de este lugar.



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En el texto hay: amor y amistad, un viaje inesperado

Editado: 13.02.2019

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