Estoy a la mitad de una isla paradisiaca, es de los pocos sueños que realmente no estoy enfrente de un montón de muertos o John gritándome que lo dejé morir. La arena es blanca y fina, donde están regados enormes cuarzos rozados que se podrían trepar con facilidad, mientras que el mar está tranquilo y es de una tonalidad azul eléctrico, un lugar que me gustaría visitar si no estuviera en problemas y esta isla fuera real o haya una tremendamente parecida. Como todo sueño se basa en el subconsciente y lo mezcla con cosas raras, no es raro ver a varios de mis amigos representados como criaturas de fantasía o de libros que he leído alguna vez y me marcaron mucho, la primera que encuentro es a Hannah, que es una sirena. Parece que no me hace caso y continúo caminando por la playa tan tranquila, una gran señal de que algo malo va a pasar, pero por ahora todo parece muy tranquilo y debido a la falta de tranquilidad que hay en mi vida, decido disfrutar este momento antes de llegar a la cruda vida real. Aprovechando que tengo unos shorts y una playera entro al agua, sin embargo, no puedo entrar y pareciese que no puedo salir de la isla, como si estuviera atrapado.
Evito el pánico, no sale nada bueno de aterrarse y buscar una salida, podría adentrarme en la isla. Antes de adentrarme en la isla, veo por curiosidad mi reflejo y veo que yo también estoy combinado con una criatura mitológica, eso creo, tengo cuernos de ciervo y una nariz negra y similar a la de un ciervo, ya no vuelvo a ver esa serie de animales humanizados y adolescentes actuados por adultos por simple curiosidad. El resto de la isla es la típica selva de una isla abandonada, palmeras por doquier con insectos que te pueden matar o son igual de fastidiosos que los mosquitos. De repente, un bulto sale de los arbustos, haciéndome retroceder del susto; al verlo bien es un cazador con rifles y cualquier artefacto para matar a el animal que se le atraviese, no solo es un cazador, es una combinación de Trevor y Rick, teniendo el cabello rojizo de Trevor y las facciones duras de Rick. Empieza una persecución en la selva para evitar mi muerte, enfoco casi toda mi energía en evitar las lianas o las ramas que se atraviesan en mi camino y el cazador no muestra cansancio en absoluto, hasta lo disfruta con una gran sonrisa digna de un psicópata. Irónicamente veo a Joe sin piel verde y sin sus garras, no tiene nada de importancia, pero no puedo evitar notarlo. Siguiendo con la persecución, llego a una de esas barreras invisibles y al voltear el cazador se detiene, separándose en Trevor y Rick, apuntándose el uno al otro.
— ¡Axel! —es una voz que no proviene de este sueño, ninguna de las personas aquí está moviendo los labios—. Axel, tienes que despertar —otra vez el ruido de algún lugar, y justo cuando Ambos disparan despierto.
Despierto de golpe con Joe y Flinn a los lados de la cama, jamás los había visto tan emocionados a ambos por verme, aunque de cierto modo se ve muy tétrico como una película de terror en donde el protagonista despierta y hay dos asistentes del malo al frente de él.
— ¿Qué pasó? —es lo primero y único que se me ocurre decir queriendo dejar de recordar ese sueño raro, esa analogía y sueño fue más raro de lo normal, no tanto por esa serie de animales adolescentes, fue por ver como Rick y Trevor se apuntan el uno el otro, la única duda es saber quién fue el primero que murió o fue afectado por el disparo.
— Estabas durmiendo muy tiernamente, y como hoy es un día especial, yo y tu amigo queremos divertirnos antes de la fiesta y que mi padre te ponga a trabajar, Flinn me ayudó a organizar lo que vamos a hacer —Joe tiene una camisa blanca y unos shorts negros, siendo la primera vez que no lo veo con el traje de siempre.
— Primera tarea, vestirte para la ocasión, te escogimos un atuendo especial con ayuda de Hannah, dijo que nuestro atuendo original no te iba a gustar— Flinn señala a una silla cerca del closet con unos pantalones blancos y una playera naranja encima, y Hannah estaba en lo correcto, no usaría un pantalón blanco si no fuera obligatorio, prefiero los pantalones de mezclilla o negros.
Después de cambiarme de ropa, salimos al salón principal lleno de mesas con manteles blancos y dorados, que tienen un adorno floral como no podía faltar. Flinn y Joe aprovechan que no está mi padre en el salón principal para salir riendo y hablando en voz alta, prefiero no hacerlo y resaltar otra vez por una controversia del día anterior, en este caso ya serían dos días seguidos con mi “escape” no supervisado y con un atentado hacia mí, en menos de una semana ya me he vuelto en la persona controversial de la ciudad, debería ser un tiempo record por la velocidad en la que todos me miran sorprendidos o intentando averiguar qué es lo que está sucediendo en mi cabeza. Evito todas las miradas buscando un lugar en donde no haya alguien mirándome fijamente, eso me incomoda y me hace pensar que están pensando que si no fuera por mi padre solo sería el chico problemático de la ciudad o me están juzgando por mis acciones y emergencias que he provocado. Todo va bien, el cielo está despejado y puedo oler los deliciosos panqueques de los restaurantes que solo venden en las mañanas, pero al llegar cerca de donde nos dirigimos, un lugar misterioso que ambos se negaron a decirme su nombre, descubro que hay barricadas que tapan todo el perímetro de lo que se considera como la colonia de clases altas, blanca y morada específicamente. Tal vez sea por el atentado de ayer, pero en ese caso hubieran simplemente enviado a todos los de clase roja a su sede y cerrar el edificio con comida, no el centro de la ciudad.