Subimos al segundo piso donde está la habitación de mi padre y la mía, por primera vez me doy cuenta de que las puertas grises que hay no tienen cerraduras y solo son dos puertas plateadas que probablemente se abren por adentro o simplemente desaparecen para dejarnos pasar y luego volverán a aparecer. Solo estamos Hannah, Millie, Flinn yo por la misma petición de Lady Sunset, sí que es muy precisa en todo con o sin poderes. Las puertas plateadas se abren y dejan a la vista un enorme invernadero con ventanas que son las que veía cuando llegué a la fuente y hay un enorme quiosco cubierto con telas plateadas, puedo ver que hay alguien adentro del quiosco porque se forma una figura con un vestido, pero las telas que la cubren hacen que no vea como es exactamente. Las plantas que hay en el invernadero son muy variadas y reconozco la mitad de las plantas, pero hay unas cuantas que son muy raras y tienen detalles que no tiene ninguna planta que conozca, incluso puede que sean las mismas plantas que necesitamos para hacer el antídoto, lo malo es que no tengo el diario de mi padre para comparar la planta con la que podría estar en ese diario. Sorpresivamente aparece el diario en mi mano, como si ya estuviera ahí desde hace tiempo; todos nos quedamos atónitos por el inmenso poder de Lady Sunset para distorsionar la realidad como si fuera algo normal. No pierdo el tiempo y reviso el diario para encontrar algo que pueda ayudar, es la primera vez abriendo ese diario y distingo a la perfección las páginas que no debo leer por la pésima ortografía que tiene mi padre cuando escribe enojado como mencionó Shay, en la sección de la Ciudad Purificadora encuentro esas plantas y efectivamente son esas dos las que se pueden utilizar para crear el antídoto que necesitamos, una planta es una flor morada de pétalos triangulares llamada “vibras malas”, es un nombre muy raro para una flor, y la otra es una planta con flores naranjas que se parecen a una campana de cierta manera y tiene ciertos detalles azules en los sépalos y en el cáliz que se llama “Anastasia del sur”, incluso incluye un dibujo de una duquesa rusa que llevó el mismo nombre y cuya historia fue un misterio muy interesante para todos, creo que he visto algunas películas de esa duquesa donde imaginaron que estaba viva y no la mataron en su propia mansión con su familia, fue muy decepcionante cuando me enteré de lo que pasó en realidad. Tomaría las plantas para largarme, pero prefiero hacerlo con el previo consentimiento de Lady Sunset porque si hiciera todo a escondidas sería muy probable que en cierto punto desaparezcan de mis manos o me tele-transporte a una prisión. Cierro el diario al saber que las plantas están en un espacio seguro y espero a que mi reunión con Lady Sunset inicie, eso es justo cuando lo pienso y las cortinas plateadas que están al frente de nosotros se abren para vernos cara a cara y conversar.
Lady Sunset es muy brillante, literalmente, ella desprende un brillo plateado a su alrededor como si tuviera un reflector escondido en la parte de atrás. Ella es muy, muy impresionante como si fuera una diosa celestial, tiene un impresionante vestido plateado de diferentes telas con un escote que llega a un corsé hecho a medida con detalles plateados y broches de varias figuras con forma de dialectos antiguos, su cabello es plateado, muy largo al tenerlo hasta la cintura y con un adorno especial en su cabeza; tiene zapatos de tacón que se atan con cordones que llegan a su rodilla, lo que se nota porque su vestido se divide en tres en donde se termina el corsé, que es unos veinte centímetros arriba de su rodilla. Su simple presencia genera una sensación de extrema tranquilidad, como si estuviera en mi casa y sin ningún peligro. Su rostro muestra una enorme paz, es muy pálida y a parte de sus ojos plateados sus labios son de un color rojo intenso y su nariz es un poco más grande, pero eso no le quita su impactante belleza que demuestra sin siquiera mover el rostro.
— Bienvenido, Axel —es lo primero que me dice ella, su voz es muy calmada y sus labios forman una sonrisa, como si anhelara mi llegada a la ciudad—. Te he estado esperando para ser parte de tu travesía, eres una persona pura que quiere mejorar el mundo y solo hay pocas personas como tú. Tu tatarabuelo Aarón era similar a ti, sabía que tenía mucho que perder e hizo todo lo posible para contener la amenaza, tú también estás dispuesto a sacrificarlo todo.
— Entonces sí eres real, mis tías pensaban que eras solo un mito y que tal vez dijeron que tu existencia solo era para distraernos.
— Soy mucho más que eso, yo he estado presente en esta ciudad por mucho tiempo y lo estaré hasta que el mundo ya no tenga tanta maldad, he hecho una promesa y sé que tú me ayudarás a cumplir esa promesa, incluso aunque no creas que eres puro
— Yo… —me conoce muy bien por sus poderes, sabe que yo no me considero como la persona más pura del planeta, he hecho muchas cosas que no son moralmente correctas y las he hecho con una mala intención —ya no me siento mal o me desprecio, pero siento que no puedo decir cómo me siento porque hay ciertas cosas de las que me arrepiento porque no sabía qué hacer en esos horribles momentos de desesperación.
— Que esos pensamientos no te impidan ver quién eres en realidad, eres mucho más que un simple contingente y tú lo sabes, aunque no quieras aceptarlo. Estás en un lugar seguro y puedes expresar, no tienes por qué ocultar aquello que quieres confesar, tu padre no está aquí y no te puede escuchar —definitivamente lo sabe todo, es algo que acabo de pensar. Y aunque no le puedo ocultar nada sé que tendré que lidiar con esto como lo he estado haciendo últimamente, eso me afectó mucho mientras estaba en el laberinto y me culpaba sin sentido