- ¡Anya, despierta! ¡Vas a llegar tarde a tu clase!
- ¡Oh, no! Anoche me quedé despierta hasta tarde preocupada por mi dilema. Parece que no escuché la alarma.
- ¿Ya decidiste?
- Sí.
- ¿Me lo quieres decir?
- Por supuesto. Decidí que me quiero quedar con Jude, porque me siento muy bien con él, y me hace feliz.
- Y también te pone cachonda.
- Eso también.
- No me extraña. Creo que Jude es la elección correcta.
- Yo también. Estoy convencida de ello.
- ¿Y cuándo se lo vas a decir?
- En las tutorías de hoy.
- ¡Traviesa! Dudo mucho que puedan estudiar hoy.
- Espero que no. De hecho, no necesito tutorías. Esa solo era su forma de que estuviéramos solos en su oficina. ¡Y yo tengo grandes planes para ese escritorio!
- Una chica a mí medida. Vamos a ponerte preciosa para tu hombre sexy. Buena suerte con todo.
- Gracias, necesitaré suerte.
- Hola, Anya, ¿cómo estás? – Me saluda Jude al entrar en clases.
- Estoy bien, pero Jude, ¿podemos hablar después de la clase?
- Claro que podemos. Tenemos programadas nuestras tutorías.
- ¿Cuánto tiempo tenemos?
- Cuanto tiempo te sea necesario. Tengo una hora para nuestras tutorías, y luego una hora para almorzar.
- ¡Perfecto!
- ¿Te dije ya lo sexy que te ves hoy?
- Shh, alguien te puede oír.
- No me importa. Te ves preciosa.
- Gracias.
- Siéntate, señorita Webster. Estoy a punto de comenzar la clase. – Jude me guiña el ojo juguetonamente antes de irme a mi lugar.
Veo a Ashton mirándonos y se me rompe el corazón. Seguramente debería de decirle qué sucede.
- Hola Ash, ¿cómo estás? – Me siento junto a él y noto lo cansado que se ve. – ¿Te encuentras bien?
- Estoy exhausto, Anya. ¿Podemos hablar después de la clase?
- Tengo tutorías después de clase, pero podemos hablar un ratito.
- Tutorías con el profesor Darling… No importa. Llámame más tarde, ¿está bien?
- Está bien. – Le digo sin estar muy convencida del todo.
El resto de la clase de Literatura Inglesa pasó sin contratiempos, pero hoy estoy preocupada por Ash. Parece que hay algo malo con él, y aunque tengo mis dudas… Aún así es mi amigo. Lo llamaré después de verme con Jude. Jude, qué guapo se ve hoy…
- ¿Señorita Webster?
- ¿Sí?
- Le pedí que explicara su teoría sobre la obre de Shakespeare.
- Claro, por supuesto. – Me dispongo a levantarme para salir enfrente a todos, pero mi cuerpo tiene otros planes. – ¿Puedo salir un momento?
Me sonrojo porque toda la clase se gira hacia mí. Yo no soy de no responder a una pregunta, pero me está dando vueltas la cabeza.
- ¿Está todo bien, señorita Webster?
- No me siento bien.
No hay nadie en el baño y suspiro de alivio. No sé qué me pasó, pero tuve que salir un momento de la clase. Me siento mejor por haber decidido, pero estoy a punto de romper el corazón de Ashton. ¿Por qué tiene que ser difícil? Alguien toca la puerta y me saca de mis pensamientos. Es Ashton.
- Anya, ¿estás ahí?
- Sí, salgo ya.
Respiro profundo antes de salir.
- Habla conmigo.
- Ahora no puedo, Ash. Deberíamos de volver a la clase.
- Dime qué sucede. Sé que algo no está bien. Me preocupo por ti.
- Yo… – Tengo que ser sincera con él, vamos Anya, todo de una. – No puedo seguir saliendo contigo, Ash.
- ¿Qué?
- Digo, podemos seguir siendo amigos, pero no podemos ser nada más que eso. – Ashton se queda ahí parado, anonadado. – Lo siento mucho, Ash. Tengo que volver a clase.
- La clase ya terminó.
Justo en ese momento me doy cuenta de que estuve encerrada en el baño veinte minutos. La preocupación en el rostro de Ash es enorme. Confío en Ash, pero no estoy lista para decirle lo de Jude. Hay muchas cosas en riesgo.
- Me tengo que ir, Ash. Me está esperando el profesor Darling.
- ¿Entonces, eso es todo? ¿Vas a escapar y no me vas a explicar qué mierda está pasando?
- Ahora no puedo. Te llamaré.
- Como sea.
- ¿Está todo bien contigo, señorita Webster?
Cojo a Jude por la camisa y lo acerco a mí.
- Ahora está todo perfecto.
- ¿Te sientes bien? – Presiono mis labios sobre los suyos. – Me da gusto por fin tenerte solo para mí.
- A mí también. Quiero que me haga muchas cosas sucias, profesor.
Jude me mantiene cerca de sí y me mira a los ojos.
- ¿Estás segura de que estás bien?
- Jude, sabes que Ashton y yo somos algo cercanos.
- Supongo que son cercanos como amigos.
- A veces hasta más que eso.
- ¿Qué tanto más?
- Pues fuimos algo íntimos.
- ¿Te acostaste con él?
- No. No llegamos a eso.
- ¿Pero tú permitiste que llegaran a eso?
- Pues, no es como tú y yo tuviéramos algo oficial.
- Tienes razón.
- Me estoy enamorado de ti, y decidí terminar todo con él.
- Tú te… ¿estás enamorado de mí?
- Sí.
La sonrisa en cara de Jude ilumina toda su desordenada oficina.
- ¿Entonces, hablas en serio respecto a todo esto?
- Jude, quiero estar contigo de cualquier forma posible. Sé que no estás listo para sentar cabeza, y que nos conocimos hace unas semanas… Pero te necesito en mi vida.
La sonrisa de Jude desaparece, y de inmediato pienso que este es nuestro fin. Hasta que se me acerca y me besa.
- Yo también te necesito, Anya.
- Demuéstrame cuánto.
- ¿Eso quiere decir que te puedo arrancar la ropa y devorarte?
- Sí, justo eso es lo que necesito.
- Pues ponte de rodillas para mí.
Hago lo que me dice y me pongo de rodillas. Mis manos se dirigen instantáneamente al cierre de su pantalón, y él me ayuda a bajárselo por sus musculosas piernas. Tomo toda su longitud en mi boca.