La Ciudad Purificadora

Inicia el final

Salgo de la enfermería de la resistencia, por ahora me darán una prótesis provisional de color roja mientras encuentran o fabrican una que pueda soportar mis poderes y sea útil en batalla. Ya han pasado dos semanas desde que ese día sucedió, no me permití caer inconsciente hasta llegar a la resistencia; quería explicarles a mis tías todo lo que pasó con cada detalle. Con gusto aceptaron a Joe y le asignaron una habitación con alguien de su edad biológica cerca de mi habitación para no sentirse mal, él supo procesar todo esto gracias a sus nuevos amigos en la base y con la ayuda de nuestras tías, está seguro aquí en la base donde nadie puede hacerle daño. John me acompaña a cada lugar al que voy para ayudarme, convenció a mis tías para dormir en mi habitación en una de esas camas que se convierten en un sofá y ayudarme a acostumbrarme a la prótesis, él y Rick se han ofrecido a asistirme en simple cosas que ahora solo puedo hacer con un brazo, les he dicho que me estoy acostumbrando rápido a eso, pero de todos modos me siguen por si surge un problema. En la comida me decido por agradecerles por todo y reducir un poco su ayuda, John y Rick ya casi terminan su puré de papa con una hamburguesa por ser viernes. Yo estoy moviendo y haciendo figuras con el puré, hoy no tengo animo de hacer nada, según mi psicóloga es por un caso de cansancio emocional, lo que se resolvería con algo tan fácil como un mes o dos para descansar de todo y alejarme de la guerra, pero no puedo darme ese lujo, la guerra está en su punto máximo y tengo que cargar con esa gran responsabilidad.

— Oye, no has probado la comida, está excelente —John muerde lo que queda de su hamburguesa derramando la mostaza que cae en el puré, no le molesta y come la parte del puré con la mostaza—. Puedo hacer que te cambien la hamburguesa por un hotdog, escuché que no solo hacen hamburguesas los fines de semana.

— No es eso, solo estoy pensando —más que estar triste, estoy pensativo, reflexionando acerca de las palabras que usó Noah para hacerme sentir mal, no es que piense que sea verdad, estoy pensando en sus razones para verme de esa manera.

— Sé que te estás acostumbrando a tu prótesis y a un estilo de vida en el peor estado de la guerra, no hay problema para nosotros, te ayudaremos hasta el final.   

— Chicos, agradezco su ayuda y todo, pero no necesito su ayuda para todo.

— Somos tus amigos, te apoyamos cuando lo necesitas y ahora que ha pasado todo esto necesitas más ayuda, aunque no lo creas necesario —Rick trata de convencerme y no sé si hacerlo, después de todo, esos recuerdos de la ciudad purificadora siguen frescos en mi memoria, fingir que ahora todo está bien me parece una idiotez por el daño que le causé—. No estoy enojado por esa situación, no tienes que llevarlo muy lejos pensando que fue tu culpa, te manipularon, todos en esta mesa lo fuimos una vez en cierto momento de nuestra vida.

— No es eso, es la guerra, ya hemos pasado por todo y si ahora ellos tienen algo de mí para experimentar eso significa que no nos queda mucho tiempo.

— Axel, no tienen suficiente sangre para experimentar y crear el virus perfecto, te seguirán buscando sin importar lo que hagan.

— John, tengo una pregunta que hacerte —las palabras salen de mi boca el llegarme una duda que no me había hecho en ningún momento.

— ¿Qué pasó? Puedo ayudarte en lo que quieras, así ha sido siempre y ni RedCell pudo hacer nada para impedirlo —contesta amablemente siendo nostálgico como parece recapitular nuestra mistad en una sola frase.

— Estuviste en los laboratorios de RedCell, ¿Viste alguna vez a Trevor o a alguien que conociera por casualidad? —John se ve incomodo por aquella pregunta, ni él ni yo nos gusta hablar sobre nada de lo que ocurrió en el laberinto, a CJ no le importa mucho, pero a ambos simplemente nos recuerda a los horribles momentos que pasamos, no a las muertes o trampas que había, me refiero a cuando nos veíamos forzados a ver la verdad y decir lo que sentíamos—. Si te incomoda no la respondas, ni siquiera sé por qué lo hice.

— Bueno, yo…em…es difícil comprender todavía lo que pasaba por mi cabeza ese tiempo, no reconocí a todos los que trabajaban y a Nate tuve que recordarlo cada día para no olvidar como lo conocí cuando la amnesia me dejó desubicado y la oleada de recuerdos inundaron mi cabeza. A veces veía a un chico pelirrojo antes de recuperar la memoria, no recordaba su cara, así que no pude advertirte del peligro, de todos modos, ese Trevor no me agradaba, trataba de alejar a cualquiera que se te acercaba cuando estabas ocupado en otras cosas, ahora sabemos por qué. De Chris no sabía que era tu amigo, lo vi una vez cuando me controlaban con el suero y luego nada, jamás lo volví a ver.

— No pensé que era el malo, lo pensé cuando tuve una pelea con él y dijo las mismas mentiras que mi padre, pero después desapareció de mi cabeza por una situación tras otra. Supongo que esa era la razón por la que me pareció un gran tipo en un inicio, su objetivo era ser mi amigo y alejarme de todos.

Revuelvo el puré de papa con la cuchara, ya no sé qué hacer para terminar con la guerra; aún peor, ¿qué se supone que haré después de ganarla? Me sentiría vacío al perder lo que en este momento me motiva a continuar de manera interior. Todos mis amigos se van uniendo en la mesa a excepción de mi hermano, que juega con los niños de su edad, uno pensaría que es raro ver a un chico de 15 o 16 jugando con niños con la mitad de su edad, todos en la resistencia lo pensaron así en un inicio, algunos padres se quejaron con mis tías y lo mejor que se nos ocurrió fue aclarar todo en una junta general para reportar los avances y nuevos descubrimientos, después de eso Joe se la pasa casi todo el día jugando, terminando el día abrazándome y deseándome buenas noches. Me alegra que en pocos días se haya integrado muy bien en este lugar, tardó menos de un día para conseguir amigos, al pasar cerca de mi mesa me saluda con una gran sonrisa que me alegra un poco más. Hannah me anima a comer, cosa que decido hacer para no sentir hambre el resto del día, todos evitan el tema de mi brazo que fue amputado a la fuerza por RedCell para no ofenderme o hacerme sentir mal, hablan acerca de cosas tan mundanas como noticias de series que van a estrenar o de escándalos de celebridades, una sonrisa se dibuja en mi rostro al sentir otra vez que vuelvo a hacer un chico normal que se divierte con sus amigos, antes me quejaba sobre lo aburrida y mala que era mi vida, y ahora tener una vida normal trabajando para una pizzería y yendo a una universidad me resulta casi un sueño que es cada vez más difuso. Les sigo la corriente hablando sobre los memes y buenas anécdotas con Flinn jugando videojuego, pero en segundos me aburro fatalmente, no sé si estoy en ese punto donde solo me interesa hablar sobre la guerra para desahogarme, sea por ser el eje central o estar siendo consumido por esta, el tema es difícil de evitar considerando que estoy rodeado por eso.



#1796 en Ciencia ficción
#11956 en Otros
#1489 en Aventura

En el texto hay: poder, armas biologicas, viaje del heroe

Editado: 08.10.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.