La Coneja Me Pertenece

Capitulo catorce

El viaje fue un poco incómodo y pesado, era pesado por los troncos de madera que llevaba e incómodo ya que desde que me dijo el nombre del lobo no me dirigía la palabra, tampoco me volteaba a ver y caminaba varios pasos delante de mí, aun no logro entender su actitud, a veces siento que su comportamiento es un poco extraño o tal vez la extraña seré yo.

– Asra, ¿puedo hacerte una pregunta? – rompo el silencio

– La acabas de hacer – es lo que responde aun a varios pasos delante de mí.

– ¿A dónde iremos después de que pase la luna llena? – el seguía caminando.

– Te llevaremos al pueblo humano más cercano y te dejaremos ahí, después de eso es tu problema lo que quieras hacer – es lo que dice mientras sigue a su paso delante de mí –

Eso no había cruzado por mi cabeza, aunque tampoco había cruzado por mi cabeza el adonde iría o que haría después de que Asra decidiera desecharme por ahí, tenia que empezar a pensar en lo que haría después de llegar al pueblo humano, nunca en mi vida me había relacionado con un humano, pero tenía entendido que odiaban a los mitad bestia, mi mente seguía divagando en lo que haría después de que Asra me dejara en el pueblo humano, en una de mis tantas divagaciones, me tropiezo con las raíces de un árbol cayendo al suelo Asra se detiene suelta un bufido y murmura un “torpe” en voz baja.

Levanto mi cabeza para mirarlo directo a los ojos y lo encuentro mirándome directamente con su rostro serio, decidí no prestarle atención a la forma en la que me miraba y levantarme del suelo sin ayuda de él, de reojo puedo observar como se mueve para acercarse estira su mano para tomar mi brazo, pero de lejos se alcanza a escuchar el maullido de un gato logrando que Asra tome mi brazo bruscamente me levante del suelo y me lleve arrastras hacia la casa abandonada que estábamos ocupando, nos encontrábamos cerca por lo que fue muy poco el camino que me arrastro, aunque eso no evito que mi brazo se haya enrojecido un poco por la presión que ejerció

– Entra rápido – me empuja bruscamente dentro de la casa

– ¿Qué sucede ahora? – en el corto camino del lugar de mi caída hasta acá no me había dejado pronunciar ni una palabra sin mandarme a callar antes, por lo cual me había enfadado un poco la verdad – ¿le temes a los gatos?

– No se trataba de un gato, era un carnívoro – es lo que dice apoyado en la puerta para que esta no se abriera sola, luego de unos segundos apoyándose en esta se desliza quedando sentado.

No se que era lo que sucedía pero su cabeza estaba pegada a la pared y sus ojos se encontraban cerrados, de un instante a otro se levanta rápidamente del lugar en el que se encontraba sentado se separa de la puerta un poco y mueve su cabeza para todos lados como en busca de algo, se notaba que algo lo tenía alerta, fue cuestión de segundos para que escucháramos el aullar de un lobo, su aullar parecía como si estuviera sufriendo, como si lo estuvieran torturando, Asra rápidamente sale de la casa por lo que lo sigo a un paso mas lento, lo primero que alcanzamos a ver fue un lobo tirado en el suelo sangrando por su costado derecho y soltando lastimeros aullidos.

Asra corrió rápidamente hacia el lobo que se encontraba tirado en el suelo y yo corrí detrás de él y pude observar con mejor claridad al lobo, su pelaje color café se encontraba manchado por la sangre que brotaba de su costado, y su herida era de un tono negro, sentí miedo y tristeza a su vez, no quería que nada malo le sucediera después de todo me había protegido en varias ocasiones, así que sin pensarlo mucho eh ignorando cualquier cosa corrí hacia el lago, recuerdo vagamente unas plantas que crecen en la orilla de este mismo, mi madre las utilizaba para hacer algunos remedios caseros mientras me enseñaba siempre repitiendo las mismas palabras “tienes que aprender ha hacer estas cosas para poder ayudar en algo a tu marido, después de todo el será el que se encargara de traerte un sustento a casa” odie tanto esas palabras, siempre pensé que nunca las utilizaría pero aquí estoy poniendo en practica los remedios de mi madre.

Luego de llegar al pequeño lago y tomar las plantas doy media vuelta y enseguida empiezo otra vez mi camino otra vez hacia cabaña en la que nos encontrábamos, a lo lejos vuelvo a escuchar nuevamente el maullido de un gato, sonaba como si estuviera herido, su maullido me llamaba era como si me atrajera hacia él, aunque no supiera donde estaba o donde era que sonaba, pero sentía una atracción inexplicable.

Sentía una inmensa curiosidad acerca del pequeño gato que maullaba en busca de ayuda por lo que me intente desviar para ir en busca del gato, pero el aullido de dolor que provenía del lobo Dion, reaccione rápidamente y corrí hacia donde se encontraban Asra y Dion “tengo que salvarlo, así como el me salvo a mí.”

– ¡¿En dónde carajos estabas?! – es lo primero que grita Asra al verme –
¡¡¿no vez que pudo haberte pasado algo?!! ¡¿Por qué eres tan insensata?!-

Ignoro sus gritos hacia mi persona y me dirijo directamente hacia donde Dion se encontraba, me arrodillo cerca de él, con dos piedras machaco la planta; mientras en una sitúo la planta con la otra la machaco, luego de que la planta esta bien machacada, la paso por la herida abierta del lobo y volteo a mirar a Asra

– Hay que llevarlo rápidamente a que le suturen la herida – es lo único que digo.

– ¿Ahora eres medico? – pregunta sarcásticamente

– No, pero tengo algunos conocimientos básicos acerca de plantas curativas y primeros auxilios – le respondo mordazmente – ahora tenemos que llevarlo a que curen de el – le exijo

Asra suelta un bufido toma a Dion en sus brazos y empieza a caminar – cerca queda una manada de lobos iremos ahí y pediremos ayuda, luego nos iremos – es lo que responde al darse cuenta que no me muevo ni un centímetro.

Empiezo a caminar de tras de él lo más rápido que me es posible, pero de un momento a otro nos detenemos no llevábamos mucho recorrido, pero habíamos avanzado una considerable cantidad de distancia, fue cuestión de segundos para que después de que nos detuvimos varios lobos nos rodearan, Asra deja cuidadosamente a Dion en el suelo y se pone de pie rápidamente, luego de que lo dejase en el suelo los lobos empiezan a acercarse a él así que me interpongo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.