- Resultó ser que Ash es un tipo bastante cool.
- Espera un poco… ¿Ahora lo llamas Ash?
- No sé. Me dijo que lo llamara así.
- Ustedes dos sí que se atraen el uno al otro.
- Supongo que es un buen tipo.
- Ajá, sí, muy bueno. Prepárate para esta noche.
- Bueno, bueno. A ver qué me pongo.
- Con lo que seas estarás para partir cuellos.
Finalmente, decido ponerme un vestido beige.
- ¡Mírate, preciosa! ¿Estás intentando ensombrecerme a mí?
- Siempre.
Llegamos al Club Blue Opal y nos metemos entre la multitud para llegar a la barra.
El lugar está lleno, hay un montón de estudiantes y un ruidoso grupo de mujeres mayores haciendo un desmadre al final de la barra.
Un camarero guapo se nos acerca para pedirnos nuestra orden.
- Damas, ¿qué les puedo servir?
- Dos rones con coca – cola, por favor.
- De inmediato.
Veo que el marero fija su mirada en Claire un poco más antes de ir a por nuestros tragos.
- Alguien cree que eres linda.
- Tal vez lo agarre cuando tenga su descanso y me divierta con él en la bodega. Ahora, ¿qué te parece si encontramos a alguien para ti?
- Te avisaré si veo a alguien interesante.
- Sólo dilo y será tuyo.
- ¡Estás completamente loca!
El camarero vuelve con nuestras bebidas.
- Esta va por cuenta de la casa, damas. Por cierto, me llamo Michael, si necesitan algo más estaré por aquí.
Nos guiña el ojo antes de irse a atender a los demás clientes.
- No me molestaría restregarme con él en la pista de baile.
Pongo los ojos en blanco.
Ambas tomamos nuestras bebidas en ese segundo y brindamos. Tras tomar el primer trago siento la electricidad recorriendo todo mi cuerpo.
- ¡Vamos a bailar! – Grita Claire.
- ¡Después de ti! – Le hago una reverencia.
Claire me toma de la mano y me lleva a la multitudinaria pista de baile. A nuestro alrededor hay cuerpos sudorosos, todos se tallan y bailan unos con otros. Claire y yo comenzamos a bailar con la multitud y nos perdemos en el ritmo de la música.
- ¡Esto es muy divertido! – Le grito a mi amiga para que me escuche.
Bailamos unos buenos veinte minutos, pero rápido necesito un descanso de todos los cuerpos a mí alrededor.
- Voy a por otra copa, ¿quieres otra?
Asiente con la cabeza y me dirijo hacia la barra.
Todos los barmans están ocupados sirviendo a los demás clientes, y yo me quedo al final de la barra y espero.
- No va a venir, ¿lo sabes? – Me grita una de las mujeres mayores. Miro a la mujer mayor que me está hablando. Evidentemente está borracha. – Llevo una hora intentando llamar su atención.
- No parece que necesites otra copa.
- ¡Ah, no me digas! Tal vez deberías ocuparte de tus asuntos, niña.
- Tú eres la que empezó a hablar conmigo. Yo solo estoy observando que una mujer de mediana edad, muerta de borracha, está en un club con gente de veintitantos.
-Y yo veo a una niña miserable que no se sabe divertir. – Se le traba más la lengua mientras habla. – No pierdas tu juventud esperando a que pase algo, niña.
- ¿Por qué sigues hablando conmigo?
Sin esperar su respuesta y empezando a estar harta de todo, decido moverme al lado opuesto de la barra. No tomo mucho tiempo para que me arrepienta de eso.
- Hey, nena.
- ¿Qué estás haciendo aquí, Tyson? ¿Estás en una cita?
- No, todavía estoy soltero. ¿Tú viniste a una cita?
- No, todavía estoy soltera. Estoy aquí con Claire.
- No veo a Claire por aquí.
- Esta bailando con dos tipos guapísimos y estaba a punto de unirme a ellos.
- Ajá, sí, claro.
- ¿Qué quieres?
- Pensé que habías venido a saludarme.
- No tenía idea de que estuvieras aquí. Intento escapar de las extrañas mujeres que están al otro lado de la barra.
- Esperaba que pudiéramos hablar. No te quitare mucho tiempo.
¿Qué debería hacer?
- Bueno, sí, tienes diez minutos.
- Eso es suficiente.
- Rectifico, tienes tres minutos. ¿Dónde quieres que hablemos?
- Hay menos ruido fuera.
Le hago señas a Claire antes de salir del club con Tyson. Mis señas son en vano, veo a lo lejos que ya está ocupada en un rincón, besándose con un tipo. Parece que necesitaré que alguien me lleve a mi casa más tarde.
Una vez fuera espero a que él dé el paso de empezar a hablar, ya que lo ha propuesto él y no yo.
- Me da gusto haberte encontrado aquí esta noche.
- El reloj está sonando, Tyson. ¿Qué quieres?
- Te echo de menos, Anya.
- Vete a la mierda, Tyson. Rompiste conmigo de la nada y me lastimaste. ¡No te puedo perdonar por todo lo que me dijiste!
- ¿Qué es lo que te dije?
- Me rompiste el corazón y dijiste que era aburrida en la cama. Bueno, explícame por qué eres un grandísimo pendejo.
- No tienes que insultarme.
- Tienes un minuto antes de que te dé un puñetazo en la cara.
- ¿Cuándo te volviste tan grosera?
- Treinta segundos, Tyson.
- Bueno, cálmate. Reconozco que yo cagué esta relación.
- No tenemos una relación. –Recalco. – Ese tren ya pasó.
- Lo cagué todo, Anya, lo admito. Conocí a alguien y me entregué a la tentación. Pero te juro que termine contigo antes de hacer cualquier cosa con esa otra chica. Me equivoqué al haberte dejado, Anya. Te amo y lamento mucho las cosas que te dije.
- ¿Y ahora se supone que tengo que hacer? Ponerme de rodillas y besarte los pies? Pues te digo una cosa, Tyson. Es muy tarde. Tardísimo. Terminé contigo en el momento que me rompiste el corazón. No permitiré que me vuelvas a lastimar nunca más.
- Anya, por favor, escúchame.
- Se acabó tu tiempo, Tyson. Ve y busca otra tipa que aguante todas tus mierdas.