Hace un tiempo...
- ¿Estás terminando conmigo?
- Lo siento, Anya, pero esto no funciona.
Me quedo ahí totalmente en shock, porque mi novio está rompiendo conmigo así de la nada.
- ¿Y ahora, esto de dónde salió? Te amo, Ty...
- Lo siento, Anya.
- ¿Entonces, eso es todo? Estás terminando nuestra relación.
- Así es.
- ¡Eres un imbécil!
- Sé que estás molesta, pero tienes que entender...
- ¿Qué hay que entender?
- No somos el uno para el otro, Anya. Tú eres demasiado... insípida. Necesito más.
- ¿A qué te refieres con insípida?
Se me revuelve el estómago seguro no dice en serio lo que acaba de decir.
- Eres común y aburrida, y el sexo contigo es...
- ¡Ni te atrevas a terminar esa oración! ¡Fuera!
- Lo siento, Anya. Espero que encuentres tu felicidad.
- ¡Fuera, Tyson!
Tiempo presente...
Decido irme al fondo de la clase y sentarme en el rincón, lejos de todos los demás. Mi mente ha estado jugando conmigo las últimas semanas y necesitaba estar sola con mis pensamientos para poder acomodarlos.
Ya pasaron dos meses desde que Tyson Davis me rompió el corazón y destruyó mi mundo. Pero sus palabras siguen resonando en mi cabeza. Dejo salir un suspiro e intento sacar de mi mente a Tyson Davis. Misión fallida. Sus palabras se reproducen en mi mente una y otra vez.
Aburrida.
Insípida.
Exhalo profundo y me doy la vuelta para ver a Ashton Decker caminar hacia donde yo estoy sentada. Lo primero que noto es su sonrisa perfecta que me mientras se sienta junto a mí. Y luego noto sus ojos de sueño recorriendo mi cuerpo perezosamente, desde la cabeza a los pies. Su rostro... no lo puedo leer.
- ¿Hay alguien sentado aquí?
Sus labios forman una sonrisa sexy, que hace que se me doblen los dedos de los pies. Pero mi mente rechaza todo eso, recordando las últimas palabras de Tyson.
- Sí.
Se ríe y sacude la cabeza, y sus ojos siguen mirando a los míos.
Me tomo un minuto para observar su hermoso rostro. Ashton está dotado con una hermosura que me hace agua la boca y que hace que a cualquier chica le salte el corazón. Esos dulces ojos cafés que esconden tantos secretos, más que la novela Crímenes Verdaderos que dejé en mi cuarto. Su mechudo cabello café, perfecto para recogerlo mientras él coloca sus besables labios en...
Oh dios. Noto que sus ojos brillan sobre mí por segunda vez.
- ¿Te importa?
Miro en shock como se acomoda en su silla, coloca las manos detrás de su cabeza y sube sus sucias botas al escritorio.
- ¿Cómo te llamas, pequeña cervatilla?
No puedo no girar lo ojos por lo engreído que es, pero también me intriga. Antes de poder responder, entra un hombre que casi me deja sin aliento.
Ashton es guapo, ¡pero este tipo es impresionante!
Toda la clase se gira hacia él. Sin duda, las otras chicas sentadas a mí alrededor también lo están revisando.
Es alto, casi como una casa, y se ve que por los bíceps, que se marcan en su camisa, tiene buena complexión. Su cabello es rubio cenizo, relamido hacia atrás, y con un corte con estilo, lo que resalta sus cinceladas mejillas y sus grandes y sonrientes ojos.
Juro que vi esos hermosos ojos detenerse sobre mí, y se quedaron ahí por un momento, antes de mirar el resto de la clase.
Bueno, seguro que estoy desesperada. ¿Quién es ese tipo?
- Bueno, clase, todos a sus lugares. Yo soy el profesor Jude Darling, y seré el sustituto de su instructor, el profesor Hunt. El profesor Hunt se tuvo que ir por una emergencia, así que yo tomaré esta clase y su curso de Literatura Inglesa hasta el fin de año.
Qué sorpresa tan bonita.
- Meh. – Ashton deja salir un gruñido, así que lo miro y lo encuentro todavía mirándome y sacudiendo la cabeza.
- ¿Qué?
Me aseguro de mantener la voz baja para no llamar la atención, mientras el profesor le habla a toda la clase. Ashton se inclina hacia mí y me susurra:
- Todas sois iguales, babeando por el profesor.
Lo miro enfadada y me alejo de él para prestar atención a lo que dice el profesor Darling.
- No tiene sortija. – Vuelve a abrir su bocaza.
Escucho a Ashton burlándose de mí. Giro los ojos e ignoro sus provocaciones.
- Supongo que esa es una forma de ser la mejor de la clase, matada.
Algo en mí se remueve y siento como empieza a calentarme el cuerpo.
- ¡¿Te quieres callar?!
Mi cara cambia varios tonos de rojo porque comprendo que grité muy fuerte, y ahora toda la clase me está mirando. Comprendo que también el nuevo profesor me mira raro y quiero desaparecer de la faz de la tierra.
- ¿Hay algún problema, señorita?
Me aclaro la garganta y le pongo una jeta a Ashton. Él solo se ríe.
- Lo lamento.
Eso es todo lo que podía decir. ¡Qué vergüenza!
- Sí que te lo tomaste a mal. Mira lo roja que te pusiste.
Escucho a Ashton reírse, y el profesor deja de hablar y se gira hacia nosotros.
- ¿Hay algún problema, señorita Webster?
Mi mejilla se sonroja y sacudo la cabeza en silencio. El profesor Darling parece molesto, pero rápidamente vuelve a lo que estaba diciendo.
- Como estaba diciendo, el 90% de su calificación depende de este proyecto, y yo he seleccionado al azar a los compañeros que tendrán.
Ashton se inclina hacia mí de nuevo y susurra.
- ¿Crees que le excita saber que todas sus alumnas están locas por él?
- ¿Estas celoso?
- Me han dicho cosas peores.
Ashton me guiña el ojo y cada vello de mi cuerpo se pone de punta. ¿Está ligando conmigo o solo me está molestando? Es difícil decir con los tipos de mi edad.
- Señorita Webster. – Mis oídos se animan al escuchar como mi nombre sale de los perfectos labios del profesor Darling. No estoy segura, pero creo que veo una pequeña sonrisa en sus labios mientras continúa. – Usted va a trabajar junto con Ashton Decker para esta tarea.